Queremos vivir sin miedo –Por Azul Rodríguez-

Foto/Reina Ponce

La violencia contra las niñas es un tema que la mayoría evita, los padres, los familiares, etc., no hablan de este tema, lo borran o lo ignoran y aunque sea un tema difícil del cual hablar hay que tratarlo ya o después será muy tarde.

Las adolescentes y las niñas sufren todo tipo de acosos y abusos en todos lados, en las calles, en los colegios, en las iglesias hasta en sus propias casas y parece que simplemente lo esconden de sus vistas y sus mentes, pues no se ha hecho justicia por las que ya pasaron por estas situaciones.

Llegamos a tal punto que puede ser una niña de 7 años o una adolescente de 15 años la que reciba algún tocamiento indebido por parte de un desconocido en el autobús, en el centro comercial o simplemente caminando en la calle te dicen piropos, te silban o te hacen alguna cara asquerosa.

En este momento hay niñas que están sufriendo abusos y otras probablemente quieran denunciarlo, pero, aunque lo hicieran son criticadas, sus mamás son culpadas y los hombres siempre quedan libres, y ellas son obligadas a volver a la casa de aquel abusador y ese tema no se vuelve a hablar más.

En la cuarentena salió a la luz que el lugar más común de donde reciben abusos es la misma casa de las pequeñas en la que viven con sus padres, tíos, primos, abuelos y hermanos. En ese lugar siempre ocurren abusos a escondidas de la madre y si quieren hablar habrá consecuencias.

Hay que mencionar también el aumento de las desapariciones de niñas donde son alejadas de su entorno seguro, son privadas del amor de sus madres y no sabemos dónde están o qué tipo de abusos están sufriendo.

Queremos que todas y todos vean como niñas de 6 años son tocadas por sus familiares o por algún desconocido y ellas no pueden responder porque no saben que les está pasando. Queremos que vean como niñas de 9 años quedaron embarazadas por una violación cometida por un familiar y fueron obligadas a parir y ahora tienen que cuidar de un bebé y no pueden disfrutar de su infancia.

Queremos que se castiguen a los abusadores y que a las niñas se les garantice un lugar seguro, que no se les obliguen a parir por producto de violación; queremos una respuesta por parte de las instituciones y saber el paradero de las niñas desaparecidas; queremos jugar en las calles, queremos estudiar y tener una infancia alejada de tanto miedo.

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