Las elecciones de El Salvador aseguran la dictadura de Nayib Bukele

Foto/ Lizbeth Hernández

Por: Sofía Guzmán

Luego de que el Tribunal Supremo Electoral inscribiera su candidatura inconstitucional, Nayib Bukele se proclamó presidente por su segundo mandato, esta vez de 2024 a 2029.

Poco después de emitir su voto, Nayib Bukele se presentó en el Palacio Nacional, ubicado en el Centro Histórico de San Salvador, para autoproclamarse ganador de las elecciones presidenciales del pasado 4 de feberero, mientras el Tribunal Supremo Electoral (TSE) seguía contabilizando votos.

«De acuerdo a nuestros números hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea», dijo.

Un día después, El 5 de febrero, el TSE giró un memorándum que comunicaba “debido a múltiples acciones que dificultaron el desarrollo de las actividades de transmisión de resultados preliminares y por falta de papel de seguridad se ordena una emisión de actas manuales para Escrutinio Preliminar de Elecciones de presidente y vicepresidente, Diputados a Asamblea Legislativa”.

Bukele agregó a su discurso del pasado 4 de febrero que los y las diputadas por este mismo partido seguirán aprobando el régimen de excepción decretado desde marzo del 2022. El régimen de excepción contiene consigo derechos suspendidos relacionados al plazo de detención, defensa e intervención a las telecomunicaciones. Además, se estima que más de 70 mil personas han sido detenidas durante el régimen de excepción, implementado en su primera instancia como una «guerra contra las pandillas”. Al mismo tiempo, la organización Socorro Jurídico Humanitario informó el pasado 30 de enero la muerte de 224 personas en custodia del gobierno salvadoreño por régimen de excepción.

Organizaciones internacionales como Amnistía Internacional señalan al gobierno de Nayib Bukele por cometer violaciones masivas de derechos humanos, entre ellas miles de detenciones arbitrarias y violaciones al debido proceso, así como tortura y malos tratos.

También, la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) registró en su informe «Libertad de Prensa en El Salvador 2022″ un total de 12 casos de periodistas que salieron forzadamente del país durante ese mismo año por amenazas realizadas por funcionarios del gobierno de Nayib Bukele.

Por consiguiente, ahora, que la democracia cayó en El Salvador y el nuevo mandato del presidente Bukele está por comenzar se teme que la violación a derechos humanos, la persecución al periodismo y la censura a voces disidentes aumente a pasos agigantados, significando un retroceso mayor en diferentes aspectos sociales, políticos y económicos en todo el territorio salvadoreño.