“¡No son delincuentes, son inocentes!” afirman familiares de víctimas del Estado de excepción y exigen liberación de sus familiares

Foto: Ana Gómez

Por Ana Gómez/ Red de corresponsales

Familiares de víctimas del Estado de Excepción junto con Asociación de Memoria Histórica Fe y Esperanza e Iglesia Luterana Salvadoreña realizaron conferencia de prensa para exigir al gobierno información sobre sus familiares, una investigación justa y la pronta liberación de las personas detenidas injustamente.

Las familias presentaron sus casos y en los hechos señalaron las detenciones arbitrarias y la falta de información por parte de las autoridades; exigen al presidente y al gabinete una investigación a profundidad para comprobar su inocencia. 

“Son personas que sí aseguramos que son inocentes, por lo cual queremos pedirles a las autoridades, que por favor investiguen exhaustivamente”, afirma el obispo Medardo Gómez de la Iglesia Luterana Salvadoreña.

La Iglesia Luterana Salvadoreña acompañó a familiares de seis personas detenidas bajo el régimen de excepción y que han sido acusadas por agrupaciones ilícitas.

Una de las familiares es Teresa, madre de Estefany, de 26 años, quien fue detenida el 3 de julio en su lugar de trabajo en Ilopango. Los agentes policiales la llevaron a la delegación para responder unas preguntas, sin resistencia se fue con ellos, ya no la dejaron salir. Estefany es egresada de la universidad Don Bosco, en la Licenciatura de Idiomas, era desempleada y trabajaba de manera temporal en establecimientos cercanas de la casa. Se encuentra en la cárcel de mujeres, acusada de agrupaciones ilícitas.

Madre de Estefany pide la pronta liberación de su hija Estefany. Foto: Ana Gómez/Revista La Brújula

Por otra parte, se encuentra María, habitante de la comunidad del Bajo Lempa, ella denuncia la detención de José, su hermano. El 30 de marzo lo llevaron por llamada de la fiscalía, primero le dijeron que en 15 días le dejarían en libertad y luego le dijeron que en 6 meses. 

José se encuentra en el penal de Izalco. María solo una vez ha podido dejarle paquete de alimento e higiene personal, “como dicen que mueven reos de un lado para otro, yo no tengo dinero para andar moviéndome de un lado a otro, necesitamos que nos den una información completa y que a ellos los protegan porque son humanos también” comenta.

También se encuentra Glenda representando a tres familiares detenidos en Jiquilisco, Usulután. El primer familiar es su hermano, Walber de  26 años, técnico de Apicultura, egresado del MEGATEC, La Unión. Fue capturado el 1 de mayo, cuando se dirigía a su casa. Glenda preguntó la razón de su captura a lo que le respondieron que fue bajo el régimen de excepción y le consideraban sospechoso de agrupaciones ilícitas. Walber está detenido en el penal de Mariona. Glenda sigue sin conocer las condiciones de su hermano dentro del penal.

La hermana de Glenda también fue detenida. El 8 de mayo,  llegaron diez agentes policiales a casa de Reina de 32 años. Fue llevada a cárcel de mujeres y trasladada hace 15 días al penal de Apanteos, no sabe de su salud o integridad física. Reina trabajaba en su propio negocio y vivía con sus dos hijos adolescentes de 15 y 12 años.

Además,Glenda habló de Rigoberto, su sobrino, de 24 años. El 11 de mayo cuando regresaba a su casa, en un retén, lo esposaron y lo capturaron. Rigoberto es padre de un bebé de seis meses. También se dedicaba a la apicultura, en siembra y producción de camarones. Lo han asignado al Penal de Izalco. 

“Le exijo al gobierno que libere a las personas que son inocentes y su gabinete sabe que son personas inocentes, que se las han llevado vivas y muy probablemente las entreguen muertas”, demanda Glenda.

Glenda ha recolectado las pruebas necesarias para demostrar la inocencia de sus familiares, queda a la espera de las autoridades. Foto: Ana Gómez/ Revista La Brújula

Esta realidad la comparte Marvin, un padre de familia de más de 60 años, dio a conocer el caso de su hijo Francisco, detenido en Sonsonate, trabajaba como conductor de Uber. Fue detenido en ese mismo departamento cuando realizaba un viaje. Su padre relata que Francisco ha sido trasladado varias ocasiones; primero estuvo en el penal de Sonsonate, lo pasaron al penal de Izalco, luego lo llevaron a Mariona y últimamente lo trasladaron al penal de  Quezaltepeque.

El obispo Medardo Gómez, llamó a las autoridades para que busquen la manera de demostrar que sí están actuando con un verdadero respeto a los derechos humanos y están siguiendo los procesos debidos de cada caso.

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