Cada 24 horas, una persona LGBTIQ+ es asesinada en América Latina y el Caribe

Este número que abarca América Latina y el Caribe, representa un asesinato cada 24 horas. Guatemala y Honduras se encuentran entre los primeros países más violentos. El Salvador y Nicaragua no cuentan con datos certeros debido a la falta de acceso a información. 

Por: Redacción

El último informe anual de homicidios LGBTIQ+ de 2024, registró 361 homicidios, un asesinato cada 24 horas, lo que afirma que continúa la violencia sistemática y estructural contra personas LGBTIQ+ en la región.

El informe se realizó en los 10 países que conforman la Red Sin Violencia LGBTIQ+. Colombia es el país con mayor número de homicidios registrados con 175 víctimas, seguido de México con 80. 

Países de la región centroamericana también encabezan la lista con más porcentaje de violencia contra la población LGBTIQ+. Guatemala ocupa el tercer lugar con 36 homicidios y Honduras con 28. 

Las mayoría de las víctimas fueron hombres cis gay con 130 casos y mujeres trans con 113 víctimas, juntos conforman el 67% de casos documentados. Además, 35 víctimas fueron hombres cis bisexuales y 27 mujeres cis lesbianas. 

Las juventudes son las principales víctimas entre 21 a 35 años y existen casos que registran víctimas entre 11 a 20 años, “lo que pone en evidencia la exposición a la violencia desde edades muy tempranas” afirma la Red. 

Además expresa que el resurgimiento de discursos autoritarios, políticas regresivas y ataques abiertos a los principios de igualdad y justicia social, ha significado retrocesos en derechos humanos para la región latinoamericana y el Caribe. 

Del total de homicidios solo hubo 9 sentencias condenatorias. 21 víctimas ejercían la defensoría de derechos humanos y 8 víctimas eran migrantes LGBTIQ+. El principal agresor son hombres en el 87% de los casos. 

Imagen tomada del Informe anual de homicidios LGBTIQ+

Centroamérica sin registros certeros 

“La opacidad institucional y la captura de la justicia alimentan la impunidad”, afirma la Red sobre el panorama de Centroamérica. El total de casos registrados fueron 71 homicidios, lo que traduce que 6 personas LBTIQ+ son asesinadas por mes, 1 cada 5 días.

Guatemala presenta una leve disminución de 7.69% en comparación al año 2023, pero el informe recalca que las raíces del problema permanecen y que la discrminicación, los prejuicios, narrativas conservadores y falta de protección jurídica ponen en riesgo a la población LGBTIQ+.

Honduras ocupa el cuarto lugar con mayor cantidad de homicidios, donde el país no cuenta con políticas públicas efectivas y la fiscalía es ausente ante casos de violencia contra las personas LGBTIQ+. “La inacción del Estado, que envía un mensaje de impunidad y desprotección”, expresa la Red Sin Violencia LGBTIQ+ en el informe. 

Además, hubo una reactivación de grupos fundamentalistas como “Por Nuestros Hijos”, que impulsan medidas para bloquear reformas como la identidad de género. 

El Salvador reportó 3 casos de homicidio y Nicaragua reportó 4. Sin embargo, ambos países tienen limitaciones en el acceso a la información y podría incidir en un subregistro significativo. 

Pese a que El Salvador presenta una disminución, el informe señala que bajo  el Régimen de Excepción se han registrado numerosas violaciones de Derechos Humanos. Esto sumado a la falta de acceso a la información y por el temor a represalias, las personas han limitado la denuncia de violencia. 

Mientras que en Nicaragua, existe un control estatal en medios y organizaciones lo que provoca el subregistro y la poca oportunidad de denuncia. 

“2024 dejó claro que en Centroamérica la violencia por prejuicio y la exclusión de las personas LGBTIQ+ son expresiones extremas de sistemas políticos que reproducen jerarquías de género y sexualidad como herramientas de control social” afirma la Red en el informe. 

Los países de centroamérica poseen poco avance en la protección de derechos de personas LGBTIQ+ y consolidan narrativas morales y religiosas como control político.

La Red exige a los Estados acciones urgentes como políticas de seguridad con enfoque de género y diversidad, sistemas oficiales de registro de homicidios, unidades especializadas, protección a personas defensoras, memoria, reconocimiento y reparación.