Tres años de la muerte de Beatriz, mujer que luchó por su vida, pero el Estado salvadoreño le falló

Foto/Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto

“Yo quiero vivir” esa era la frase que Beatriz expresó desde el primer momento. Una mujer joven de 22 años, que se enfrentaba a un embarazo que no era viable, ponía en riesgo su vida; a pesar del absurdo que representaba el continuar con el embarazo, el sistema de salud y el sistema de justicia salvadoreño no pudieron entenderlo” Sara García.

Beatriz es  la mujer que abrió el debate público sobre despenalizar el aborto para salvar la salud y vida de las mujeres. Ella padecía lupus erimatoso discoide, un trastorno en el que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error el tejido sano afectando a la piel, las articulaciones, el cerebro y otros órganos.

Un embarazo bajo esas condiciones de salud ponía en riesgo su vida, además el producto era inviable, tenía anencefalía, fuera del cuerpo gestante solo podría sobrevivir unas horas. El deseo por vivir de Beatriz la llevó a solicitar al Estado salvadoreño la interrupción del embarazo, sin embargo, le fue negado.

Tres años después de su muerte a causa de un accidente, hablamos con Sara García, activista, feminista y defensora de derechos humanos que acompañó a Beatriz en la lucha por la interrupción de su embarazo y con el doctor Guillermo Ortiz, médico de Beatriz que luchó buscando las formas legales de interrumpir el embarazo para salvar su vida.

Foto/Jorge Menjívar 

¿Cuál fue el impactó del caso de Beatriz en la lucha por la despenalización del aborto bajo cuatro causales, específicamente en las causales de salud?

Doctor Ortíz: Marcó un antes y un después en el tema, se pudo hablar abiertamente acerca de una realidad que antes del caso en el área de salud, específicamente en los hospitales, incluso en el hospital más grande en atención a mujeres, era algo tabú, no se abordaba ni con los estudiantes. El caso de Beatriz le puso cara a lo que libros y las estadísticas decían. Representaba para nosotros un basta ya, habíamos tenido, en lo personal una serie de casos durante mi estadía en el hospital, cerca de 20 años, mirando como las mujeres seguían la ruta de una enfermedad que el embarazo la agravaba, muchas veces nos tocó ver mujeres que fallecían.

De hecho, unas semanas antes del caso de Beatriz recibimos a una joven de 17 años que había estado consultando con su médico, por quien yo conocí el caso, ella tenía una enfermedad renal, y se estaba agravando porque el embarazo estaba avanzando, el camino era la interrupción, sin embargo, sabemos que eso no era posible, pero ella llegó con un cuadro muy complicado al hospital, falleció el siguiente día cuando la estábamos cambiando de camilla.  Tenía cinco semanas. Fue muy difícil, cuando hablamos con los padres, el padre me dice que en algún momento quiso que interrumpiera el embarazo porque sabía los riesgos, pero ella y su madre no quisieron por temor a ir presas.

Los médicos a cargo del control por su problema renal no le informaron de forma clara que no podía embarazarse, le dijeron que si se embarazaba corría riesgo, pero no le indicaron medicamentos (…) no le habían dado educación en salud sexual y reproductiva adecuada. En ese momento nos pusimos muy triste, en lo personal me prometí que, si llegaba un caso parecido al de esta joven, no dejaría que pasara lo mismo si en mis manos estaba poder evitarlo, así fue como llegó el caso de Beatriz y decidí apoyar buscando las formas legales de la interrupción.

"No deberian de deajar que le pase a otras mujeres lo que me pasó a mí, que permitan que cuando la persona está mal, y está embarazada y si el embarazo no está bien que lo interrumpan, para que no le pase nada a las personas, así como me pasó a mí" Beatriz. 

¿Qué impacto tuvo en el movimiento feminista y la demanda por la despenalización del aborto?

Sara García: Decimos que la historia de Beatriz es un parte agua en la lucha por la despenalización del aborto porque fue en 2013 en que la sociedad salvadoreña conoció la gravedad que tiene la penalización absoluta del aborto, una legislación que solo promueve discriminación y odio para las mujeres.

Para el caso de Beatriz nos organizamos las feministas, las organizaciones defensoras de derechos humanos en un espacio que se llamó “Beatriz tiene derecho a vivir”. Para acompañar su lucha, su decisión, un movimiento grande a nivel nacional e internacional, la solidaridad feminista que trasciende las fronteras estuvo pendiente cada uno de los momentos que Beatriz lucho contra este sistema misógino y contra la justicia patriarcal.

Creo que la historia de Beatriz ha impactado en todos los procesos de lucha, unos años después de su caso se presentó una propuesta en la Asamblea Legislativa para despenalizar el aborto bajo cuatro causales, dos de ellas tiene que ver con Beatriz, las causales de salud. Creo que la Asamblea y el Estado no puede olvidar lo que ella vivió. Pero sabemos que hay muchas Beatrices que enfrentan la realidad, que ese enfrentan a embarazos de alto riesgos, ectópicos, que necesita una interrupción, pero no lo pueden hacer, el gremio médico tampoco lo puede hacer, por la ley restrictiva.

¿Qué lecciones se han aprendido a partir del caso de Beatriz?

Dr. Ortíz:  Me parece que deja muchas lecciones aprendidas, pero queda el sin sabor que no pudimos ayudarle cuando ella lo estaba solicitando, tuvimos que esperar mucho tiempo, y ese tiempo a ella le causó una afección emocional irrecuperable, si bien es cierto los daños físicos pudieron ser controlados, unos no tantos como otros, el problema renal no fue del todo igual, tuvo más problemas. Una de las lecciones aprendidas es que en nuestro medio la salud mental es muy poco apreciada, estamos muy costumbrado al dolor al sufrimiento que lo hemos normalizado, y el hecho que una joven, una niña esté atravesando un problema por un embarazo impuesto o un problema grave por gestación y que no podamos ayudarle, prácticamente que sea su destino aguantar, esperar y sufrir es algo que no tiene mayor importancia de las personas que están alrededor de la salud.

Desafortunadamente para algunos compañeros si no hay sangre, daños de órganos todo está bien, pero el daño emocional, esas cicatrices emocionales que quedan para toda la vida, no son vistas, más que por las personas y la familia que sufre la situación.

Sara García: A tres años de su muerte la recordamos con dolor porque tuvo que vivir todas estas injusticias, ese accidente que tuvo no era mortal, pero debido a la vulnerabilidad, su cuerpo, por toda la historia, lo que había atravesado, ella fallece, y a 3 años de ese día la recordamos, recordamos su fuerza, su historia, también la recordamos para colocar las injusticias que este Estado cometió, Beatriz no pudo conocer la justicia, la reparación, sin embargo nosotras seguimos luchando por eso, por su familia, sus hijos.

La Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, la Colectiva Feminista y otros organismos internacionales que acompañaron a Beatriz realizan un memorial en el aniversario de su muerte. “El memorial es para que no olvidemos: esta historia seguirá existiendo hasta que no cambie la ley que penaliza de manera absoluta el aborto”, opina Sara García.

 

 

1 Comment

  1. Una pregunta si la condición de ella era tan delicada, porque los drs y profesionales no le advirtieron de lo riesgos de quedar embarazada, sino que olímpicamente después, lo más sencillo y rápido, » aborto «.

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