Tres años después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) certificara a El Salvador como país libre de malaria, un logro histórico alcanzado en 2021 tras décadas de vigilancia y control vectorial, el país enfrenta nuevamente reportes de casos autóctonos e importados en varias zonas. El resurgimiento de la enfermedad, que se creía superada, ha encendido las alarmas de organizaciones del sector salud que denuncian la ausencia de alertas oficiales y la falta de transparencia en la información epidemiológica.
Por. Redacción
Recientes reportes de casos importados y 23 casos autóctonos de malaria han despertado preocupación en organizaciones del sector salud. El Movimiento por la Salud “Dr. Salvador Allende” (ALAMES El Salvador) denunció que el Ministerio de Salud (MINSAL) no ha emitido ninguna alerta sanitaria a pesar del incremento de casos, principalmente en la zona Occidental Santa Ana, Ahuachapán y Sonsonate y, más recientemente, en algunos puntos de Oriente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) certificó en 2021 a El Salvador como el primer país de Centroamérica en eliminar la malaria o paludismo, tras más de tres décadas de esfuerzos sostenidos en vigilancia epidemiológica, control del mosquito transmisor y atención oportuna de casos.
La certificación reconoce que el país logró interrumpir la transmisión local de la enfermedad por al menos tres años consecutivos y que cuenta con la capacidad sanitaria para prevenir su reintroducción, un hito que posicionó a El Salvador como referencia regional en salud pública y control de enfermedades tropicales.
La malaria, es una enfermedad parasitaria transmitida por la picadura del mosquito Anopheles, que provoca fiebre alta, anemia y, en casos graves, la muerte, había sido prácticamente erradicada del territorio salvadoreño.
Ante el reporte de nuevos casos en el país, ALAMES calificó como “irresponsable” la falta de comunicación pública del MINSAL, señalando que los casos aumentan desde hace dos meses en establecimientos de salud.
Consideramos irresponsable la actitud del MINSAL por no emitir ninguna alerta sanitaria relacionada a casos autóctonos e importados de malaria”,
El Movimiento por la Salud “Dr. Salvador Allende” (ALAMES El Salvador)
La entidad también recordó que la certificación de país libre de malaria implicaba mantener un seguimiento continuo: “Después de años de esfuerzo se declaró libre de malaria a El Salvador en febrero de 2021 por la OMS, pero no hubo un seguimiento responsable por parte del gobierno”.
Opacidad en los datos epidemiológicos y falta de medicamentos.
ALAMES subrayó la necesidad de que la información epidemiológica sea pública y oportuna para que distintos sectores puedan actuar de manera coordinada. “El gobierno salvadoreño prefiere ocultar información clave con el objetivo de mantener las apariencias de que todo se encuentra bien, cuando la realidad es otra”, afirmó la organización, advirtiendo que esta práctica puede permitir que los brotes se expandan con rapidez.
En 2021, durante una transmisión en vivo en YouTube del espacio “Conversaciones OPS en vivo: Conoce cómo El Salvador logró eliminar la malaria”, el Ministro de Salud, Francisco Alabi, afirmó que, “con el inestimable trabajo de sus profesionales de la salud, se han propuesto poner fin al paludismo en el país. Hoy, por fin, celebramos el logro histórico que representa la declaración de El Salvador como país sin paludismo”.
También destacó que el éxito se debía al trabajo articulado entre el MINSAL y los Col-Vol, colaboradores voluntarios comunitarios encargados de acercar los servicios de salud a zonas rurales y de difícil acceso, apoyando el diagnóstico y la promoción sanitaria.
En la transmisión especial de 2021, el Ministro de Salud, Francisco Alabi, compartió cómo el trabajo articulado entre instituciones, comunidades y el sistema de salud permitió que El Salvador lograra un hito histórico: la eliminación de la malaria
Cuatro años después, ese discurso contrasta con el silencio oficial ante la reciente aparición de casos de malaria. Según el Movimiento, la situación se agrava por la escasez de medicamentos en establecimientos de salud, un problema que podría desbordar la capacidad de atención, retrasar tratamientos y poner en riesgo la vida de quienes requieren medicación inmediata.
Actualmente, señalan la falta de trabajo intersectorial y la ausencia de seguimiento territorial, condiciones que impactan especialmente a las comunidades rurales, donde el riesgo de transmisión suele ser mayor.
Aunque el país mantiene oficialmente su certificación, los especialistas recuerdan que la eliminación de malaria no significa ausencia absoluta de casos, sino la capacidad del sistema de salud para detectarlos y contenerlos rápidamente. Las denuncias de opacidad y falta de preparación podrían comprometer justamente ese pilar de vigilancia.
Insistimos en que el problema aún puede controlarse, pero requiere acciones inmediatas, información clara para la población y un enfoque verdaderamente intersectorial que devuelva al país la seguridad sanitaria que logró en 2021”, enfatizan.
El Movimiento por la Salud “Dr. Salvador Allende” hace un llamado al gobierno a pronunciarse y, si es necesario, solicitar apoyo técnico a profesionales agrupados en CONADESA.