¿Porque marchamos este 8 de marzo?

Fotografía/Archivo

Por Keyla Cáceres

El 3 de mayo de 1908 en el teatro Garrick de Chicago, se organizó un acto denominado «Día de la Mujer», presidido por destacadas mujeres socialistas, 16​ será el 28 de febrero de 1909 cuando se celebre por primera vez en Nueva York, Estados Unidos el Día Nacional de la Mujer organizado por las Socialistas tras una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos en honor a la huelga de las trabajadores textiles de 1908 en la que protestaron por las penosas condiciones de trabajo (Chicago y Nueva York).17​ Unas 15 mil mujeres marcharon por la ciudad de Nueva York exigiendo una reducción de la jornada laboral, mejores salarios y derechos de voto. Clara Zetkin a la izquierda y Rosa Luxemburgo a la derecha, de tendencia comunista, fueron pioneras en pedir que se revalorizasen los derechos de las mujeres.

Por eso es importante cada día recordarnos de donde viene el 8 de marzo, no es para celebrar con un regalo que astutamente el sistema capitalista ha logrado colocar como un día comercial, así como el llamado día de las madres, hoy en día El Salvador es el país más peligroso de América Latina, para las mujeres tenemos una tasa de 6.8% de feminicidios colocándonos en el primer país de la región con más feminicidios en el 2019, a eso se le suma la penalización absoluta del aborto como una de las deudas histórica que el Estado salvadoreño no logra solventar con las niñas víctimas de violencia sexual y que a raíz de eso terminan en el suicidio, maternidad forzada y un círculo de pobreza como de diferentes violencias por el hecho de que hay legisladores conservadores que antes que legislar  por la salud y vida de las mujeres.

A esto se le suman las múltiples demandas que el 8 de marzo. Diversas mujeres demandan al Estado que cumplan con su trabajo de garantizar los mínimos derechos que cada ciudadana se merece, cada día que pasa en el año nos recuerdan las autoridades y los diferentes poderes fácticos que somos ciudadanas de segunda categorías, la criminalización de las defensoras de los derechos de las mujeres nos encontramos en riesgo con la naturalización de la violencia desde los diferentes ámbitos, el caso de las Amorales nos demuestra que la misoginia esta impregnado en el sistema judicial, cancelar la 12 veces una audiencia de una niña de 12 años que ha sido violada por su padrastro nos recuerda que no le importamos al sistema, por eso y muchas demás más es que nos tomamos las calles.

Como un acto de reivindicación, de coraje, con el legado de Prudencia Ayala de romper con el imaginario instalando de un sistema patriarcal y capitalista que nos arrebata las vidas de las mujeres, el presidente de la república debe de prepararse porque en este país los derechos de las mujeres no se negocian porque nadie nos lo ha regalado, ha sido la lucha de miles de mujeres que este 8 de marzo las traemos a través de la memoria.

Resistimos a la guerra.

Machete al machote.

Autodefensa feminista.

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