Encuesta revela deficiencias y desigualdad en el acceso al sistema público de salud

Las Comunidades de Fe Organizadas en Acción (COFOA), el Sindicato de Médicos Trabajadores del Seguro Social (SIMETRISSS) y el Colegio Médico presentaron los resultados de la encuesta realizada  a más de 1,000 personas en comunidades de 11 departamentos del país.

Por. Redacción

De acuerdo con los resultados, más del 60% de la población encuestada depende directamente del sistema público de salud, mientras que sólo un 16% puede acceder a servicios privados.

En cuanto al abastecimiento de medicamentos, el 58.3% indicó que a veces recibe los medicamentos recetados; un 12.7% señaló que no los recibe, y únicamente un 24.6% afirmó que siempre obtiene sus medicinas.

Estos datos desmienten el discurso oficial. El Ejecutivo insiste en que tenemos el mejor sistema de salud del mundo, pero la realidad que muestran estas cifras es otra. Quienes trabajamos en el sistema vemos a diario la falta de acceso a medicamentos e insumos médicos en los centros de salud”,

La encuesta también identificó las enfermedades más comunes entre la población: el 36.9% reportó padecimientos respiratorios (gripe, tos, neumonía), el 11.1% diabetes y el 9.6% enfermedades gastrointestinales como diarrea, gastritis o colitis.

Respecto a los principales problemas en las Unidades de Salud, el 22% de las personas mencionó la falta de medicamentos; el 15.9%, la ausencia de especialistas; el 13.3%, la escasez de médicos, y otro 13% calificó la atención como deficiente.

Debido a la falta de medicamentos, el 43% de los usuarios del sistema público aseguró gastar entre $5 y $100 al mes en la compra de fármacos, mientras que un 26% dijo invertir entre $100 y $200 para cubrir sus tratamientos.

Otro de los hallazgos relevantes es el tiempo de espera para recibir atención médica: en promedio, las personas esperan cuatro horas, y una de cada cuatro reportó haber esperado más de seis horas.

Ante esta situación, COFOA, SIMETRISSS y el Colegio Médico plantearon la necesidad de construir un Plan Nacional de Salud Integral, elaborado mediante el diálogo y consenso entre autoridades sanitarias, personal médico y representantes comunitarios, con el fin de garantizar un sistema de salud público accesible y de calidad para toda la población.