Mujeres rurales: Resistencia frente al régimen, el cambio climático y el alto costo de la vida

Por: Eugenia Olán

En el marco del Día Internacional de la Mujer Rural y el Día de la Soberanía alimentaria, mujeres lideresas pertenecientes a la Vía Campesina El Salvador y a la Asociación Nacional de Trabajadores Agropecuarios se pronuncian ante la falta de interés del Gobierno por el sector campesino.

La Vía Campesina en 2008 presentó a la Asamblea Legislativa una propuesta para la aprobación y asignación de recursos para la Ley de Soberanía Alimentaria, con la finalidad de garantizar a los y las campesinas acceso a tierras, insumos para la producción libre de impuestos y acceso para paquetes agrícolas a las mujeres.

 

Para Ana María Calles, representante de la Articulación de Mujeres Campesinas, es lamentable que las instituciones gubernamentales no presten atención a las necesidades de esta población, sobre todo ante los contextos de desigualdad que las mujeres rurales históricamente se han enfrentado.

“Somos mujeres trabajadoras de la tierra, la soberanía alimentaria para nosotras no es solo producir o tener acceso a tierra, también va encaminado a la educación, buena salud, vivienda digna, que como vía campesina exigimos al Gobierno se nos cumplan, porque nosotras, las mujeres campesinas, somos la apuesta para la sustentabilidad de nuestras y todas las familias del país”. expresó

Ana María Calles

Mujeres cultivando hortalizas en zona de Santa Ana/  Fotografía. Cortesía ANTA

La búsqueda de una equidad en las tierras para las y los campesinos data desde 1980, luego de la aprobación de la Reforma Agraria que consistió en repartir unas pocas parcelas de tierra a los campesinos, sin garantizarles asistencia técnica, ni apoyos necesarios como el otorgamiento de semillas para siembra.

Hasta la fecha no se ha llevado al pleno legislativo la propuesta.

Los golpes sociales a los que se están enfrentando las mujeres rurales

Desde la implementación del régimen de excepción las mujeres han asumido nuevas tareas de cuidado tanto en su hogar, en sus tierras y en los últimos meses en el acompañamiento a sus familiares detenidos. Denuncian el abuso de poder de los policías y miembros de fuerza armada que intimidan a las y los pobladores de las zonas.

Por ello, hacen un llamado a las autoridades a revisar las solicitudes para la ampliación del régimen de excepción.

“Desde hace seis meses se han llevado a campesinos y campesinas que no están metidos en nada, madres que han llorado a sus hijos porque se los han llevado sin justificación, muchos de ellos eran el sustento, esos son los errores que hay dentro de este régimen, por el simple hecho de vivir en una zona rural se han llevado a nuestros familiares”, mencionaron.

Bajo este contexto, se muestran preocupadas ya que pronto inicia la corta y recolección de café en las fincas y muchas de las trabajadoras temen a ser acusadas por la zona donde viven.

Otra de las afectaciones a las que se enfrentan, es el impacto en sus medios de vida ante el paso de la tormenta tropical Julia, que debido a las fuertes ráfagas de viento, intensas lluvias e inundaciones se reportaron más de 1,000 manzanas de cultivos dañadas, por lo que se estima una pérdida del 18% de la producción de maíz y frijol, el 5% del cultivo del café, lo cual podría llevar a una escasez, agudizando así el precio de la canasta básica.

Los últimos datos que se registran en la DIGESTYC a nivel rural sobre la canasta básica indican un costo de $179.47, con un incremento de $30 en un año.

Ante el impacto de los precios de la canasta básica, las mujeres rurales realizan intercambio de hortalizas en las comunidades/ Fotografía. Ana María Calles

“La libra de frijol antes costaba $0.60 y hoy la encuentro en $1.25, sí es frijol blanco o nuevo la libra hasta $2.50, pero el Gobierno prefiere traer los granos, las frutas, las verduras y eso nos afecta porque viene más caro porque pagan aduana, transporte y luego los que comercializan también le aumentan. Deberian de darles a los campesinos los insumos necesarios para que ellos cultiven y que seamos nuestros propios productores, porque sino las cosas van a seguir aumentando”, agregó una de las representantes de ANTA

Ante esto, hacen un llamado al Ministerio de Agricultura y Ganadería a implementar medidas para reactivar el agro y mejorar las condiciones de vida de las mujeres, ya que la vulnerabilidad del territorio salvadoreño durante el invierno deja al descubierto el abandono social y ambiental al que las mujeres rurales y campesinas están expuestas.