
Transcripción del último programa de José María Tojeira, S.J.
Al filo de la semana 05-09-2025
Aquí estamos de nuevo y en esta ocasión vamos a hacer un pequeño paréntesis dentro de nuestro programa. Siempre comentamos las noticias. Hoy, en vez de comentar las noticias, vamos a comentar algo de lo que todos hablamos, pero que es importante reflexionar sobre ello. No vamos a hablar de noticias concretas, sino de un tema que está siempre en las conversaciones: el tema de la política y el tema unido a la política de la bondad.
¿Son contrarios la política y la bondad? Una pregunta que podemos hacernos siempre. No deberían ser contrarios. Pero, dentro del modo de pensar de la gente, muchas veces se dice que para ser político tienes que ser malo. Otros dicen: “Los políticos son todos corruptos”, o empiezan a hablar de: “No, para ser un buen político tienes que leer a Sun Tzu, El arte de la guerra”. Es decir, ver a los demás como enemigos. Uno dice: “Hay que tener cuidado con este que le gusta El arte de la guerra, me va a ver como enemigo, está fregado.” ¿Verdad? O miren, Maquiavelo es el que supo manejar la política. Con razón Maquiavelo decía que un buen gobernante debe buscar más ser temido que ser amado. Uno dice: “Bueno, es decir, ¿el temor es más importante que el amor?” Entonces, uno se puede hacer preguntas, ¿verdad?
Es decir, ante estas expresiones que a veces están en la boca de la gente, como que la política fuera un mal, una especie de desencanto de la política y, a veces, una búsqueda precisamente, porque hay desencanto de la política, una búsqueda de líderes autoritarios que nos marquen el camino, que hagan buena propaganda de sus acciones, etcétera, etcétera.
En general, es muy importante relacionar la política con la bondad. ¿Por qué? La razón es muy sencilla. Miren, queremos políticos inteligentes, sí, por supuesto, pero la inteligencia sin bondad no lleva automáticamente al bien y mucho menos al bien común de todos.
Uno puede ser muy inteligente, pero ser un canalla, o ser una persona poco productiva, o una persona que se aprovecha de los demás, o incluso hay delincuentes que son inteligentes y logran burlar a las autoridades durante mucho tiempo, por lo menos, algunos a veces toda la vida. Es decir, hay gente que ha hecho su dinero desde el mal. Ahí está la famosa película El padrino, que hace su dinero con el mal, pero que después se reconvierte y empieza a invertir en cosas buenas, etcétera. Y la gente le acaba apreciando y olvidando el pasado.
Es decir, son realidades que están ahí, pero la política necesita gente que sea inteligente, ciertamente, pero que sea buena también. Es decir, que tenga esa virtud normal que la gente aprecia. Entre toda la gente siempre decimos: “No, este es buena gente, buena persona”, es decir, tiene bondad.
¿Qué quiere decir tener bondad? Bueno, sabe comprender, sabe dialogar, sabe perdonar, sabe relacionarse amistosamente con la gente, con los demás.
Entonces, la bondad y la política no deben separarse. Es —yo creo— un error en el mundo contemporáneo que la política se haya desvinculado de la bondad y, a veces, cuando una gente es buena se la critica enormemente. Miren, hay una política demócrata cristiana que estuvo al frente del gobierno alemán durante bastante tiempo. Al principio se la tenía por una mujer fuerte, etcétera. Tenía muchos votos, pero después la empezaron a criticar mucho. ¿Por qué razón? La criticaron porque abrió la mano a la llegada de migrantes. Miren, abrir la mano a la llegada de migrantes, y sobre todo migrantes que huyen de guerras, es algo positivo.
Pero la atacaban por eso, porque decían que los migrantes eran un problema, etcétera.
Los migrantes, en general, no son problema: agarran los trabajos que no quieren los nativos de un país, los que ya están asentados, viven mejor, etcétera. Están en las peores casas, están en las peores situaciones y buscan cualquier trabajo, porque cualquier trabajo les da más ganancia que el trabajo que tenían en sus tierras de las que vienen y pueden mandar algo de ayuda a parientes que quedaron en sus tierras —lo que pasa a nuestros migrantes—, etcétera.
¿Tiene bondad en el modo de tratar a los migrantes el presidente Trump? Pues no. Quisiéramos que tuviera bondad, claro que lo quisiéramos. Sería mejor para todos nosotros y sería un acto de bondad, porque no estorban, es falso que sean criminales, etcétera.
Entonces, política y bondad son dos realidades que tienen que ir juntas. Miren, el mayor valor de la inteligencia se revela descubriendo la bondad. Una inteligencia que no descubre la bondad es una inteligencia que, en el mejor de los casos, es neutra dentro de la sociedad. Pero si no se busca la bondad con la inteligencia, las cosas se descomponen muy fácilmente. La bondad es necesaria en la política.
Entonces, este era uno de los temas que quería tratar, porque me parece un tema importante.
Hablamos siempre de política, vivimos en un mundo donde la política está muy tensa, donde hay mucho odio en las redes. Afortunadamente, en la vida ordinaria no hay el mismo odio que en las redes, ¿verdad? Es decir, en la vida ordinaria los salvadoreños solemos ser bastante cordiales y bastante amistosos en la vida normal del pueblo salvadoreño, pero en las redes sí se ha despertado un odio con fundamento político fundamentalmente.
Se insultan con palabras unos a otros y eso hace daño a todos. Es decir, la oposición se suele creer siempre buena frente al poder establecido, y el poder establecido se cree mejor que la oposición, por supuesto. Insultarse no resuelve los problemas. Odiarse no resuelve los problemas. Es decir, hay que buscar juntos, hay que dialogar. Eso es bondad, ¿verdad? Dialogar.
Entender, tratar de entender al otro, no tratar de rechazar sistemáticamente y siempre al otro. Buscar soluciones comunes que puedan caminar de acuerdo. Bueno, la bondad es fundamental en la política y yo creo que estamos olvidando ese aspecto de la política. Es decir, y también de la inteligencia, porque a veces el que gana se cree más inteligente que el que pierde.
No siempre el que gana es más inteligente. Más inteligente tal vez podrá ser un poco, ¿verdad? Pero más en el campo de la picardía o en el campo de las mañas. Es decir, la inteligencia, si no lleva la bondad, lleva al fracaso de la convivencia humana. Entonces, ese era un punto fundamental.
Otro que me parece importante: siempre hablamos de desarrollo. Voy a hablar más brevemente. Miren, en el desarrollo hay un tema importante. Quienes deben dirigir el desarrollo son técnicos, ¿verdad?, y son gente que sepa de economía, que sepa de cómo funciona la economía en el mundo, en los diversos países, en nuestro propio país, etcétera.
Pero deben ser gente técnica que realmente no esté dependiente de los más ricos, porque los más ricos no saben organizar la economía en favor de todos. Los más ricos están acostumbrados a organizar la economía a favor de ellos y el problema que hemos tenido en El Salvador es que casi siempre los técnicos han estado demasiado sujetos a los intereses de los más poderosos económicamente. Es decir, en otras palabras, que quien ha marcado el rumbo de la economía de nuestros países son los que más tienen.
A veces los técnicos han conseguido que mejore un poquito la situación, que disminuya un poco el número de pobres, cosas de ese estilo, pero todavía en el país la economía se construye y se marca desde el interés de los que tienen más. Eso es un error.
Todos los salvadoreños debemos buscar que la economía, ciertamente, la dirijan gente técnica y que sepa mover las cosas y que sepa cómo funciona la economía, etcétera, pero que la economía esté al servicio de todos, que esté al servicio del bien común, no al servicio de los más privilegiados, ¿verdad?
Ese era el otro tema. También hablamos muchas veces de desarrollo, pero nunca caemos en ese punto elemental: que los ricos no sirven para organizar la economía de un país porque lo organizan a su favor, y eso crea pues diferencias a veces graves, crea problemas, crea pobreza, etcétera.
Bueno, pues hoy hemos terminado este programa con esas dos reflexiones que, aunque no son reflexiones de noticias, son reflexiones de algo que pasa en nuestro país continuamente.
Que tengan un buen fin de semana. Que disfruten este tiempo que tenemos de casi fin de las lluvias, aunque sigue lloviendo a veces demasiado y siguen mostrándonos, por las lluvias, que no estamos bien preparados para ellas. Que tengan un buen fin de semana.