Foto/Karen Sibrián
Pamela Ramírez desde los cinco años que le pegó al balón sabía que no se iba a separar de él, su arduo trabajo en el fútbol la ha llevado a ser campeona goleadora en un deporte predominantemente masculino, pero donde mujeres como Pamela destacan y rompen las barreras sociales y los estereotipos sobre el fútbol femenino.
En el Torneo Apertura 2020 de la Primera División de la liga femenina y después de siete años fuera de la “cancha grande” Pamela Ramírez regresa al fútbol.
El fútbol cambió la vida de Pamela “me ha ayudado a ser mejor persona, a ser disciplinada, constante, a lograr los objetivos, a ser la mejor y estar bien, a tener hermanos y hermanas fuera de mi familia”. En este deporte se siente fuerte, segura, feliz, libre y con el autoestima a mil, además es como su columna expresa.
“Es algo inexplicable, yo toco la pelota dentro de la cancha y es como volar, es sentirse como el pez en el agua, es algo mágico porque tocás la pelota y sabés que podés hacer muchas cosas para anotar el gol. Yo me divierto en la cancha”.
Pamela ha destacado en las canchas. Este deporte la ha convertido en campeona goleadora, posee más de 50 medallas y alrededor de 30 trofeos y además fue parte de la Selección Femenina de El Salvador.
En 2003 fue elegida entre los 100 rostros al ser la máxima goleadora en el torneo de fútbol Codicader. Foto/Reina Ponce.
La futbolista nació el 1 de noviembre de 1987. A los cinco años comenzó a jugar este deporte con su papá y hermanos quienes le enseñaron técnicas, pues aparte de ser aficionados tenían un record futbolístico, sobre todo uno de sus hermanos que era delantero, posición en la que también juega Pamela.
A medida que fue creciendo se interesó más por este deporte y le comentó a su familia que quería jugar fútbol pero la noticia no fue de su agrado, puesto que querían que Pamela practicara basquetbol, pero ella insistió en el fútbol “mi mamá comenzó a acompañarme y de ver que era tanta la emoción aceptó”.
Cuando cursaba séptimo grado ingresó a la Escuela San Alfonso “me integré al equipo masculino porque no había femenino, les gustaba que yo jugara”. Luego, jugó en un equipo de la Lincoln y fue en ese momento que comenzaron a “recolectar” en la Selección de El Salvador Sub-17. Pamela asistió y fue seleccionada, allí aprendió con otras mujeres.
A los 16 años ya era considerada una goleadora con estilo de las que rompen estereotipos. Foto/Reina Ponce.
Pamela se ha ido abriendo espacio en el mundo del fútbol, pero ser una mujer en un deporte predominantemente de hombres no es fácil, puesto que se enfrentan a las críticas y descalificaciones de las personas. Las jugadoras que destacan en este deporte son reconocidas, admirables y la gente hasta asiste a sus juegos, sin embargo se enfrentan a comentarios despectivos como “la varona”, “el varón jugando”, pero Pamela nunca les tomó importancia al contar con el apoyo de su familia.
También asocian a las mujeres que practican este deporte como lesbianas “A mi mamá le decían que tuviera cuidado conmigo porque habían muchas lesbianas en los equipos de fútbol. Y siempre ha sido así que en los equipos de fútbol habemos bastantes lesbianas y no sé por qué, pero eso no quiere decir que si a ti no te gustan las niñas por entrar a un equipo te vas a convertir en lesbiana. Esos tabús estaban años atrás y afectaban un poco al unirte a un equipo porque la sociedad te juzgaba”.
Las mujeres futbolistas también enfrentan otras dificultades como la falta de apoyo de las entidades futbolistas, falta de apoyo económico, falta de implementos como tacos y uniformes, una buena alimentación, vitaminas y un control más eficaz de entrenamientos, todo esto contribuye a un mejor rendimiento. Pero parece ser que no les resulta rentable apostar al fútbol femenino expone.
Hasta las canchas para jugar o entrenar son diferentes para las mujeres “los hombres juegan con el tipo de cancha de grama artificial muy bonita, y nosotras nos toca jugar donde se nos sea permitido y donde haya espacio para jugar a veces en canchas polvosos, canchas sin grama pero depende también donde sean los torneos” comenta Pamela.
A pesar de ello, Pamela destaca que en el país hay avances como la creación de una liga mayor femenina, los reconocimientos de las mujeres futbolistas, las fotografías de mujeres, las mujeres goleadoras, hay barra, la gente llega a los estadios y a algunas se les remunera “se ha ganado mucho espacio a lo yo viví hace años”.
La Liga Nacional Femenina surge en 2016 en categoría Sub-20 en ella participaron 12 equipos con 8 representativos de las ADFAS (La Paz, San Vicente, Morazán, Cabañas, Ahuachapán, San Miguel, Sonsonate y Santa Ana) los otros 4 equipos fueron C. D. Luis Ángel Firpo, C. D. Legends, C. D. San Juan Ópico y Escuela de Fútbol de Santa Tecla, disputando la primer final en la historia de la Liga Nacional de Fútbol Femenino de El Salvador los equipos de C. D. Legends vrs C. D. San Juan Ópico siendo este último el primer campeón nacional femenino de acuerdo al sitio oficial de la Federación Salvadoreña de Fútbol.
A Pamela el fútbol le ha cambiado la vida y le ha dado las mayores satisfacciones a lo largo de su vida.
“La mayor satisfacción es haberle metido el gol a Costa Rica en Guatemala para clasificar al Premundial de México. Con ese gol el equipo clasificó a la otra ronda. Nadie le había ganado a costa Rica para ir a pelear contra Estados Unidos, Jamaica, y Suridán en Veracruz y si clasificábamos podíamos ir al Mundial de Rusia”.
Anécdota que recuerda con mucho entusiasmo, pues ese día “dejó colgado los tacones y se puso los tacos para ir a jugar” como relata un artículo en un periódico, ya que era el día de su graduación de bachillerato y decidió ir a jugar el partido contra Costa Rica donde al anotó el único gol al minuto 11 logrando la clasificación del Premundial de Veracruz, México e “hizo soñar al equipo” en la segunda jornada del torneo Sub-20 Femenino de la Uncaf en 2006.
“Le dije mamá quiero ir a jugar me he preparado todo este tiempo, todo estos meses. Mi mamá me respondió que ya habíamos pagado la toga y le dije que les quedara. Me acuerdo que yo la pagué de lo que me daban en la selección” dice Pamela.
Pamela Ramírez actualmente juega en el C.D Atlético Marte Femenino. Foto/Karen Sibrián.
Pamela jugó en el equipo de la Universidad de El Salvador donde también obtuvo reconocimiento como goleadora; en un Codicader (le dieron medalla de oro y águila de plata por rendimiento) y además jugó en la Selección Femenina de El Salvador. También participó en los juegos del Premundial en Panamá y Nicaragua; en la Pentagonal eliminatoria Uncaf en Guatemala, entre otras participaciones que destacan en su reccorido por este deporte.
Actualmente juega como delantera en Atlético Marte Femenino vistiendo la camiseta del número 19. Comenta que está emocionada por su regreso a las canchas y siente un gran compromiso por las personas que la apoyan.
Genial, con buena trayectoria, es importante q no se deje vencer por el retiro…Adelante Pamela y a seguir sumando mas laureles. Felicitaciones!