La Asociación Mujeres Transformando lanzó un estudio que expone el impacto de las prácticas laborales en la vida y cuerpos de las trabajadoras de las maquilas. Bajo el título “Mujeres en la Maquila Textil: Cuerpos, Vidas y Resistencias”, el estudio permite tener una mirada sin filtros a las condiciones laborales y las luchas diarias enfrentadas por estas trabajadoras, mientras resalta la resiliencia que tienen ante la situación.
Por: Eileen Díaz
Las mujeres empiezan a enfermarse después del año de trabajo, 26% en el caso de las trabajadoras del textil y 22% en el caso de las bordadoras. Otro grupo significativo se enferma después de los 4 años, 30% en el caso de las bordadoras y el 31% en el caso de las trabajadoras del textil. Estos son algunos de los resultados del estudio presentado por la Asociación Mujeres Transformando, el cual revela que las trabajadoras se enfrentan a condiciones laborales precarias, explotación, inestabilidad en contratos e ingresos económicos, violencia y discriminación de género. Las mujeres son pieza clave en las cadenas globales de producción, pero se les niega la participación justa en las ganancias que generan, lo que impacta negativamente en su salud, vida y oportunidades de crecimiento personal.
Las jornadas extenuantes, la asignación de metas inalcanzables y la violencia laboral son prácticas comunes que las convierten en «máquinas de producción» para las empresas, afectando su salud física y mental. La discriminación de género se manifiesta en la falta de reconocimiento de derechos específicos, la ausencia de políticas que equilibren lo laboral y lo familiar, y la violencia de género.
A nivel de distribución por género de las personas ocupadas en el sector textil (56% mujeres y 44% hombres) las cuales se dividen jerárquicamente a lo largo de la escalera corporativa. El bordado y la confección de prendas son trabajos fundamentalmente feminizados, mientras que las posiciones de gestión y dirección son mayoritariamente ocupadas por hombres.
El estudio revela las consecuencias negativas de las políticas laborales de empresas transnacionales y nacionales en zonas francas. Señala que desde que se instaló hace más de 40 años el modelo de producción neoliberal, este ha sacrificado los derechos humanos laborales a interés del crecimiento económico, generando una concentración masiva de riqueza en manos de una minoría.
Justificando con esto que se arrebaten los derechos humanos laborales, se destruyan los cuerpos de las mujeres y se flexibilicen los sistemas nacionales de protección a los derechos humanos en el ámbito laboral. En otros estudios, Oxfam ha denunciado que este modelo de “desarrollo” ha provocado que el 1% de la población concentre el 99% de la riqueza en el mundo”, sometiendo al resto a la pobreza.
A partir del análisis de grupos focales realizados por la Asociación Mujeres Transformando se muestran los efectos en la vida y en los cuerpos de las trabajadoras, quienes denuncian condiciones laborales extremas, como metas de producción inalcanzables en jornadas de 8 horas, obligándolas a quedarse después del horario establecido y sacrificando incluso su alimentación. Además, la mayoría carece de descansos laborales, con solo un pequeño porcentaje que accede a descansos durante la jornada, semanales o en días festivos.
Las empresas imponen un control estricto sobre la producción, utilizando formas de violencia laboral, amenazando con despidos o castigos ante reclamos o incumplimientos de las metas, de esta manera disciplinan los cuerpos de las mujeres, para formarlas en “cuerpos maquiladores” de bajo coste. Esto conlleva daños irreparables a su salud.
A pesar de estas condiciones estructurales, las trabajadoras no se ven como víctimas, sino como agentes de resistencia. Han luchado colectiva e individualmente para denunciar estas situaciones y buscar un cambio significativo en la industria textil. Utilizan diferentes estrategias para resistir a las explotaciones producto de su trabajo, desde organizarse, capacitarse e informarse sobre sus derechos y condiciones laborales, hasta ayudarse entre sí en sus diferentes tareas.
Monserrat Arévalo, de Mujeres Transformando reflexiona que el motivo de este estudio es preguntarnos lo siguiente: “¿Qué significa que esta mujer gane menos?, qué significa que esa mujer con su salario no alcance a cubrir la canasta ampliada?, qué significa para esa mujer y su familia que ella haya estado 12 horas de lunes a sábado en una fábrica y que luego los domingos tenga que lavar y planchar ajeno, porque no alcanza”.
El informe de la Asociación Mujeres Transformando no solo es un hito que muestra la determinación y valentía de las mujeres en las maquilas textiles, sino también es un llamado urgente a la acción de la sociedad, el gobierno y los empleadores para abordar las injusticias laborales, visibilizar las desigualdades de género y promover condiciones laborales justas y equitativas para las trabajadoras de las maquilas textiles.