Por: Ana Gómez/ Revista La Brújula
El Comité Indígena para la Defensa de los Bienes Naturales de Nahuizalco y organizaciones de Derechos Humanos presentaron ante la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDHH) una solicitud de protección para las personas defensoras del Río Sensunapán que rechazan la instalación de La octava hidroeléctrica.
“Venimos a pedirles las medidas de protección permanentes a nosotros los luchadores y luchadores ambientales que vivimos en en los lugares donde esta esta amenaza que tiene las empresas privadas de la octava hidroeléctrica… vivimos en peligro”
La construcción del proyecto hidroeléctrico llamado “Pequeña Central Hidroeléctrica Nuevo Nahuizalco II” implicaría la extinción de cuatro kilómetros del Río Sensunapán y daño irreversible de al menos 14 lugares sagrados, ceremoniales y de memoria del pueblo indigena, aseguran los y las defensoras de las comunidades de Nahuizalco del departamento de Sonsonate, quienes han velado por la protección y conservación de los patrimonios culturales por 18 años.
"Las personas que defendemos el acervo ancestral desde la perspectiva biocultural merecemos ser tratados dignamente y que el Estado proteja nuestra labor, ya que no solo nos defendemos a nosotras, sino también el patrimonio de toda la nación”
Además, el comité indígena demanda que el Ministerio de Cultura cumpla con las medidas cautelares otorgadas por la cámara Ambiental de Segunda instancia en declarar como Bien Cultural los sitios sagrados identificados por las comunidades indígenas. Así mismo que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales no admita un nuevo estudio de Impacto Ambiental y no otorgue nuevos permisos de construcción del proyecto hidroeléctrico.