Las Comunidades Flor Mangle y el Condadillo señalan que el proceso del despojo de sus tierras agrícolas y viviendas para la construcción del Aeropuerto del Pacífico les ha afectado debido a las pérdidas de sus ingresos en la agricultura y en la indemnización que no representa el valor de sus tierras, dejándolos sin oportunidad de conseguir otra vivienda. Señalan también que la deforestación para este proyecto pone en peligro la vida del Manglar del Estero El Tamarindo.
Por: Ana Gómez
El Movimiento Indígena para la Integración de las Luchas de los Pueblos Ancestrales de El Salvador (MILPA), denunció las afectaciones de 225 familias de las comunidades Flor Mangle y el Condadillo, en el departamento de La Unión, debido al proceso del despojo de sus tierras agrícolas y de viviendas que realiza la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), para la construcción del Aeropuerto del Pacífico.
Habitantes afirman que CEPA ha irrespetado el proceso en el desalojo de sus tierras y que sus derechos a la consulta libre e informada, asesoría legal, una indemnización justa por sus tierras, a una vida digna, a la soberanía y seguridad alimentaria, han sido violentados.
En tres años, la pérdida de la producción de granos básicos y hortalizas es de 2 millones de dólares, afectando gravemente a la economía de las personas de Flor Mangle y el Condadillo. “Las familias se mantienen del mar y de la agricultura” dijo Elmer Martínez, integrante de MILPA.
Otra de las denuncias que realizaron es la injusta compensación de las familias que serán afectadas por la construcción, ya que el pago es muy poco al valor real de sus tierras y no les alcanza para pagar una vivienda en otro lugar, debido a los altos precios.
“La cantidad que me dan por una manzana de tierra y un lote, yo no compro ni tan siquiera un lote de 10 x 20 con el precio de $25 mil y lo que ellos me dan es la mitad de eso”, señaló Miguel Carranza, integrante de MILPA.
Además de las vulneraciones a sus derechos económicos y sociales, la construcción del Aeropuerto del Pacífico pone en riesgo al manglar del Estero El Tamarindo y toda la biodiversidad que sostiene mediante los servicios ecosistémicos que brinda.
MILPA solicitó al gobierno que detenga estas vulneraciones de los derechos humanos de las comunidades de la franja costera marina, que se respete la legislación ambiental para detener la deforestación del Manglar El Estero El Tamarindo y que la Fiscalía General de la República investigue las irregularidades en la compensación de las familias afectadas por el Aeropuerto del Pacífico.