
“No hay que cambiar aquí los papeles. La víctima en esto ha sido mi hija, el causante de todo esto ha sido Eric. Si él no hubiera hecho nada, no hubiera hecho una agresión física contra mi hija, esto no estaría pasando. Y ahorita él quiere cambiar todo el cuento y hacer sentir a mi hija que es culpable de todo lo que está sucediendo”, madre de Makenna.
Por: Reiny Ponce
Fotografìas tomadas de la cuenta de Facebook de La Selecta SV
Mónica Amaya, madre de Makenna Zukeran, jugadora de la Selección Femenina Sub-17, denunció a Eric Acuña, técnico de las Selecciones Nacionales Femeninas de El Salvador, por agresión física contra su hija, mientras se llevaba a cabo el duelo contra Honduras como parte de los torneos del Premundial CONCACAF rumbo a la Copa del Mundo Marruecos 2025.
Makenna Zukeran es una adolescente de 16 años, es parte de la Sub-17 de El Salvador. Como muchas niñas, soñó con vestir la camisa de la selección y representar a su país, el mismo que vio nacer a su madre, una migrante radicada en los Estados Unidos.
Makenna encontró una oportunidad para lograr su sueño en la selecta femenina de El Salvador, por medio del apoyo y esfuerzo de su madre y padre, quienes no solo asisten a sus partidos sino que también costean los boletos de avión y otros gastos que implica el sueño de una adolescente futbolista al estar una selección como la de El Salvador donde el fútbol femenino carece de apoyo. “Para todos los que no conocen cómo funciona la Selecciòn de El Salvador… Todos los padres pagamos de nuestro bolsillo para que nuestras hijas vayan a entrenar a la selección”, afirma Mónica.
Pero ese sueño ahora parece estar en el limbo, luego que su técnico, Eric Acuña, la agredió, intimidó y amenazó tras un partido clasificatorio, según el testimonio de su madre para el programa radial Súper Fútbol. El entrenador tuvo malos tratos hacia las jugadoras, según madres y padres de algunas jugadoras. Makenna junto a dos seleccionadas tuvieron que retirarse de la Selección tras los hechos violentos.
De acuerdo al Programa de Salvaguardia de la Infancia de la FIFA se deben evitar riesgos de maltrato infantil en el mundo del fútbol y se debe responder adecuadamente a éstos tal como señalan el artículo 3 de los Estatutos de la FIFA y el artículo 23 del Código de Ética de la FIFA.
Además, establece que “cuando un miembro de la familia del fútbol, como los jugadores, entrenadores, oficiales, voluntarios o empleados sufre o participa en maltratos o conductas impropias, socava la misión de la FIFA e incumple la promoción de la integridad del fútbol y de los valores del deporte seguro”.

“El jalón de pelo, combinado con la violencia verbal, se inscribe en un continuum de violencias”
Mónica Amaya, madre de Makenna, relató que luego del partido contra Honduras, su hija le llamó llorando para contarle lo sucedido. “Ella me habló y me dijo: ´Mami, ha sucedido algo. Eric me jaló el pelo, lo hizo en frente de todas las niñas. Y me lo jaló fuerte. Sentí que no podía hacer nada´. Mónica tiene 16 años […] si eso le pasó a mi hija esta semana ¿quién va a ser la próxima?
Este tipo de actos puede representar violencia de género según lo establece la Ley especial integral para una vida de violencia para las mujeres, ya que define que cualquier acción o conducta que cause daño físico, sexual o psicológico, tanto en el ámbito público como privado es violencia.
Al medio tiempo del partido el entrenador pidió que lo dejaran solo con las futbolistas, estaba molesto por el resultado que estaban teniendo, cuenta Mónica.
“Cuando entraron las niñas oyeron que estaba gritando, entraron al camerino y Eric le dijo a los otros profesores que salieran, que nada más quería a las jugadoras. Todos salieron. Él se quedó solo con las 17 niñas en el camerino. Comenzó a gritarle a Makenna porque se estaba tocando el pelo, le dijo: ´¿qué putas estás haciendo?´, le dijo que ella no era nada. Le jaló el pelo tres veces. Luego de jalarle el pelo, él se le fue a la cara y le dijo: ´¿Querés llorar?´. Makena tratando de no llorar, le dijo, ´No, no voy a llorar´. Siguió gritándole y la amenazó, le dijo, ´si no hacés algo en el juego en los próximos 10 a 15 minutos te saco´.”
Para la psicóloga feminista, Yanileth Mejía, los actos de violencia no solo afectan el bienestar de las jugadoras sino que refuerzan estructuras de violencia de género en el deporte. “Disciplinar desde la violencia no solo es ineficaz, sino que reproduce un modelo de masculinidad hegemónica que naturaliza el abuso de poder y silencia a las víctimas. El jalón de pelo, combinado con la violencia verbal, se inscribe en un continuum de violencias que afecta la integridad psicoemocional de las jugadoras, reforzando desigualdades estructurales dentro y fuera del campo”.
Una de las compañeras de Makenna quería defenderla pero no lo hizo porque temía de la reacción de Acuña. “Ella llorando me pidió disculpas, me dijo: ´Yo quería hacer algo, pero tenía miedo´. Yo le dije, ´no te preocupes, yo te entiendo, tenés 16 años, y no vas a poder defender a una niña contra este monstruo. Le tienen miedo”, manifestó la madre de Makenna.
Mónica junto a su esposo tenían previsto llegar a ver a su hija hasta el partido con Trinidad y Tobago pero debido a los hechos ocurridos tuvieron que viajar antes de lo previsto. Tanto la madre como el padre de Makenna trataron de dialogar con Eric quien se disculpó pero les dijo que no hicieran escándalo sobre los hechos ocurridos.
“Él me dijo que nada más le había jalado el listón y yo le dije, ¿y por qué? ¿Cuál es la razón? Ni siquiera el listón les tenés que tocar.» Si son niñas. le dije, «¿Cuál fue tu problema?» Yo te confié a mi hija y tú me sales con esto.
Mi esposo le dijo, ´eso es una agresión física y vas a tener que pagar las consecuencias porque la policía está en camino. En ese momento la cara se le puso blanca y nos dijo que no hiciéramos eso”.
Mónica y su esposo interpusieron la denuncia en un puesto policial de Trinidad y Tobago, por los hechos de violencia contra la seleccionada nacional de la Sub-17, Makenna.
“Tuve que hacer una acción aquí mismo en Trinidad. La Concacaf vio a las niñas que levantaron la mano y que presenciaron lo que pasó y que dijeron lo que pasó y la Concacaf aceptó que eso no es no es algo bueno. Dijeron: ´eso es completamente malo, no puede tratar a las niñas así´.

La Concacaf explicó a la familia de Makenna que ellos solo son los organizadores del torneo, pero quién tiene que cesar las funciones de Acuña es la Federación. Y les aclararon que “Después de haber hecho esto (las agresiones contra Makenna) Eric no tiene que estar con menores”.
En declaraciones a medios de comunicación, Eric Acuña , negó haber cometido alguna agresión y se puso a disposición para que se realicen las investigaciones necesarias.
“Eric hizo esa agresión”
La madre salió en defensa de su hija al conocer que Acuña estaba dando declaraciones culpabilizando a la jugadora de tan solo 16 años de edad. “Acuña ha estado cambiando lo que ha pasado ha estado tratando de manipular a las niñas que han quedado en la Selección para que ellas no apoyen a mi hija. (…) es el miedo de ellas, pero eso ya no puede suceder en el momento que Eric hizo esa agresión«.
Agregó que esta situación tiene que parar. “Yo, como madre, voy a defender a mi hija, pase lo que pase y hay muchas personas que lo presenciaron y hay muchos testigos. Él no puede no puede cambiar la historia de lo que pasó”, expresó.
De acuerdo al testimonio de Mónica para un programa radial, hay otras jugadoras que han sufrido abusos por parte del Acuña. “Hay muchas niñas que están saliendo que dicen que sí las ha agredido. Él tiene un juego. Juega con botellas que llena de agua y le dice que corran y él la tira fuerte y les pega con la botella”.
Zulia Menjívar, ex seleccionada nacional, compartió su descontento sobre quienes están en la defensa del técnico Eric Acuña. “Después a nosotras las jugadoras nos hechan la culpa y nos quitan de la Selección sin tener razón. Y todavía hay gente defendiendo a este técnico prepotente e irrespetuoso”.
Según la Ley Crecer Juntos las niñas y adolescentes tienen derecho al respeto de la integridad personal sea física, psicológica, cultural, moral, emocional y sexual. Además establece la protección frente al maltrato en todas sus formas.
La agresión física y verbal de un entrenador hacia sus jugadoras no es solo un acto de disciplina desmedida, sino un mecanismo de control que perpetúa una pedagogía de la crueldad, según Rita Segato. Es decir, un aprendizaje de la subordinación mediante la humillación y el miedo. “Desde la psicología del deporte y la teoría del trauma, se ha demostrado que la violencia en espacios formativos no fortalece el rendimiento, sino que mina la autoconfianza, genera ansiedad y refuerza dinámicas de sumisión”, explicó Mejía.
La policía de Trinidad y Tobago no procedió porque el estadio no pertenecía a la jurisdicción de Trinidad. “Él se fue directamente al hotel donde estaban las niñas. Les quitó los teléfonos para que no grabaran. Las reunió por dos horas y le dijo que eran unas cobardes porque no la habían defendido. O sea, que ahorita lo que está haciendo es básicamente intimidarlas. Las niñas quieren seguir jugando fútbol, eso es lo que aman ellas pero le tienen miedo”. explicó Mónica.
La ex seleccionada nacional y entrenadora, Pamela Ramírez, argumenta que la disciplina es una herramienta fundamental para el deporte de alto rendimiento pero ejercida desde el profesionalismo y el respeto.
“No hay ninguna excusa para que se genere violencia ante una deportista, más cuando se trabaja con niñas, que aún están en etapas de desarrollo emocional y carácter, que dependen mucho de la aprobación de los padres o de la persona responsable”.
Las tres jugadoras (Makenna, Esther e Yvette) están con la disponibilidad de continuar jugando para la Selección pero temen que Acuña vuelva al cargo y que no las vuelvan a convocar a la Selecciòn.
“Las jugadoras merecen un trato digno”
La noche del 3 de abril la FESFUT emitió un comunicado en el que anunció la separación temporal de Acuña como entrenador de las Selecciones Nacionales Femeninas de El Salvador. “Esta decisión ha sido tomada como medida de precaución y en cumplimiento con las políticas de salvaguarda de la FIFA”. Además abrió un expediente disciplinario contra Acuña.
De acuerdo a la Convención sobre los derechos del niño, los Estados deben garantizar la protección y bienestar.
Para Mònica estos hechos de violencia cometidos contra las jugadoras no se deben repetir porque el fútbol femenino de El Salvador y sus jugadoras merecen un trato digno. “Hablé con ella (Makenna) y le dije que eso no es normal. Ninguna persona y menos un hombre puede tocar a un menor de edad”.
“Todas las jugadoras merecen un trato digno y de respeto. Merecen oportunidades para desempeñarse en el deporte (fútbol) condiciones de infraestructura, lugares donde se desarrolle el fútbol sin violentar derechos, espacios donde aprender fútbol de manera profesional con visión al futuro”, expresa Ramírez, ex seleccionada nacional.