Menopausia y perimenopausia: las mujeres frente a un sistema que solo valora la productividad

La Carpa es un espacio que busca educar y visibilizar temas de salud menstrual y feminismo en un ámbito comunitario. Fue fundada por diversas mujeres interesadas en hablar de menstruación digna, perimenopausia y menopausia.

Por Nubia Lazo

Este año hemos observado un incremento en la inclusión de los temas de perimenopausia y menopausia en la agenda pública. Como Carpa Roja Tonantzin El Salvador (La Carpa), nos alegra ver que estos asuntos se discuten más: por primera vez, fueron abordados en el 6º Encuentro Latinoamericano de Educación, Salud y Activismos Menstruales, realizado a finales de mayo en Lima.

En El Salvador, hablar de estos temas sigue siendo un desafío. Además de ser tabú, la información sesgada y los prejuicios morales y religiosos pueden poner en riesgo la salud de las mujeres. Incluso el personal del sistema público de salud reproduce estas ideas, configurando otro tipo de violencia basada en género (VbG), de tipo ginecológica y religiosa.

Violencia ginecológica: la más invisibilizada

La violencia ginecológica es una de las formas más invisibles de violencia de género que enfrentan las mujeres en perimenopausia y menopausia. Se manifiesta en la falta de acceso a información veraz, la medicalización de procesos naturales y la presión social constante por revertir cambios fisiológicos. Este fenómeno se reproduce desde una lógica reproductiva, heteronormada, capacitista y capitalista (Blass & Fitte, 2007).

Por su parte, las tradiciones religiosas, especialmente en contextos judeocristianos como El Salvador, asocian a las mujeres con la maternidad, la pureza, la obediencia y el servicio. Esto consolida un modelo de feminidad subordinada, sagrada y reproductiva, desvalorizando el resto de las etapas de la vida de las mujeres (Lazo, 2023).

Investigación de La Carpa

Desde 2022, La Carpa ha realizado dos investigaciones con mujeres salvadoreñas: una sobre violencia ginecológica en menopausia y otra sobre violencia simbólica en perimenopausia, específicamente la que se da en redes sociales como Instagram. Los resultados revelan patrones preocupantes.

Participantes

La encuesta fue respondida por 91 mujeres entre 38 y 65 años:

  • 58% vive en zona urbana, 42% en rural.

  • Escolaridad: 34% universitaria, 29% bachillerato, 12% postgrado, 25% solo sabe leer y escribir.

  • Acceso a salud: 58% usa centros del MINSAL, 20% ISSS, 15% servicios privados y 7% solo acude cuando hay ferias de salud cerca.

  • Estado civil: 55% solteras, 40% unión libre o casadas.

Violencia en la atención de salud

El 80% reportó que el personal de salud no explicó opciones de tratamiento, y el 20% fue medicada sin estudios previos, obligándolas a buscar información por sí mismas. Este trato refuerza una norma corporal joven y funcional, negando la validez de los cuerpos que cambian, envejecen y sienten distinto.

Lógica reproductiva y heteronormada

La identidad de las mujeres sigue ligada a la reproducción:

  • 83% vivió esta etapa sin información.

  • 45% sintió vergüenza o culpa por los cambios corporales.

La menopausia marca simbólicamente el “fin de la utilidad femenina” desde la mirada patriarcal, negando a las mujeres reconocimiento pleno como sujetas políticas y sociales. El estudio señala que el valor de las mujeres sigue vinculado a su rol como pareja sexual disponible, estable emocionalmente y reproductiva: el 50% dijo que sus parejas minimizaron sus síntomas.

Los discursos sociales, recogidos en la encuesta y en más de 200 publicaciones de Instagram, incluyen estigmas como “ya se te olvida todo”, “te pones loca” o “andas hormonal”.

Lógica capacitista y capitalista

El capacitismo impone un cuerpo productivo, ágil, sin dolor ni fluctuaciones emocionales. El capitalismo valora a las personas por su capacidad de producir y consumir. Las mujeres enfrentan mensajes constantes como “ya no servís”, “ya estás vieja” o “estás aumentando de peso”, lo que puede aumentar su frustración y agravar síntomas.

  • 67% reportó síntomas físicos severos, pero muchas no buscaron atención porque “era normal”.

  • 30% se sintió incomprendida o ignorada en su entorno familiar o laboral.

  • 45% experimentó vergüenza o culpa por los cambios de su cuerpo.

La industria farmacéutica ha convertido la perimenopausia y la menopausia en un nicho de mercado multimillonario: hormonas, antidepresivos, suplementos, cremas “anti-edad” y lubricantes son presentados no como opciones, sino como necesidades. Estas estrategias ignoran las diferencias socioeconómicas, étnicas, de identidad sexual y de género.

El 90% de las participantes identificaron mensajes como “Vuelve a la normalidad” o “Dile adiós al aumento de peso” como parte de una narrativa que refuerza estereotipos y estigmatiza.

Es urgente atender y revertir estas formas de violencia desde políticas públicas de salud y desde instancias gubernamentales que garanticen la aplicación de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia, especialmente en lo relativo a violencia simbólica.

También es necesario trabajar con empresas publicitarias para romper narrativas que desvalorizan a las mujeres y promover el valor político del cuerpo como territorio de sabiduría, no de consumo. Solo así se podrá garantizar acceso a salud integral, cuidado colectivo y entornos libres de violencia, donde todas las mujeres se sientan representadas y apoyadas.