Fotografía de referencia
Redacción Revista La Brújula
Este día se llevó a cabo la audiencia de sentencia donde comparecen integrantes de la Colectiva Amorales, tras ser denunciadas por el profesor de la Universidad de El Salvador, Ricardo Mendoza, por “calumnia y difamación”, delito tipificado en el artículo 177 del Código Penal. Entre los hechos que argumenta el demandante está la interrupción de una clausura del Diplomado Superior en Teatro que él dirige, espacio donde fue señalado como “agresor sexual” por integrantes de Amorales, según detalla en la demanda.
Como parte de la estrategia de defensa se presentaron tres testimonios de mujeres que pertenecieron a dicho diplomado. Los relatos de las mujeres vienen desde la segunda edición (2005-2006). Una de las testigos manifestó haber sufrido tocamientos indebidos en su cuerpo. “Me citó de forma privada a un ensayo, en el que me pidió que llevara un camisón y un hilo, estando ahí, él intentó besarme”, declaró.
Otras de las testigas, participante también del diplomado en la edición 2014- 2015, expresó al estrado que el profesor Mendoza le regaló un par de aretes y le escribía mensajes de texto.
“Yo me sentía incómoda con esas conductas, tenía una relación más personal conmigo que no tenía con las otras personas del diplomado”, aseguró. La joven tenía 19 años, en el momento de los hechos.
En el estrado también compareció una joven de 32 años, según relató, sufrió abuso sexual de Ricardo Mendoza entre 2005-2006, cuando ella tenía 17 años; también cursaba el Diplomado Superior en Teatro.
“Me citó a un ensayo privado, un sábado y me pidió que fuera con ropa de trabajo, pero que llevara un hilo, yo fui, estando ahí me pidió que me recostara sobre la duela, él se subió sobre mí y empezó a quitarse la ropa”, afirmó.
Dos mujeres manifestaron haber sido estudiantes de la UES, una todavía lo es, y explicaron que no denunciaron a Ricardo Mendoza porque no confiaron en las autoridades del Alma Mater, salvo una de ellas que presentó una carta a la Secretaría de Cultura de la UES, pero nunca obtuvo respuesta.
En contraste, la parte acusadora presentó sus testigos para demostrar los hechos por los que demandan a integrantes de la Colectiva Amorales. El profesor Mendoza, aparte de “víctima” en el proceso, fungió como testigo, así lo solicitó el abogado defensor, Miguel Ángel Flores Durel. Mendoza manifestó haber sufrido difamación por integrantes de la Colectiva Amorales en diversos eventos artísticos que ellas realizaban. Como consecuencia, aseguró haber sufrido problemas de salud y familiares. Estima que de 10 a 15 mil dólares le ha costado el proceso judicial.
La abogada defensora, Bertha Deleón, consideró positivos los resultados de esta audiencia “Estamos satisfechas porque tres víctimas del profesor Mendoza han declarado, en calidad de víctimas de acoso sexual, que él ejerció cuando fue profesor del Diplomado Superior en Teatro que se imparte en la UES. Esto obviamente tiene que tener un efecto en el proceso porque las acusadas actuaron en su calidad de defensoras de derechos humanos, tras haber recibido la denuncia de las víctimas; y ante la pasividad de las autoridades universitarias y el miedo de las víctimas por la falta de confianza en el sistema de judicial, ellas las respaldaron, las acompañaron y denunciaron públicamente”, explicó.
La audiencia continuará el viernes 6 de diciembre y se conocerá el fallo. Las integrantes de la Colectiva Amorales podrán ser absueltas o declaradas culpables, en el último caso el demandante solicita 100 mil dólares en daños y prejuicios.
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