Foto tomada de Internet
Por Clanci Rosa
Dos organizaciones que trabajan por los derechos de la primera infancia, «Mamás Lactantes» y «Padres Activistas», han enviado una carta a la primera dama de la república, Gabriela de Bukele, solicitando que se permita a las madres con hijos en edades de primera infancia y sobre todo lactantes permanecer en casa.
Beatriz Rosales es doctora y «mamá lactante», desde que inició la emergencia por el COVID-19 hace turnos dobles en el hospital donde labora «como personal de salud estamos expuestas en primera línea contra la pandemia, mi mayor miedo es adquirir el virus y transmitirlo a mi hija de un año», expresa. En ese mismo hospital hay otras 12 mujeres que amantan a sus hijos e hijas en edades de la primera infancia.
El caso de Beatriz y el de otras mujeres lactantes que trabajan en la emergencia, ha movido a la organización de «Madres lactantes» y «Padres activistas» a solicitar apoyo a la primera dama, Gabriela de Bukele, quien en febrero de este año lanzó la Política de Primera Infancia.
“Nuestra solicitud es que se permita a las madres con hijos en edades de primera infancia y sobre todo lactantes, la oportunidad de permanecer en casa independientemente del campo laboral, y además, crear un mecanismo para la verificación de que esta situación se cumpla” manifiestan en la carta.
En la sesión del jueves 16 de abril la Asamblea Legislativa aprobó el Decreto 630, una normativa que permite a parejas que se dediquen al sector salud y tengan hijos con edades de la priemra infancia, a que trabaje solo uno (el o ella) y la otra persona se quede en casa con el total de su salario. En el caso de las madres solteras recibirán un incentivo del 20% hasta que termine la emergencia, dicta la normativa.
Sin embargo, el presidente Nayib Bukele aún no sanciona dicho decreto y al contrario ha vetado el Decreto 620 que buscaba mejorar las condiciones de las personas trabajadoras de la salud “esperamos que este decreto lo sancione y no lo vete. Porque antes de ser trabajadores de salud somos madres y padres de familia vulnerables al contagio y por ende a infectar a nuestro tesoro más preciado: nuestros hijos. Este virus no es un microorganismo nivel 1, como una simple gripe, es casi un nivel 4 de riesgo, con alto índice de mortandad, por eso nuestro miedo y deseo de proteger a nuestros pequeños, explica Eugenia, que trabaja en el área de procesamiento de las pruebas de Covid-19.
Cabe destacar, que el Decreto 630 no cubre toda la demanda de madres lactantes, porque solo aplica «si ambos cónyugues se dedican al sector salud», es decir, no se extiende a otras ramas de trabajo:
“Nos han escrito madres policías que están lactando y deben seguir trabajando, la medida debe extenderse a todas las áreas que están laborando en la emergencia para garantizar los derechos de la primera infancia” expresa, Karen Castro de Mamás Lactantes.
Lactancia materna derecho de la primera infancia
La solicitud la respaldan en el Art. 28 de La LEPINA que establece “la lactancia materna es un derecho del niño y una obligación del Estado garantizar su práctica”, por tanto consideran que el Estado debe garantizar a toda la primera infancia este derecho.
“Soy médico de corazón y pongo en ello mi vida, pero ahora un pequeño corazoncito palpita al lado mío, cada noche que puedo ver a mi hijo, me aterra presentarme a los turnos pensando que podría ser la última vez que vea a mi niña. Como dicen, ‘yo ya viví mucho’, pero ella aún me necesita”, expresa Beatriz.
Esta es la misma situación de María (nombre ficticio), que por la emergencia tuvo que mudarse donde su mamá, ya que en su colonia prohibieron las visitas y ella (su madre) llegaba a cuidar al niño, “el problema es que acá viven cuatro personas adultas mayores, tanto mi pareja como yo salimos todos los días y estamos expuestos a contagiarnos y venir a contagiar a la familia, en mi trabajo me han puesto turnos de 24 horas, además voy a un Centro de Contención cada cuatro días” detalla.
Desde que María tiene doble turno, amamantar a su hijo es más complicado “el primer día fue bien difícil, pues jamás había dejado a mi hijo y él me busca por la noche para dormir, porque se duerme mientras le doy lactancia materna” expresa.
Otro temor de María es que su pareja también se contagie por el trabajo que realiza en territorios “imagínese que desgraciadamente ambos nos contagiamos, nuestro hijo quedara sin padres. Es duro pensarlo y sabemos que para él también es difícil porque a su edad no entiende por qué no vengo a dormir a casa cuando tengo turno y por qué me toca hacer un gran protocolo para poder abrazarlo y cargarlo” enfatiza.
“Apoyo la propuesta porque si ambos padres trabajan para ayudar a combatir la epidemia, es justo que uno se pueda quedar al cuidado de los niños, ya ellos también son una población vulnerable, y hoy con el anuncio de la muerte del niño de 4 años se me hizo el corazón pequeño”. Señala Beatriz.
Karla y su esposo también se dedican al área de salud, tienen una niña de 1 año “nosotros nos relevamos para el cuido de nuestros hijos, el mayor tiene 8 y la menor 1 año. Mi pareja los cuida de día y yo de noche, no contamos con otra persona que nos ayude, en ese sentido la emergencia del COVID nos viene a desestabilizar, ya que mi esposo trabaja en área hospitalaria y a partir de mayo estará en contacto directo con los casos. Como medida preventiva y para proteger a los niños hemos optado porque a partir de esa fecha mi esposo no venga a casa» expresa.
Pero esta medida implica que Karla sea la única a cargo del cuido y el resguardo de su hija e hijo, lo cual no es una molestia, pero ella seguirá trabajando en el Hospital por tanto tiene miedo de infectarse:
“Si eso llegara a pasar, mis hijos que son sujetos de derechos quedarían solos en casa, porque me enviarían a cuarentena, y con la alta exposición de mi esposo, probablemente a él también, necesitamos que se piense en nuestras familias” señala.
Además, expresa que en el caso de un posible contagio o cuarentena eso podría significar el abandono de la lactancia materna “he luchado por mantener la lactancia materna porque trabajo fuera de casa” enfatiza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que las mujeres aún con COVID-19 pueden amamantar a sus hijos e hijas si así lo desean, para ello brinda algunas recomendaciones:
- Observar una buena higiene respiratoria mientras amamanta a su bebé, usando mascarilla, si hay mascarillas disponibles;
- Lavarse las manos antes y después de tocar el bebé;
- Limpiar y desinfectar de manera rutinaria las superficies que haya tocado.
Además, la OMS recuerda que todavía no hay conocimeinto si una mujer embarazada puede transmitir el virus a su feto o bebé durante el embarazo o el parto. «Por ahora, no se ha detectado al virus en muestras de líquido amniótico o leche materna» informan.
Por eso la carta enviada a Gabriela de Bukele también contempla el diseño de un protocolo de atención para los casos en donde una madre lactante se infecte del COVID-19 “es necesario que se le permita continuar con su lactancia siguiendo las indicaciones de higiene y teniendo en cuenta que hay mayor riesgo en el lactante si este fuera alejado de su madre” manifiestan en la carta.
Agregan, la elaboración de un Plan de Salud donde se considere las consultas prenatales a madres embarazadas “pues muchas de ellas manifiestan temor ante la suspensión de controles prenatales al no conocer cómo se desarrolla el crecimiento de su bebe” señalan.
La carta ha sido enviada a la primera dama, no obstante no han recibido respuesta de ella directamente.
Hola si seria bueno que no fuéramos las lactante porque hay riesgo de contagiarnos y contagiar a nuestros bebes