Masacre del Río Sumpul: 42 años exigiendo verdad, justicia y reparación

Cientos de personas caminan a través de piedras sueltas, veredas, solares y a las orillas del Río Sumpul para asistir a la conmemoración del 42 aniversario de la masacre ocurrida el 13 y 14 de mayo de 1980. Durante la  marcha las abuelas sobrevivientes relatan a quienes las acompañan como recorrieron las montañas para escapar del ejército. Esta peregrinación de sobrevivientes, familiares de víctimas, poblaciones de los alrededores y diferentes representantes de organizaciones parte todos los años hacia el caserío Las Aradas, municipio de Ojos de Agua, Chalatenango. 

 

En ese lugar, según el reporte de la Comisión de la Verdad “De la Locura a la Esperanza, al menos 300 personas fueron asesinadas como resultado de un operativo militar conjunto por miembros de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES), Guardia Nacional, grupos paramilitares de la Organización Nacional Democrática (ORDEN) y la Fuerza Armada de Honduras (FFAA). Sin embargo, sobrevivientes y familiares de las víctimas, tras años de trabajo, han identificado a más 600 personas asesinadas, entre ellas mujeres, hombres, ancianas, ancianos, niñas y niños. 

 

El 29 de abril, del presente año, el Instituto Medicina Legal entregó osamentas a familiares de seis víctimas del operativo militar.

 

En Las Aradas se ha realizado un memorial para las víctimas de la masacre, esto debido al esfuerzo de la organización de las comunidades. 

 

Durante el acto de conmemoración la Asociación Sumpul, Caritas Chalatenango, C.C.R El Salvador, ACISAM, CORDES, ProBusqueda, CRIPDES, Tutela Legal, Diócesis de Chalatenango y Jóvenes de Nuevo Teatro expresaron, a través de un comunicado, que “la justicia ha sido lenta para las familias de las víctimas”. Aseguran que en 1992 interpusieron una demanda ante el Juzgado de Primera Instancia de Chalatenango y aún no se han imputado cargos contra los militares responsables de la masacre. Proceso que han sostenido durante 30 años. 

 

 

Mirian Ayala, sobreviviente de la masacre, sostiene que las mujeres vivieron de forma diferente los conflictos, » Las mujeres sufrimos más todavia. Andabamos a los niños en la nuca a nuestras hermanas, sobrinos, etc».  

 

Asimismo, lamentaron que ninguno de los gobiernos post guerra no hayan realizado medidas adecuadas para atender a las demandas de justicia de sobrevivientes y familiares de las víctimas. Además, mencionaron que las demandas han sido obstaculizadas por leyes como: Ley de Amnistía General de 1993 y la Ley de Justicia Transicional, Reparación y Reconciliación Nacional, puesto que consideran como instrumentos de protección a victimarios, que buscan borrar eventos deplorables de la historia del país y exonerar a responsables por delitos de lesa humanidad. 

 

Lorena Martinez, presidenta de la Asociación para el Desarrollo de El Salvador (CRIPDES), explica que realizar las conmoraciones es importante ya que conectan con la Memoria Historica y demandar reparación- justicia- ante estos hechos. 

 

Por lo tanto, la Asociación de de Sobrevivientes del Río Sumpul y otras masacres de Chalatenango, acompañada de organizaciones sociales demandaron: 

  • Acceso a la justicia: exigen que el Juzgado de Paz de Ojos de Agua Chalatenango, el Juzgado de primera instancia de Chalatenango, Fiscalía General de la República, la Corte Suprema de Justicia y el presidente de la República en su calidad de Comandante en Jefe de la Fuerza Armada asuman la debida responsabilidad en la Masacre del Río Sumpul y cumplan con prontitud y eficiencia la aplicación de justicia. 
  • Verdad y reparación moral: que el Estado salvadoreño reconozca la veracidad de los hechos tal y como han sido documentados, sin revictimizar a sobrevivientes y familiares. 
  • Reparación material: garantizar pensión digna a sobrevivientes de la población civil. Que se implemente programas de salud mental hacia sobrevivientes y familiares así como proyectos de vivienda, salud y educación superior. Crear espacios dignos de recreación. 

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