El grito de justicia por las personas detenidas que dejó la marcha del 15S

Familiares, en su mayoría mujeres, de personas detenidas por el régimen de excepción, llenaron las calles durante la marcha del 15 de septiembre, con un clamor de justicia para quienes consideran, han sido capturadas sin pruebas y bajo procesos confusos.

Por: Redacción Revista La Brújula 

Portaban camisas con el rostro de Jorge Luis Vigil, ella, su madre y su hijo. Ambas compartían el cuido del niño mientras acompañaban el bloque del Movimiento de Víctimas del Régimen, MOVIR. «Sara», esposa de Jorge Luís, explicó cómo este fue capturado luego de recibir una llamada anónima.

«Le hicieron una llamada anónima (diciéndole) que era miembro de una mara. Los policías andaban buscándolo en la colonia, pero él no quería huir porque dijo que no tenía que andar huyendo lejos de sus hijos. Él es inocente, no tiene antecedentes penales, es un hombre trabajador», comentó.

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Más adelante, nos encontramos a «María», madre de Vidal Adalberto y José Alfredo Vega González. Ellla, asegura que fueron llevados con engaños por la policía, para luego ser capturados.

«Ellos fueron capturados en mayo. Uno de ellos tenía 9 años de trabajar y del trabajo lo fueron a traer. No le pidieron papeles, solo lo fueron a traer porque le dijeron que querían platicar con él. Cuando se acercó al carro patrulla ahí lo esposaron y lo subieron», relató.

Hasta agosto de este año, organizaciones de Derechos Humanos como Cristosal, FESPAD, el Instituto de Derecchos Humanos de la UCA (IDHUCA), SSPAS entre otros, contabilizaban 3,186 denuncias de abusos de poder durante el régimen de excepción. La mayoría, según las organizaciones, son por detenciones arbitrarias.

La mayoría de casos corresponden a la población masculina en los casos de Cristosal (86.3%), IDHUCA (87.2%), y FESPAD (89.4%). Mientras que la mayoría de denuncias de víctimas mujeres las registra el SSPAS (56.1%), AMATE (60%) y la Red Salvadoreña de Defensoras (90.9%).

En su comunicado, las organizaciones coinciden en que la población entre los 18 a 30 años suman la mayor parte de víctimas de abuso de poder.