Necesitamos más psicólogas feministas- por Dinora Torres

Por: Dinora Torres

Desde mi experiencia como profesional de la psicología, me doy cuenta de la gran necesidad que existe de la aplicación de la psicoterapia feminista, como una alternativa a la atención de la salud mental de las niñas, adolescentes y mujeres. Para ello será necesario analizar la relación entre la psicología, sus aportes científicos y disciplina dentro de la academia; por otro lado, el feminismo como teoría crítica, movimiento social y discurso político que lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

Los aportes desde la academia han sido importantes para el desarrollo del conocimiento y realidad de las mujeres, sin embargo, los feminismos nos permiten reflexionar sobre el pasado histórico de la psicología, construida en bases masculinizadas, sexistas, androcéntricas y patriarcales. La invisibilización de las mujeres en la historia que aportaron a la psicología como científicas del conocimiento, esto reflejado en las experiencias desiguales, opresión y resistencia de todas aquellas que no se nombraron. 

No existe una psicología sin mujeres, a pesar de las pocas que han sido nombradas y reconocidas como autoras referentes en las aulas de clases en las diferentes universidades. Para construir psicología feminista, debemos recuperar el mérito histórico, nombrar las contribuciones y situarlas con el reconocimiento que merecen.

Lo anterior, también requiere consciencia, voluntad y compromiso para iniciar un camino de deconstrucción que nos permita despojarnos del aprendizaje que tiene como base el androcentrismo y el patriarcado. Resulta necesario mencionar que por este tipo de aprendizaje existen muchas (os) profesionales con falta de ética, insensibles y poco empáticos en la atención psicológica hacia la niñez, adolescencia, mujeres y población LGBTIQ+.

La perspectiva de género nos permite la sensibilización, el desarrollo de una conciencia más crítica y necesaria para acompañar procesos terapéutico horizontales, que centren la salud mental y atención integral como punto de partida; Además de analizar aspectos biológicos, psíquicos y sociales y que el fin terapéutico vaya orientado a fomentar el empoderamiento, crecimiento personal para la toma de decisiones que generen bienestar en la vida de las y los pacientes para que sean protagonistas de su propia vida.

Entonces ¿Por qué necesitamos más psicólogas feministas? Necesitamos profesionales sensibilizadas, empáticas y con conciencia social que comprendan que la socialización de género, la construcción de valores, sexualidades, maternidades, el trabajo doméstico, del cuidado y otros mandatos de género tienen gran influencia en la identidad, en las relaciones que se establecen y las vivencias individuales y sociales. Me atrevo a decir que detrás de cada historia de las mujeres hay experiencias traumáticas derivadas de abusos sexuales, violencias, abandono, represión y control, que se convierten en culpas, vergüenza, dependencias, depresiones, trastornos de personalidad y hasta suicidios inducidos.

Necesitamos integrar nuevas visiones metodológicas para comprender que es necesaria una psicoterapia feminista, que nos permita usar las gafas moradas, no revictimizar, creer en el testimonio de las víctimas y sobre todo el reconocimiento como sujetas plenas de derechos. Si logramos esto, seremos capaces de comprender el sentir, pensar y actuar de mujeres y hombres libres de estereotipos y prejuicios de género y continuar abriendo caminos de investigación para el análisis y reflexión en los ámbitos sociales y evolutivos. 

Compañeras terapeutas, necesitamos seguir creando espacios seguros, sororarios, de reconocimiento, respeto y diversidad para todas y todos, contribuir en la construcción de una visión psicológica más integradora y humanista, no solo en su teoría sino también su práctica. Como bien dice Marcela Lagarde “Una buena terapia es un recurso de vida, es un sentido de proceso y nos coloca en un camino de autoafirmación muy importante”

Dinora Torres es psicóloga feminista y defensora de derechos humanos. Dedicada a trabajar en la prevención, atención y protección de los derechos humanos de la niñez, adolescencia, mujeres en condiciones de vulnerabilidad y población LGBTIQ+.

2 Comments

  1. Yo me he formado en derechos humanos, he recibido formación en derechos de las mujeres con ISDEMU. Y soy psicólogo, el compromiso desde la ética de la profesión y el respeto a la dignidad humana es esencial. Las corrientes más que nada, buscan salvaguardar la integridad y la dignidad Psicologica como derecho.
    Podría agregarle a su iniciativa: «compañeras y compañeros», el feminismo no es solo para un género como bien los dice, o dentro de las categorías de los movimientos LGBTIQ.
    El feminismo a construido el concepto de «Nuevas masculinidades» y también es importante hacer mención sobre ello. Así el mensaje se vuelva más integral.

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