Foto/Clanci Rosa
Diversas organizaciones de mujeres y feministas realizan campañas de recolección de víveres para ayudar a las personas económicamente afectadas ante emergencia por COVID-19, y ahora, a las familias golpeadas por las fuertes lluvias, donde mas de una decena de personas han perdido la vida.
La Red de Colectivas Feministas a inicios del confinamiento por COVID-19 entregó canastas de alimentos a 76 personas, entre éstas: 8 artistas, 21 trabajadoras sexuales, 10 trabajadoras del hogar y 37 madres jóvenes, de los municipios de Santa Tecla, Soyapango, Mejicanos, Ayutuxtepeque, San Salvador y Tecoluca.
A este apoyo se suma el otorgado por la Unión Europea a la Red de Colectivas Feministas, con el que se apoyó a 70 familias, 210 personas (110 mujeres, 30 hombres y 70 niños y niñas). Se entregaron en la Comunidad Cristo Redentor y en los municipios Tejutepe y Tecoluca (San Carlos Lempa, San Nicolás y la Sabana).
Entrega de víveres por Asoción Ixchel. Foto/Cortesía Ixchel.
La Colectiva Feminista para el Desarrollo Local también ha brindado apoyo, desde el 1 de junio pusieron la Casa de Todas como Centro de Acopio, en dos días han movilizado ayuda para alrededor de 90 familias en San Salvador, el Paisnal y Apopa. La campaña de recolección de víveres e insumos de higiene personal sigue en redes sociales de la Colectiva.
Parte de los víveres que se entregarona las familias. Foto/Cortesía Colectiva Feminista.
La Asociación Solidaria para Impulsar el Desarrollo Humano (ASPIDH) también ha realizado campañas de recolección de víveres y entrega de kit de limpieza para población LGBTI, se han trasladado a diferentes lugares del país moviendo las donaciones que han llegado a la organización.
ASPIDH durante la entrega de víveres. Foto/Cortesía ASPIDH.
Mujeres Transformando se sumó a las muestras solidarias con víveres y colchonetas para apróximadamente 250 mujeres trabajadoras de maquila, bordadoras a domicililo y trabajadoras por cuenta propia afectadas debido a las suspensiones de contratos y pérdidas de empleos producto de la pandemia del COVID-19.
Foto/Mujeres Transformando
Pero esas ni mujeres son, en fin, la hipocresía.