Las comunidades hablaron: NO al proyecto Cerro Blanco

Por: Eugenia Olán

Mujeres activistas de Guatemala y El Salvador junto con habitantes de Asunción Mita, iglesia y organizaciones sociales han trabajado durante años en la lucha por el cierre del proyecto minero Cerro Blanco implementado en 2007 por la empresa canadiense Gold Corp a través de la subsidiaria Entre Mares que inició sus operaciones como mina subterránea.

 

Para noviembre de 2021, la empresa minera solicitó al Gobierno de Guatemala transformar el proyecto subterráneo en una mina a cielo abierto siendo esto un riesgo ambiental que afecta tanto a las comunidades aledañas a Asunción Mita como a El Salvador, ya que se vierten las aguas residuales al Río Ostúa que es afluente al Lago de Güija tributario al Río Lempa.

Ante el grave impacto ambiental y sostenible que genera la mina Cerro Blanco, las organizaciones sociales realizaron la consulta vecinal para la continuidad o no del proyecto, este proceso se encuentra avalado en el artículo 64 del Código Municipal de Guatemala, con ello se busca que los resultados sean vinculantes entre municipalidades e indicativo para el Gobierno Central para realizar el cierre del proyecto.

Alrededor de ocho mil personas asistieron a los seis centros de votación que se instalaron en el municipio de Asunción Mita. Foto/Reina Ponce

Para Maura Campos, habitante de  Asunción Mita esta consulta es necesaria ya que los proyectos mineros son una contaminación al medio ambiente que afectaría de forma generacional.

“A lo mejor nosotras de adultas no nos va afectar, pero los que vienen nuestros hijos y nietos, lo hacemos por el bienestar de la comunidad, mucha contaminación con el tiempo ni agua vamos a tener. Desde que empezaron a pasar las maquinarias y pasaban reventando las cosas de la luz, desde entonces teníamos que ponernos nosotros para que no pasara a más, hoy ya está contaminado, los pozos mecánicos hasta se han secado, las aldeas más cercanas y las que están del lado de Güija para los salvadoreños es donde más se va a contaminar sino se para esto”. afirmó

María del Carmen Sifuentes, Presidenta de la Comisión Específica Coordinadora de la consulta municipal de vecinos, mencionó que estos hechos permiten la libre determinación en la toma de decisiones.

Para la Comisión estos resultados son fruto de los procesos de concientización y lucha que las organizaciones sociales han tenido durante años con diferentes sectores de las comunidades para difundir y explicar que es una mina a cielo abierto y cuales son las consecuencias de una implementación en sus territorios.

La importancia del cierre de la Mina para El Salvador

Por la ubicación geográfica a 14 kilómetros de El Salvador, el Lago de Güija constituye una cuenca hidrográfica internacional, dos terceras partes corresponden al territorio salvadoreño y una tercera a Guatemala, el límite entre ambos países es el río Ostúa donde el proyecto minero drena arsénico proveniente del tratamiento a los metales para la extracción del oro y plata. 

Dentro de este sistema hídrico se encuentra el Río Lempa que abastece aproximadamente a 1.5 millones de personas en San Salvador.

El Informe Final de la Evaluación Ambiental Estratégica presentada al gobierno salvadoreño, indicó que las aguas provenientes de Guatemala ya están contaminadas por factores como deforestación y vertido de desechos sólidos y líquidos en los cursos de agua, debido a esto se ha aumentado las condiciones de vulnerabilidad ambiental en el territorio.

Esta situación es crítica según las representantes de organizaciones ambientales y lideresas de las zonas, pues consideran que los efectos se vuelven irreversibles y en los últimos años mucho más visibles para la sustentabilidad y economía.

El proyecto minero vierte las aguas residuales al Río Ostúa que es afluente al Lago de Güija tributario al Río Lempa. Foto/ Eugenia Olán

Dalia González, representante de ReverdES, señaló que estos proyectos tienen un gran impacto ambiental y genera problemáticas tanto en salud como en la sostenibilidad de las mujeres.

“Es preocupante tanto la escasez hídrica que genera la contaminación porque afectan el día a día de las mujeres en El Salvador, se vio con el proyecto minero de Pacific Rim, vimos como se estaba dañando la salud de nuestros pobladores de Cabañas y es algo que no queremos repetir fueron años de lucha para que el Gobierno tomara cartas en el asunto, hubo persecución para defensoras y defensores, logramos frenarlo y justamente esto es lo que queremos con este proyecto que aunque no son permisos del Ministerio de Medio Ambiente de El Salvador, pero sí exigimos un posicionamiento por parte de las autoridades salvadoreñas. Como jóvenes nos corresponde denunciar y hacer ver esta problemática que pareciera ser indirecta pero realmente está afectando nuestra principal fuente de agua que es el Río Lempa, nuestras vidas”, enfatizó

El pasado 11 de agosto, el Movimiento Ecofeminista de El Salvador junto a la Asociación de Mujeres Ambientalistas de El Salvador, realizaron un plantón frente al Ministerio de Relaciones Exteriores para exigir a las autoridades del gobierno correspondientes un diálogo con Guatemala para detener el proyecto minero.

Hasta la fecha el Gobierno de El Salvador no se ha pronunciado.

El MEM no reconoce los resultados por carecer de fundamentos legales.

Alrededor de ocho mil personas asistieron a los seis centros de votación que se instalaron en el municipio de Asunción Mita, Jutiapa, para emitir su voto y decidir sobre la continuidad o no de la mina a cielo abierto Cerro Blanco.

El 87.89% de los votos equivalen al “no”, es decir 8,503 votantes, mientras que un 904 votaron por que “sí” se permitiera la instalación del proyecto , siendo equivalente del 10.63%. Asimismo, la municipalidad contabilizó 105 votos nulos (0.23%) y 13 votos en blanco (0.15%).

Pese a los resultados obtenidos el domingo 18, el Ministerio de Energías y Minas de Guatemala afirmó en un comunicado desconocer la iniciativa, considerando que no fue un proceso avalado por el ministerio y carece de fundamentos legales ya que no compete a la municipalidad sino que al Gobierno Central. 

Sin embargo, el Código Municipal hace referencia a que la ciudadanía puede solicitar a la municipalidad un proceso de consulta ante afectaciones en la zona y este debe alcanzar el 20% de la población empadronada para que la consulta sea vinculante.

Nelly Rivera de la Asociación de Mujeres Ambientalistas de El Salvador, AMAES, lamentó que los gobiernos de  Guatemala y El Salvador no tengan estos temas en agenda principalmente porque los efectos de contaminación de los ríos vulnera la vida de las mujeres, por ello insisten que se respete la voluntad del pueblo miteco en los resultados de la consulta

“Nosotras vinculamos el tema ambiental con los derechos de las mujeres, con la vida de las mujeres y por eso queremos incidir y esperamos que no se otorguen los permisos medio ambientales a la mina, no esperamos que nuestro río Lempa se seque para reaccionar, porque es nuestra fuente de vida y de abastecimiento que históricamente como mujeres defendemos, por la vida y nuestra sustentabilidad, porque sino hay agua se tiene que salir a buscarla y muchas mujeres son jefas de hogar lo que les implica un recargo a sus cotidianidad”, agregó.

Por ello, hacen un llamado a los gobiernos para que inicien diálogos y que sustenten el cumplimiento de tratados existentes, que se creen normativas que declaren las fronteras libres de minería.

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