Celia Medrano es candidata a la Vicepresidencia de la República por el partido Nuestro Tiempo. Reconocida por su labor en la defensa de derechos humanos; de profesión es periodista y especialista en administración gerencial, incidencia y políticas públicas. En 2020 formó parte de la lista de cinco personas para presidir la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, siendo la única mujer.
Celia ha sido parte de organizaciones de sociedad civil e instituciones del Estado como Cristosal, el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia, el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Federación Luterana Mundial, el Sistema de Integración Centroamericano. Es consultora en derechos humanos y además ha realizado diversas publicaciones en medios de comunicación.
Revista La Brújula conversó con Celia Medrano para conocer su motivación para participar en las elecciones, su valoración con respecto a la reelección y las propuestas del partido Nuestro Tiempo sobre las problemáticas del país en torno a los derechos humanos.
Por Reiny Ponce
Celia, nos parece importante entrevistarla porque opta al cargo de vicepresidenta y queremos conocer su valoración sobre algunos temas.
La primera pregunta que he planteado, es ¿qué la motivó a participar en estas elecciones presidenciales?
El momento político. No son unas elecciones normales, se realizan en medio de un régimen de excepción ya permanente, no hay ninguna independencia de poderes, un Órgano o un juez electoral independiente y cualquier voz crítica está sometida a una serie de acoso por parte de quienes dominan la narrativa oficial y gastan millones en propaganda proselitista para difundir engaños, saturando a la población de una sola narrativa.
Algunas opiniones sugieren que participar en estas elecciones es de alguna forma validar la participación inconstitucional de Nayib Bukele ¿Qué opina usted sobre esto?
Probablemente esta sea la última vez que la población podrá decidir entre la continuidad del autoritarismo que ya vivimos en el país o la democracia. Hay que dar lucha como mujer, como activista y defensora de derechos humanos, y sobre todo, como una propuesta no vista desde un liderazgo único, mesiánico, sino como una fórmula presidencial que fue planteada desde organizaciones de la sociedad civil.
Al final de cuentas nos estamos jugando la continuidad del autoritarismo o la democracia. En la papeleta, la gente merece tener una opción diferente a una candidatura única y eso no es hacerle el juego ni legitimar a esa candidatura inconstitucional, por el contrario es resistir en estos momentos, en la defensa de la democracia por vías democráticas.
Con respecto a lo que ha comentado ¿Qué cambios son necesarios hacer en el sistema democrático del país?
No gozábamos de una democracia plena, hay que cambiar una situación donde la corrupción ha reinado y continúa reinando en el marco de los sectores que toman decisiones.
Esas son acciones que desde el Ejecutivo y Legislativo pueden marcar cambios. Estamos hablando de un sistema que promueve la corrupción como parte del quehacer político y somos muy pocos los que queremos, a partir de nuestra práctica y con nuestro ejemplo, demostrar que la política no debería de vincularse con la corrupción sobre la base de intereses partidarios o de grupos de poder.
No podemos depender únicamente de periodos electorales para generar cambios, pero sí debemos entender que los periodos electorales son parte de los cambios a los que queremos apostar y por los que estamos luchando desde hace muchos años.
Han sido pocas las mujeres que deciden optar por este tipo de cargos. ¿Cuál es su valoración respecto a esta participación y el papel que desempeñan las mujeres en la política?
Tenemos que luchar para que al hacer uso del derecho de toda mujer de participar en política no esté reservado o normalizado únicamente para “mujeres valientes”.
Debería de ser normal que todas las instancias del Estado estuviesen interesadas y estuviesen activas en función de garantizar que las mujeres que participan en política estén libres de todo tipo de violencia.
Es un reto fuerte, lo han hecho otras mujeres. Hay que sentar precedentes, hay que continuar a pesar de los riesgos que implica. Tenemos que garantizar tener puestos claves, si queremos cambiar las estructuras que nos pretenden marginar por siempre.
En los últimos años los partidos políticos han sido muy cuestionados por diversas razones, una de estas es que han sido instrumentos machistas y donde muchas veces se le exige al candidato/candidata que responda únicamente a los intereses del partido aunque estos vayan en contra de las necesidades de la población. Sobre esto, ¿El partido por el cual usted opta para la vicepresidencia coincide con su visión como defensora de derechos humanos?
Nuestro Tiempo ha hecho dos acciones importantes: ha asumido ser el vehículo de una fórmula presidencial que viene desde la sociedad civil, que no viene desde sus núcleos internos partidarios, algo muy diferente a otros partidos políticos que no tuvieron la madurez de entender este momento y de entender de qué, si se quería dar esta lucha, no podía ser desde sus propios intereses internos partidarios; y lo segundo es que hay una capacidad enorme de converger esas diferencias a partir de la acción conjunta que requiere el momento político actual.
En el tema de derechos humanos, puede mencionar las principales propuestas que lleva el partido Nuestro Tiempo a favor de los derechos de las mujeres, niñas y personas LGBTIQ+.
Estos grupos están visibilizados como eje transversal en todas las decisiones, en medio ambiente y energía, educación, salud y en recuperación económica está cruzado el tema de género y de diversidad, porque estamos conscientes que estos sectores deben de participar en todos los niveles y deben de ser una población importante.
Hay elementos que para mí son importantes, si queremos mujeres en política, debemos de generar las condiciones que permitan que participen y tomen decisiones políticas en el país.
Hay un programa emblemático que desde la vicepresidencia se estaría impulsando, es específico para las mujeres que están en el sector informal de la economía. Debemos garantizar un programa que les facilite el acceso a seguridad social y a una pensión digna, eso solo puede hacerse fomentando estructuras de cooperativismo solidario entre estos grupos de mujeres, facilitando por parte del gobierno las condiciones para ello.
¿Cuáles considera que son las principales problemáticas que se deben resolver de manera urgente en el país?
Lo inmediato será abrir espacios a la prensa independiente, abrir espacios de accesos de información pública para participar todas y todos en entender qué realmente nos ha estado pasando y qué consecuencias han tomado esas decisiones por parte de quienes nos gobiernan por el momento, sobre bases reales de información, podemos entender y asumir acciones concretas.
Tenemos claro que hay que tomar una medida inmediata, que sería la exoneración del impuesto del valor agregado a productos específicos de la canasta básica.
En el marco de un régimen excepcionalidad que no puede continuar como se ha estado implementando tienen que tomarse medidas que garanticen la seguridad a las personas pero no a costa de violar derechos humanos y esa es una medida probablemente anti popular pero indispensable. Hay que entender que la sensación de seguridad que muchas personas pueden sentir en estos momentos puede tener un alto costo.
Hay que tomar medidas también para movernos lo más pronto posible a energías verdes. La población nos está diciendo claramente que su principal preocupación es la falta de empleo, el alto costo de la vida, hay que tomar acciones realistas en esa línea, no populistas como repartir comida por parte del ejército.
¿Considera usted que el partido en Nuestro Tiempo sería la mejor opción para la población salvadoreña?
Pienso que es un partido que ha entendido que no es un líder único. Ha habido un vicio de liderazgos y partidos políticos únicos, que el partido político tiene que dar lineamientos y dirigir a las comunidades y a la organización social.
Nuestro Tiempo es un partido político que ha entendido que debe de ser parte de ese movimiento social y no aspirar o pretender liderar, desde ese punto creo que es una opción importante el poder presentarse en esa calidad, lo ha demostrado en la práctica al llevar una fórmula presidencial propuesta desde organizaciones de sociedad civil y articular su plataforma programática a las 100 propuestas que también desde la sociedad civil se le han entregado a su fórmula presidencial.
Celia, para finalizar esta entrevista ¿por qué considera importante ir a votar? Ya que hay algunas opiniones, que expresan que ya todo está resuelto, que ya se sabe lo que va a pasar, pero usted, ¿qué nos puede decir?
Un 90% de la población dice que hay que respetar la Constitución pero ese mismo 90% no sabe que la candidatura oficial es inconstitucional.
Nos quieren convencer de que si no votamos por el indiscutible ganador desde el oficialismo, no vale la pena votar. Es un engaño más, por lo tanto, en la papeleta hemos cumplido con nuestra responsabilidad histórica de garantizar a esa población que respeta derechos humanos, que plantea que hay que cuidar el medio ambiente, que plante que es más importante un maestro o un médico que un soldado y un policía, les hemos cumplido con garantizar una alternativa en la papeleta, ya es la población la que puede generar un cambio a partir de la decisión de cumplir con su deber de votar.