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Por Fátima Cruz
Hace más de dos años la Mesa Permanente por una Ley de Identidad de Género espera que la Comisión de La Mujer e Igualdad de Género de la Asamblea Legislativa discuta la propuesta de Ley de Identidad de Género. Kerlin Belloso de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), menciona que el 2 de julio las organizaciones presentaron una solicitud de información pero no ha existido una comunicación formal en la que se expliquen las razones de la ausencia del estudio, debate y aprobación de la legislación.
Representantes de organizaciones que conforman la Mesa a través de una conferencia de prensa, expresaron su preocupación por el silencio y falta de dictámenes correspondientes a la Ley para dar continuidad al proceso, como lo contempla el reglamento de la Asamblea Legislativa en el artículo 52.
Consideran que la omisión del anteproyecto constituye una violación a la Convención Americana de Derechos Humanos. En este sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha establecido que – El cambio de nombre, la adecuación de la imagen, así como la rectificación a la mención de sexo o género en los registros o documentos de identidad, para que estos sean acordes a la identidad de género auto-percibida es un derecho protegido, artículo 18 (Derecho al Nombre)-.
Además, dicha iniciativa también es respaldada por los artículos que contemplan el Reconocimiento a la Persona Jurídica, Derecho a la libertad y Derecho a la Vida Privada, de la Convención Americana de Derechos Humanos, ante esto los Estados están obligados a reconocer, regular y generar procesos para tales fines, cita el comunicado de prensa. Es por esto que la Ley de Identidad de Género reconoce el derecho de identidad de género y garantiza su ejercicio a través de establecer obligaciones y procedimientos de cambio de nombre y sexo, explica Joshua Navas, de HT El Salvador.
Las organizaciones solicitan a la Asamblea Legislativa compartir la situación del estudio de la Ley de Identidad de Género, incluir a la Mesa Permanente por una Ley de Identidad de Género en las discusiones sobre la propuesta y que el Órgano Legislativo emita una ley que esté acorde a estándares internacionales de Derechos Humanos, según el documento publicado.
Urgencia de la aprobación
La población trans es uno de los sectores que se encuentran en riesgo y vulnerabilidad, coinciden los y las panelistas. Brittany Castillo de la Asociación Aspidh Arcoiris Trans añade “por años el Estado salvadoreño ha invisibilizado derechos como el de la educación ya que el 98% de las personas trans no han cursado un grado de escolar básica (según datos del Centro de documentación y situación de la población trans de América y el Caribe). Además, enfrentamos la discriminación que se vive por el hecho de no contar con un nombre que nos identifique o con un documento de identidad que sea acorde nuestro género y nuestro sexo, a la identidad que nosotras y nosotros expresamos cada día. La discriminación desde la familia y luego por la sociedad nos orilla a la mayoría de mujeres trans (el 89%) a ejercer el trabajo sexual) porque es la única opción que el Estado salvadoreño nos deja al no brindarnos oportunidades a un trabajo formal. Por otro lado, la perspectiva de vida de una persona trans es de 35 años y no podemos desarrollarnos como personas por no acceder a un empleo digno donde podamos tener un seguro para llevar nuestra vejez de forma digna. A esto agregamos, que no contamos con protocolos de atención en salud que sean integrales e inclusivos, ya que aún hay estigmas al momento de ser atendidas.”
A lo anterior la defensora de Derechos Humanos, Karla Guevara, de Asociación Colectivo Alejandria El Salvador, comentó que en el contexto actual de emergencia por COVID-19 surgieron violaciones de derechos en centros de cuarentena debido a que no se respetó la identidad de las personas trans porque las separaron conforme a la información de su documento de identidad donde se encuentra el sexo de la persona y tampoco hubo medidas específicas para proteger a las mujeres trans que se dedican al trabajo sexual. Respecto a esto, Gabriel Escobar, de COMCAVIS Trans, dijo que en departamentos como La Paz y La Libertad no les permitieron a las personas trans salir de sus municipios a realizar compras porque su expresión de género no coincidía con el nombre de su documento de identidad.
La Ley de Identidad de Género posibilitaría que las personas trans tengan una mejor calidad de vida al garantizar derechos fundamentales y que situaciones como las anteriores no se repitan. Es por eso que para Karla la Ley significa proteger la vida al construir en una sociedad incluyente.
Voz: Karla Guevara, activista y defensora de Derechos Humanos explica la importancia de priorizar la aprobación de la Ley.
Entre las acciones que la Mesa Permanente por una Ley de Identidad de Género está realizando para impulsar la Ley están la presentación de cinco solicitudes de cambio de nombre de acuerdo a la Ley del nombre y Persona Natural y reuniones con instituciones como el Registro Nacional de las Personas Naturales para conversar sobre el tema del Documento Único de Identidad. Además de consultas con jueces y juezas de familia sobre el contendido de la Ley de Identidad de Género y próximamente se solicitará una audiencia ante la CIDH para que ésta recomiende al Estado salvadoreño la necesidad de reconocer y regular el derecho al nombre, explicó Kerlin.
Representantes de la Mesa aseguran que continuarán generando iniciativas por la defensa del reconocimiento del nombre de todas las personas y hacen un llamado a la sociedad en general y a asociaciones de Derechos Humanos para respaldar estas propuestas que tienen como fin reconocer el derecho al nombre.
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