Texto: Clanci Rosa
Fotos: Katya Romero
El Primero de Mayo, organizaciones, sindicatos y colectivos salieron a marchar desde diferentes puntos de la capital para conmemorar el Día Internacional de la Clase Trabajadora. La marcha salió en medio de los discursos oficialistas que la tildaron como apoyo a grupos criminales.
Estas acciones fueron llamadas por los manifestantes como terrorismo de Estado, pues aseguran que muchas personas decidieron no salir por miedo a ser detenidos, debido al actual regimen de excepción. Unos días antes, el ministro de Trabajo, Rolando Castro, dijo en un programa de televisión que solo reconocerian como trabajadores y trabajadoras a las personas que estuvieran en el acto del gobierno, organizado en un hotel de la capital.
«Los verdaderos dirigentes sindicales estarán presentes en el evento que realizaremos como Gobierno de la República conmemorando a la clase trabajadora». Nosotros somos claros, el movimiento sindical ha planteado que solamente se encontrarán en un solo lugar y es en el evento que realizaremos como Gobierno de la República, los demás grupos en defensa de los terroristas saldrán a marchar«.
Pese al miedo e incertidumbre, cientos de salvadoreños y salvadoreñas decidieron salir. Los colectivos de mujeres nuevamente pidieron al Estado salvadoreño que reconozca el trabajo del hogar, ratificando los convenios de la OIT.
«Las demandas son para que el Estado ratifique el convenio de la OIT y reconozca el trabajo del hogar y se pueda remunerar», dijo Edith Benitez, de Las Mélidas. Agregó que, el actual Regimen de Excepción solo afecta más a las mujeres que están en trabajos informales. Pues ahora tiene que lidiar con el acoso sexual de estos cuerpos de seguridad.
Morena Murillo, de la Coordinadora salvadoreña de movimientos populares, se refiero los retrocesos que hay para las mujeres con las decisiones que ha tomado el gobierno de Nayib Bukele, como el regimen de excepción “Al decretar medidas de excepción y políticas públicas que no toman en cuenta las brechas de género solo siguen generando más desigualdades. Los impactos son diferenciados para las mujeres. Por ejemplo, ante el alto costo de la vida, son las mujeres quienes tiene que rebuscarse para garantizar los cuidados de la familia o de terceros», explicó.
Aunque las marchas salieron de distintos puntos, todas se encontraron en el centro de San Salvador. En la Plaza Cívica. Ahí, diversos dirigentes y lideresas se dirigieron al público. Principalmente rechazaron las medidas tomadas por el gobierno, como el régimen de excepción, la falta de trasparencia en el manejo de los fondos públicos y el fracaso del Bitcoin en El Salvador.
Todos y todas coincidieron en la necesidad de unificar a la clase trabajadora para poder enfrentar al actual régimen dictatorial, como lo llamaron.