La Mesa Permanente por una identidad de género reivindica su existencia en el marco del 28 de junio, Día del Orgullo. Las organizaciones en conferencia realizaron una serie de exigencias al Estado salvadoreño a favor de la población LGBTIQ+.
Texto y fotografías por: Reiny Ponce
Bajo el lema «No existe Orgullo LGBTIQ+ sin personas trans» las organizaciones aglutinadas en la Mesa Permanente por una Ley de Identidad de Género reivindican su existencia en el marco del Día del Orgullo, además de conmemorar esta lucha histórica por el reconocimiento de sus derechos.
La Mesa reconoce la necesidad de visibilización de la población LGBTIQ+ así como el goce de sus derechos mediante las aprobación de leyes como la Ley de Identidad de Género y Ley del Nombre de la Persona Natural.
“La propuesta busca que se nos reconozca según nuestra identidad de género, que podamos hacer la adecuación tanto de nuestro nombre como de nuestro género”, dice Abigail Samayoa, integrante del Colectivo Alejandría.
Desde 2012 las organizaciones y personas trans abanderan la lucha de dichas leyes, pero en 2019 la Asamblea Legislativa archivó la Ley de Identidad de Género, y, aunque en 2021 la propuesta fue actualizada no se tienen avances del estudio y aprobación. En 2022 la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia emitió una reforma para que las personas trans pudieran acceder a la adecuación del nombre en los documentos de identificación, pero la Asamblea no ha acatado la resolución.
“Esto ha traído consecuencias a nivel de la legislación porque no se ha reformado la Ley del Nombre que era lo que se mandataba, tampoco se ha hecho una ley especializada como la Ley de Identidad de Género. Esto lleva a vulneraciones de las personas trans, discriminación y no vemos que vaya a avanzar; y lo importante es que se pueda garantizar el derecho de las personas trans”, explica Dina Martínez de FESPAD.
Ante la falta de legislación a favor de las personas LGBTQ+ y el retroceso de derechos, las organizaciones demandan la garantía de sus derechos en intuiciones como el Ministerio de Salud y de Educación.
“Demandamos que se recupere todo el avance que se había hecho a partir de la lucha histórica de la comunidad para que al momento de acceder al servicio de salud pública no se nos discrimine porque una de las poblaciones que más discriminaciones tiene es la comunidad LGBTIQ+, porque no se nos respeta nuestra identidad de género y no se nos reconoce nuestra orientación sexual. Ese es uno de los factores principales de la deserción escolar de población LGBTI+ del sistema educativo y la educación es un derecho humano, por lo tanto, es indispensable que el Ministerio de Educación retome este aspecto en su currícula y así lograr la inclusión en el sistema educativo”, expresa Samayoa.