«Otra economía es posible”: Realizan conversatorio sobre una economía del cuidado y para la vida

Estudiantes de la asignatura «Género y Economía», catedráticas de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” y representantes de organizaciones abordaron la necesidad de replantear el concepto de economía, centrándose en el cuidado y proponiendo medidas concretas para romper con patrones arraigados.

 

 

Por: Fátima Cruz

El espacio inició con un profundo análisis sobre la relación entre el sistema económico actual y la carga de trabajo, asociada al cuidado, que recae y desborda principalmente sobre las mujeres. Esta reflexión surge a partir de la observación de conductas y asignaciones que no permiten el descanso y perpetúan la idea de que el trabajo no remunerado es inherente a las mujeres. 

 

El conversatorio contó con la participación de Iliana Álvarez, licenciada y maestra en Economía, feminista, investigadora y catedratica; Carmen Urquilla, coordinadora del Programa Justicia Laboral y Económica de ORMUSA; y Ana Lemus, internacionalista, fundadora y directora de Afrodescendientes Organizados Salvadoreños AFROOS.

 

 

Fotografía: Fátima Cruz

En el marco de esta iniciativa, Lemus afirmó que en sus procesos de investigación sobre programas y datos notó la ausencia de iniciativas específicas dirigidas a mejorar la salud mental de los empleados. Desde su experiencia expresó que en su propuesta de tesis, compartida con colegas de Colombia, se aboga por una inversión gubernamental enfocada en la salud mental genuina, incluyendo la obligatoriedad de asistir a sesiones con psicólogos para los empleados.

 

Iliana Álvarez, licenciada y maestra en Economía, feminista, investigadora y catedrática UCA. / Video: Fátima Cruz.

Una Economía del Cuidado para una Vida Plena

 

La discusión se amplió al considerar cómo se aborda esta problemática desde el ámbito académico y económico. Se destaca la corriente crítica de la economía feminista, que subraya la importancia de analizar esta disciplina desde una perspectiva más amplia partiendo del reconociendo del trabajo esencial no remunerado, especialmente realizado por mujeres en el hogar.

 

El trabajo del cuidado no pasa de repente, con decir: ‘ya le pagamos a todas las mujeres’, porque si hacemos eso y la forma en la que está organizada la sociedad para el cuidado sigue igual, solamente vamos a estar validando el orden patriarcal y van a seguir siendo las mujeres que siguen en trabajo desbordado de cuidado

Iliana Álvarez

Resaltaron la necesidad de desvincular la economía únicamente de nociones como el consumo y las ofertas, proponiendo una economía del cuidado que reconozca y remunere adecuadamente las labores de cuidado y del hogar. Además, hicieron un llamado a ir más allá de las concepciones tradicionales y a considerar estos trabajos esenciales que sustenta la sociedad.


La invisibilidad del trabajo del cuidado se enfrenta desde diversas instancias. Se destaca la importancia de reconocer este esfuerzo, generar espacios de análisis y discusión, además llevar las demandas de las mujeres a niveles estatales y empresariales.

Transformando paradigmas para una sociedad más equitativa

 

La lucha por una economía del cuidado representa un desafío que va más allá de reconocer el trabajo no remunerado de las mujeres. Se trata de replantear paradigmas arraigados, promoviendo la corresponsabilidad en el hogar, la comunidad, las empresas y el Estado. Las ponentes destacan que otra economía es posible, abogan por medidas concretas que rompan con el status quo, propiciando un cambio profundo en la concepción de la economía y el valor del trabajo, especialmente el trabajo del cuidado.

 

Hemos mencionado cómo las mujeres son las que han proporcionado o siguen proporcionando todo este tipo de cuidados muchas veces a costa de su propia precariedad. Creo que el rol que pueden hacer los hombres es justamente el de asumir su responsabilidad, que han sido de alguna manera beneficiarios. Entonces, esto ha significado que no asumen parte de su corresponsabilidad en los cuidados. También hay muchos hombres que perfectamente pueden proporcionarse autocuidado, pero siguen siendo cuidados por mujeres aún y cuando ya están en una edad en la que se supone no requieren la cantidad de cuidados que están consumiendo

Carmen Urquilla