Por Reina Ponce
En el marco de las elecciones del 28 de febrero de 2021 Revista la Brújula conversó con mujeres candidatas a diputadas. Aida Betancourt habló sobre su experiencia en la política y opinó sobre diversos temas de mujeres.
Aida Betancourt es candidata a diputada por el partido Nuestro Tiempo en el departamento de La Libertad, tiene 31 años, es profesional en derecho y políticas públicas. Además, es fundadora de Nuestro Tiempo, tiene una amplia participación en sociedad civil, ha fungido como directora de proyectos y alianzas, y como directora de asuntos políticos.
1. ¿Qué opinas del feminismo y la lucha de las mujeres?
El feminismo y la lucha de las mujeres son necesarios sobre todo en nuestra sociedad porque todavía las mujeres enfrentan muchos obstáculos por el hecho de ser mujeres, y en una sociedad moderna y justa donde representamos un 53% de la población el Estado tiene el rol de garantizar la protección de los derechos de las mujeres.
Todavía enfrentamos obstáculos como estereotipos de género, la imposición de las cargas domésticas, los tipos de violencia contra la mujer, la brecha salarial, falta de conciencia de ley, poca participación en el mercado laboral y participación política. Apenas un tercio de la Asamblea está integrada por mujeres, el 10% de las alcaldías están lideradas por mujeres, esto es evidencia de la necesidad del feminismo, de la necesidad de que las mujeres junto con aliados hombres sigamos impulsando esta lucha hacia la igualdad.
2. ¿Cuál fue el momento clave para dedicarte a la participación política?
Para mí más que un momento específico fue un largo camino. Desde que tengo 14 años siempre me vi sirviendo desde espacios públicos, me inculcaron en mi casa mi papá y mi mamá esa vocación de servicio y la viví a través de ellos.
Comencé a participar en actividades de sociedad civil, fundamos una plataforma de jóvenes para jóvenes con el objetivo de fomentar la partición política de los jóvenes y luego hice una transición a la sociedad más organizada en temas de política. Llegó un momento en que después de este camino de casi diez años, entendí que si bien es cierto que la sociedad civil es necesaria esto tiene que traducirse en decisiones de políticas públicas en los espacios donde se toman esas decisiones que trascienden y cambian la vida de los ciudadanos.
3. ¿Qué es lo que te determinó para formar parte de tu actual partido político y en qué medida coincide esa plataforma con tu visión?
Cuando fundamos Nuestro Tiempo elegimos principios que eran fundamentales y que sentíamos que faltaban en la política. Por ejemplo temas como la solidaridad, la libertad, la igualdad, la empatía, eso es importante porque hemos concebido la política como este campo super agresivo, super masculino, son espacios machistas al final de cuentas, pero lo importante es que nos tomemos estos espacios y que llevemos valores que hagan la política más humana. Tenemos que llevar estas luchas con empatía, con solidaridad, y pensar en temas que creemos que han sido olvidados en la política como la dignidad humana.
4. ¿De ser electa como diputada estarías dispuesta a apoyar iniciativas en favor de las mujeres, aunque esto marque una diferencia con su instituto político?
“No creo que haya muchos temas en los que el partido y yo estemos en desacuerdo, pero para mi cualquier solución que pueda favorecer a las niñas, adolescentes y mujeres salvadoreñas será una de mis prioridades”.
5. ¿Cuál es el principal problema económico de El Salvador y cuál es tu propuesta para resolverlo?
En el país el 70% es el sector informal, de este sector el 64% son mujeres, de los trabajadores por cuenta propia el 68% son mujeres emprendedoras que crean emprendimientos por necesidad, “no por oportunidades de negocio, pero el problema es que son empleos muy precarios, en muchos casos estas mujeres son jefas de hogar y son quienes llevan los ingresos a sus familias, para ellas existe muy poco acceso a crédito y capacitaciones y una nula red de protección social”.
Una de las propuestas es fomentar la obligatoriedad de la inscripción del seguro social para que estas personas tengan algún tipo de protección social para ellas y para sus familias, también garantizar una pensión para la vejez para las personas que trabajan en el sector informal.
6. ¿Cuál consideras que es el problema que más afecta a las niñas, jóvenes y mujeres en El Salvador?
Para mi uno de los problemas principales es la tasa alta de deserción escolar y la violencia sexual. La alta incidencia en embarazos en adolescentes lo que genera es que muchas de estas niñas tengan que salirse de la escuela y no puedan desarrollarse plenamente porque ven interrumpido su ciclo de educación.
7. ¿Cómo se podría resolver?
La respuesta más pronta es una Ley Integral en Sexualidad, es una ley que por mucho tiempo ha sido polemizada y satanizada y realmente se trata de una educación básica para darle herramientas a niños y niñas, adolescentes para tomar decisiones responsables e informadas para prevenir el embarazo adolescente y para combatir el abuso sexual y que en muchos casos empieza desde muy temprana edad.
8. ¿Si tuvieras que cambiar algo del país qué cambiarías?
Yo quisiera que todas las niñas y los niños pudieran tener acceso a una educación de calidad.Tenemos que aspirar a ser un país donde las niñas y los niños estén en la escuela, en un ambiente seguro, aprendiendo y que puedan trazar un plan de vida que puedan cumplir.
9. ¿Cuál es la mujer salvadoreña a la que admiras en la historia?
Siendo una mujer en política debo de hablar de Prudencia Ayala. Ella fue una mujer audaz al inscribirse como candidata a la Presidencia de la República en un momento en el que sabía que las probabilidades eran nulas, pero era justamente sentar precedente y eso es importante para las que continuamos ese legado, para hacer esa lucha para tener una participación política más representativa.
10. ¿Te consideras feminista?
Si, me considero feminista.