Fotografía La Brújula
La escuela lesbofeminista (ELF) es una apuesta de la Asociación de Mujeres por la Dignidad y la vida (Las Dignas), surgió de la experiencia de un colectivo lesbofeminista de Guatemala, ellas crearon la primera escuela con una metodología básica que incluía temas y contenidos estructurados. Para aplicarlo en El Salvador, tuvieron que acoplarlo a las necesidades de las lesbianas salvadoreñas. La ELF tiene dos modalidades, una estructurada como escuela, y la otra de profundización, con debates y conversatorios. Según explicó María Teresa Trejo, facilitadora y una de las fundadoras.
“La apuesta de las Dignas es generar los espacios, la discusión; hemos acompañado a distintos colectivos en diferentes momentos, dándoles los espacios, proporcionando temas, y hemos sido de las primeras en realizar encuentros entre mujeres lesbianas, encuentros nacionales y regionales para empezar a debatir”.
La Escuela lesbofeminista se realiza desde hace tres años. Las primeras dos ediciones fueron coordinadas por Yanileth Mejía y la recién finalizada, por Ariana Osorio. En la escuela se imparten temas como “el lesbianismo feminista una apuesta teórico política”, “sexualidades, erotismo lésbico- feminista”, “violencia entre lesbianas”, “militarización y seguridad. Análisis lésbicos feministas” entre otros.
María Teresa considera que la escuela ha significado procesos transformadores a nivel personal, “Yo, como facilitadora, es mi apuesta personal hacer más transformaciones personales, que les quede esas inquietudes de seguir transformándose, cuidarse así mismas, verse, y eso aporta a los colectivos y movimientos”, afirma.
“Soy de la idea que si no lo trabajas a nivel personal y no lo trabajas con tu cuerpa es mentira, todo lo demás se vuelven discursos bien elaborados, manejados públicamente, pero no son transformadores y reales”
La base del lesbianismo es el continuum lésbico
María Teresa considera que la ELF facilita a las mujeres lesbianas el proceso de aceptación de sí mismas y entre lesbianas “Todas debemos pasar un proceso de aceptación de nosotras como lesbianas, para ver como no reproducimos los modelos heteropatriarcales, porque si no deconstruimos, estamos en la ruedita del patriarcado, estamos con hámster moviendo la ruedita y reproduciendo todo, sin construirnos, sin cuestionarnos, y sin que hagamos transformaciones reales, más que la decisión de con quien me acuesto”, explica.
Para María Teresa el lesbianismo como tal es una apuesta política, y considera que precisamente, es lo que a muchas (nos) cuesta ver:
“La base del lesbianismo es el continuum lésbico, es decir el proceso transformador, incluso pueden haber mujeres haciendo un continuum lésbico muy bonito y transformador sin tener relaciones sexuales con otras, porque es la forma en como yo me relaciono con otras, como desde el respeto, reconocimiento, aceptación de la diversidad yo crezco y hago crecer a las otras, ese es el continuum lésbico, no necesariamente porque me acuesto con otra mujer; para mí eso no es ser lesbiana, eso es tener relaciones sexuales con mujeres, que no pasa más allá” reflexiona.
Agrega que el lesbianismo es una filosofía de vida en lo cotidiano “Es como vivís, como te deconstruís día a día para ser una mejor persona y aportar desde una mirada distinta a transformar el mundo que no te gusta, de las cosas que no te gustan”, concluye.
La ELF 2019 concluyó con trece participantes, entre las reflexiones que brindaron están la necesidad de seguir formándose y discutiendo sobre los temas que pasan sus cuerpos de mujeres lesbianas.
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