“Construir y vivir desde el goce, desde el placer”

Foto: Reina Ponce

Por: Karen Sibrián

¿Te gustaría conocer sobre la colectiva Las Hijas de Safo y cuál es su labor en la sociedad? Te invitamos a que leas este artículo para descubrirlo.

Yanileth Mejía quien es activista, lesbiana feminista, abortera y psicóloga de profesión. Ella narra en esta entrevista cómo se fundó la colectiva Las Hijas de Safo.

Las Hijas de Safo nacen el 14 de mayo de 2014 a raíz de la participación en muchos espacios de formación feminista, específicamente de la Escuela de Debate Feminista de las Dignas (EDF). Actualmente está integrada por 10 mujeres diversas entre profesionales, estudiantes, artistas de teatro, música y otras; y surgen por la necesidad de crear espacios propios, ya que existían pocos espacios para lesbianas en el país, así comenzaron ellas, con actividades como círculos de lectura, cine forum, entre otras.

Desde sus inicios, Las Hijas de Safo tenían la necesidad de crear desde el feminismo porque les permite vivir su lesbiandad desde una apuesta política transformadora. Estando juntas se dieron cuenta que ser lesbiana no es solo desde lo erótico-afectivo, era necesario politizarlo desde el feminismo, como otra de sus apuestas, para construir y vivir desde el goce, desde el placer.

La principal apuesta que tiene esta colectiva son las actividades de movilización como las marchas conmemorativas, entre ellas: el 13 de octubre, día de las Rebeldías Lésbicas; el 8 de marzo, día internacional de la mujer; el 28 de septiembre, día de la despenalización del aborto; y el 25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer.

Dichas movilizaciones permiten que ellas se visibilicen como lesbianas, que existen y resisten, y así que otras mujeres se sumen, que sepan que no están solas viviendo su identidad sexual, sino que hay otras mujeres que están luchando, transgrediendo.

La formación es otra de las apuestas políticas de la colectiva, pues ellas se mantienen informando sobre lo que les interesa. Ser autodidactas es importante para la colectiva ya que a veces les cuesta coincidir pero mantienen presente que contar con una base teórica es necesario para su lucha y para defender su apuesta como lesbianas feministas.

Mejía cuenta que es importante apostar desde lo lúdico y construir espacios autogestionados, libres de violencia.

“La mayoría de actividades las hemos hecho así, a lo largo de los 5 años que tenemos de existir, ya que creemos que la autonomía de nuestras cuerpas surge de allí, desde la autogestión, y crear estos espacios separatistas, ya que la mayoría de acciones las hacemos solo para mujeres. Nosotras somos consciente que no tenemos nuestros espacios en donde sentirnos y vivirnos con libertad, sobre todo porque nuestra apuesta va ahí, por generar esos espacios para nosotras y con esto no significa que estén libre de algún tipo de violencia, pero nuestra apuesta es construirlos y crearlos”.

Las Hijas de Safo desarrollan actividades artísticas y culturales como: la elaboración de camisetas, murales y videos. En el marco del 28 de mayo, Día de Acción por la Salud, elaboraron un material acerca de la medicina ancestral con enfoque en la sanación. Este año trabajaron sanación individual y colectiva, porque creen que sanando las heridas históricas es como irán transformando y a construyendo colectividad.

Yanileth asegura que “solo de esa manera podemos hacer una grieta a estos sistemas que nos oprimen tanto y que nos siguen dañando desde nuestro ser lesbiana y desde el disfrute del placer de la sexualidad, del erotismo que también son parte de nuestra lucha, construir y liberar nuestros cuerpos desde toda esa opresión patriarcal heterosexista”, agrega.

La apuesta política de la colectiva está clara, cuestionar y transgredir la heterosexualidad obligatoria que oprime los cuerpos de las mujeres. Además, transgredir todos los sistemas de opresión establecidos como régimen político, como: la heterosexualidad, el sistema racista, capitalista, clasista, colonialista que mantienen a las mujeres al servicio de los hombres.

Mejía explica que la colectiva no se siente representada en el movimiento LGBTI, pues afirma que las lesbianas siguen invisibilizadas, es por eso,  que ellas apuestan más desde la radicalidad, desde la rebeldía de ser lesbianas, como una apuesta política más radical, más autónoma, más transformadora.

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