En el marco del Día Internacional de la Niña, más de cincuenta niñas y adolescentes participaron en el Segundo Encuentro de Leer para Soñar, un espacio lleno de arte, reflexión y alegría donde pudieron reconocerse como sujetas de derechos y reafirmar su derecho a crecer libres y seguras.
Por. Redacción
Con risas, talleres artísticos y conversaciones profundas sobre autoestima, liderazgo y derechos, se desarrolló el Segundo Encuentro de Niñas y Adolescentes de Leer para Soñar, una iniciativa impulsada por la Asociación Leer para Soñar, Sentir y Transformar en el marco del Día Internacional de la Niña.
El encuentro reunió a más de cincuenta niñas y adolescentes de diferentes comunidades del país, quienes participaron en talleres simultáneos sobre defensa personal, arte con barro y danza como medio de expresión y liberación. Estos espacios buscaron que las participantes se reconocieran como protagonistas de su historia y portadoras de poder transformador en sus hogares, escuelas y comunidades.
“Leer para Soñar nació en 2016 como un colectivo juvenil con vocación educativa y artística. Con el tiempo, la experiencia nos mostró que las desigualdades afectan con mayor dureza a las niñas, por lo que decidimos enfocar nuestro trabajo en ellas”,
Dalia Guevara, fundadora del proyecto
A partir de esta iniciativa, la organización ha acompañado a niñas y adolescentes en procesos de empoderamiento, transformación personal, adquisición de nuevas habilidades, fortalecimiento de la salud mental y liderazgo.
Desde entonces, Leer para Soñar ha desarrollado diversos proyectos, entre ellos Mi poder, mi voz, surgido en 2024, que se ha consolidado como un espacio donde las adolescentes pueden expresarse libremente frente a las injusticias que enfrentan.
“El proyecto busca que las niñas y adolescentes hablen de las problemáticas que las atraviesan y apuesten por la igualdad; que reflexionen sobre los estereotipos de género que limitan sus proyectos de vida, las violencias que viven y sus redes de apoyo”
Marilin Cabezas, coordinadora del proyecto Mi poder, mi voz.
Cabezas mencionó que durante este año el proceso formativo se centró en fortalecer el liderazgo y la acción colectiva. Las niñas y adolescentes impulsaron temas como la discriminación de género, la violencia digital, el sexting, la prevención del suicidio, la salud mental y las relaciones sanas, abordándolos desde su mirada y como un llamado a la acción urgente para sus familias y la sociedad en general.
Añadió que el objetivo es que las niñas y adolescentes puedan reconocer los distintos tipos de violencia, identificar a las personas de confianza y saber a qué instituciones acudir si enfrentan una situación de riesgo. También enfatizó la importancia de que descubran su fuerza, reconozcan su valor y comprendan que no están solas en este proceso de empoderamiento.
El encuentro, además de un espacio de reflexión, fue una celebración del ser niña en libertad y sin miedo. Las asistentes compartieron con sus madres, padres y cuidadoras momentos de recreación, arte y conversación que fortalecieron los lazos familiares y comunitarios.
“Para mí, la experiencia en Leer para Soñar ha sido mágica y enriquecedora, porque me permitió conectarme con mis emociones y sentirme libre de expresar lo que pienso y lo que soy”, expresó una de las participantes del encuentro.
En solo un año, Leer para Soñar ha duplicado su alcance: pasó de acompañar a alrededor de 75 niñas en 2024 a más de 120 entre participantes directas e indirectas este año.
Para las organizadoras, el encuentro no es solo una conmemoración, sino un acto político y amoroso de resistencia: un recordatorio de que cada niña tiene derecho a crecer sin violencia, con oportunidades y con espacios seguros donde soñar y construir su futuro.
“Este encuentro es un espacio donde pueden ser ellas mismas, auténticas, libres, donde se sientan protegidas y escuchadas. Porque cuando una niña se reconoce poderosa, el mundo también cambia.” Marilin Cabezas.