En este texto se comparten las historias, logros y desafíos de la academia y vida profesional de tres mujeres salvadoreñas que destacan en el área de la Biología e Ingeniería Industrial. Ellas hablan sobre la importancia de que más mujeres estén presentes en las carreras de la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas.
Por Ana Gómez/ Revista La Brújula
Yaneth Alvarado y Gabriela Montes son dos biólogas analistas especialistas en el estudio de la calidad del agua de ecosistemas marinos en El Salvador que las une su dedicación y pasión por la Biología, profesión que realizan con orgullo desde su laboratorio.
Cada 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con la finalidad de impulsar la equidad, la participación y la accesibilidad de las niñas y mujeres en la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas. Yaneth y Gabriela son parte de las mujeres que decidieron estudiar Biología como profesión.
Yaneth, quien desde bachillerato supo que quería estudiar Biología, se formó en esta especialidad en la universidad “a medida que se avanza en la carrera, se perfila cuál es el área que nos interesa. En mi caso siempre me gustó el agua, el área continental que abarca los ríos, los lagos, las aguas subterráneas”.
Después de su paso por la universidad obtuvo una beca para estudiar la maestría “Manejo y gestión de cuencas hidrográficas” en Costa Rica. Ella comenta que su familia fue una parte importante para que pudiera continuar con su carrera.
Otra mujer que destaca en esta ciencia es Gabriela Montes, a quien su trabajo en investigación le ha permitido producir artículos científicos sobre bacterias en la calidad del agua marina. Optó por estudiar Biología después de realizar una pasantía en el Zoológico y conocer más de la profesión.
“Lo que me motiva y apasiona es la calidad del agua en ecosistemas marinos, como la calidad del agua se relaciona con otros componentes biológicos” señala Gabriela.
Gabriela y Yaneth estudiaron la Licenciatura de Biología en la Universidad de El Salvador, lugar donde tuvieron sus primeras experiencias relacionadas a la carrera. Sin embargo, se enfrentaron con limitantes que la academia tenía “si bien la universidad tiene toda esas carreras, muchas veces se veía las flaquezas al momento de hacer laboratorio o de realizar actividades” narra Yaneth.
A pesar de las dificultades las especialistas señalan que las prácticas en los institutos especializados que se están dentro de la universidad fortalecieron sus habilidades para gestionar sus propios proyectos de investigación, conocieron otras carreras que se complementaban entre sí e identificaron algunos retos que enfrentarían en el campo profesional.
Las mujeres que trabajan en las áreas de la Ciencia enfrentan estigmas y estereotipos instalados históricamente que ponen en juicio la capacidad de las mujeres para desarrollar estos trabajos.
“A las mujeres en la ciencia se le suma las dificultades de las que ya hay. Es como estar peleando al mismo tiempo que se está enfrentando otras adversidades que ya están en nuestro país”, explica Gabriela.
El acuerpamiento y la red entre mujeres ha sido muy importante frente a esta realidad, dice Gabriela.
“Yo me encontré con muchas mujeres dentro del gremio que han sido un apoyo, mis mentoras, han sido mujeres que inspiran y te dicen que si no se puede de una forma se puede de la otra”.
En 2019, según el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT, solo 200 mujeres se graduaron en carreras dentro de las Ciencias Naturales en comparación con 270 hombres.
Para que más niñas y mujeres formen parte de las Ciencias, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas, Yaneth opina que desde las instituciones se debería “apostar más por equipar laboratorios, fortalecer las instituciones y darles apoyos a estas temáticas” .
Le secunda Gabriela que considera que desde su educación primaria las niñas tengan referencias de mujeres científicas “creo que desde los colegios y escuelas se debe buscar la ciencia no por género, sino por vocación”.
Verónica y su camino en la Ingeniería Industrial
Por medio de relatos de su madre, Verónica Velásquez se interesó en la Ingeniería Industrial “lo que más me gusta es tener la posibilidad de analizar problemas en el área de producción y proponer mejoras a la empresa, además de contribuir a la sociedad” .
Verónica se graduó en Ingeniería Industrial con CUM Honorífico, logro que comparte con su familia quien la acompañó durante su carrera.
La carrera de Ingeniería tiene poca presencia de mujeres, solo en 2019 se graduaron 619 mujeres de las carreras de Ingeniería y Tecnología en comparación con los 1770 hombres graduados, de acuerdo a las estadísticas del Informe “Indicadores de Recursos Humanos en Ciencia y Tecnología 2010-2019” de CONACYT.
Verónica motiva a “las mujeres a que estudien en la Facultad de Ingeniería, ya que tiene carreras importantes para el desarrollo de un país, en el sentido de tener pensamiento crítico, crear o diseñar cosas, analizar procesos, contribuir al desarrollo de una empresa, innovar e investigar”.
Agrega que su profesión debe ser una elección por lo que les apasiona y recalca que el género no deber ser un límite. En este momento ella se encuentra a la espera de nuevas oportunidades y desafíos como ingeniera industrial.
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