Foto/Reina Ponce
Lilo Letona es una mujer salvadoreña que ha traspasado fronteras con su formación y talento musical. Lilo es artista musical desde los seis años y es una mujer que toca el acordeón lo que la ha llevado a realizar dos producciones, la última de ellas su disco Party Patín.
Lilo Letona es una mujer acordeonista de 32 años, maestra de música de profesión, cantante y compositora. Cuenta que desde 2009 comenzó a tocar el acordeón, puesto que desde que conoció este instrumento se enamoró de él, dice la artista quien este fin de semana lanzó su segundo disco llamado “Party Patín” en el espacio lesbofeminista “Las Chavelas”.
Lilo Letona durante la presentación de su disco Party Patín en el espacio lesbofeminista Las Chavelas. Foto/Reina Ponce.
La música es parte de la vida de Lilo desde los seis años. Inició tocando el piano, fue parte del Centro Nacional de Artes (CENAR) y de la orquesta juvenil de El Salvador tocando el oboe. Debido a que no existían una carrera musical en el país decidió emigrar a Costa Rica para estudiar piano clásico, puesto que quería ser concertista de música clásica.
A los 19 años y antes de irse para Costa Rica conoció el acordeón “En una tienda de instrumentos acá me encuentro un acordeón en rebaja, yo iba pasando, como dicen, y me volví loca cuando lo vi en la vitrina y dije yo lo quiero. Hice conexión, yo me enamoré del instrumento al solo verlo, dije esto es para mí”.
La artista cuenta que su mamá le ayudó a comprarlo, pero pasó un año en la caja sin tocarlo pues no lo sabía hacer, sin embargo cuando viaja para Costa Rica se lo lleva.
La madre y el padre de Lilo son quienes la han apoyado en su carrera musical. Ella estudió becada en Costa Rica pero para tener ingresos económicos emprende la aventura de tocar el instrumento del cual se enamoró, el acordeón, por lo que comienza a tocar en los parques.
“Sentía una conexión con el instrumento como cuando encontrás que es lo más maravilloso que has hecho en tu vida, sentís una paz, un amor siempre con la música pero con el acordeón fue como que él me encontró a mí, yo me enamoré del acordeón y él se enamoró de mi. La música es una carrera bastante exigente cuando vos vas a ser instrumentista te exigen horas de estudio, tenés que ser muy disciplinado y yo estudiaba piano y solo en mi mente se dibujaba un acordeón”.
Cuando estaba estudiando llegó la oportunidad que estaba esperando, viaja con “Circo Fantástico” de Costa Rica tocando el piano y también llevó su acordeón. En cada lugar que podía tomaba clases de acordeón y luego de regresar de la gira cambia de carrera a educación musical. “El mismo acordeón me llevó a mi primera banda con acordeón, unos chicos de tambores africanos me dijeron querían que tocara con ellos y yo impresionada decía: pero si yo sé tocar dos notas. Allí empieza este estudio y la creatividad va surgiendo, las letras, las canciones”.
Lilo se graduó en el 2016 de la licenciatura en educación musical en una universidad de Costa Rica y tiene una maestría en arte sonoro que estudió en Colombia. Además imparte clases de clases de acordeón y de piano y también repare acordeones. Lilo a lo largo de su carrera ha tocado varios instrumentos.
“Me he andado por muchos instrumentos sé tocar el ukulele, la guitarra, oficialmente piano y arte sonoro. Las teclas son mi fuerte, entonces yo toco piano, acordeón, xilófonos, guitarra, cuatro colombiano y soy cantante de mis canciones”.
Lilo a partir de su formación en educación musical, también comienza a componer sus propias canciones, los espacios se abren para tocar en diferentes bandas y en el 2019 lanza su primera producción de valses “Aventuras Marítimas”.
Sin embargo, Lilo cambia este año el género musical con nueva producción “Party Patín” que es un género más urbano, con reggaetón, con electrónica “es un disco que habla de la fiesta, de la amistad, de la alegría y también un poco de locura. Es más como un mensaje de disfruten la vida, sean auténticos, sean felices y no tengan prejuicios”
Las Musas Desconectadas acompañaron la presentación de la acordeonista Lilo. Video/Reina Ponce.
El disco fue presentado en el espacio lesbofeminista “Las Chavelas” en el Centro Cultural Feminista la “Casa de Safo”. “Este es el lugar perfecto para presentarlo porque el concepto del lugar es un espacio libre de violencia donde vos podés desenfrenarte si querés y nadie te va a irrespetar, aquí estás en familia, es un ambiente donde estoy segura” expresa la artista.
«Mi mayor orgullo es poder decir soy músico. Es importante tener una vocación y todas las vocaciones son hermosas porque es el puro amor representado en tu profesión, en lo que podés hacer. Entonces podés decir he cumplido mi vocación, he cumplido lo que yo nací para hacer que es música».