Mujeres defensoras de “El Cerrito de Quezaltepeque” junto con habitantes de comunidades cercanas y organizaciones ecofeministas denuncian crisis ambiental debido a la sobreexplotación del bien natural y exigen a las autoridades el retiro inmediato de las maquinarias de las empresas extractivistas en El Cerrito.
Por: Ana Gómez
El Cerrito es un reservorio de agua natural dentro del corredor hídrico de Quezaltepeque, también es fuente importante de diversidad biológica, plantas, fauna y flora. El lugar fue declarado como Tierra Sagrada por la Confederación de Pueblos Originarios y Afrodescendientes del Sur el pasado 1 de julio de 2023.
La extracción del material pétreo en El Cerrito lleva más de 50 años en sus inicios fue de manera artesanal, pero a partir del 2015 las empresas SALTEX S.A de C.V, PREFASA, BLOQUES DE LA PEÑA llevaron maquinaria pesada.
El material pétreo es el material inorgánico, natural o procesado y se utiliza en el sector de la construcción. En El Cerrito cada empresa ha tomado una parte de El Cerrito para la extracción de este material.
“Por eso nosotras pedimos auxilio porque ya no va tolerar dos años más, hace 15 días trajeron una demoledora más. Tenían permiso de 6 volquetas, y cuando vino la jueza ambiental nosotras observamos que solo de PREFASA salieron 46 volquetas, en términos generales salen alrededor de 150 volquetas diarias” señala Victoria Chávez, coordinadora de la Asociación Nayarit Mujeres y Juventudes.
Revista La Brújula participó en el recorrido realizado por las organizaciones ecofeministas y habitantes para observar la magnitud del deterioro de El Cerrito.
Es un lado de El Cerrito donde las empresas han extraído el material, esto ha eliminado gran parte del relieve y del ecosistema que formaba parte de El Cerrito.
Las mujeres organizadas de las comunidades, defensoras de los territorios y bienes comunes son las que se encuentran al frente en defensa de El Cerrito de Quezaltepeque, asimismo denuncian que estos proyectos extractivistas han provocado crisis ambiental como la escasez del agua, alimentos, afectación a los cultivos, pérdida de la identidad cultural, impactos económicos y sobrecarga de trabajo para las mujeres, niñas y adolescentes en el trabajo de los cuidados.
Solicitan a la autoridades como el Ministerio de Medio Ambiente, Ministerio de Economía y a la Alcaldía Municipal no seguir proporcionando permisos ambientales y el cierre de operaciones de estas empresas.
“Como guardianas de la Madre Tierra decimos ya no. Y decimos que el agua no nace del chorro, nace del cerrito ¡Justicia para El Cerrito de Quezaltepeque”
Sara García del Movimiento Ecofeminista de El Salvador agrega otra preocupación para las mujeres defensoras de los territorios, y es la ausencia de una legislación que garantice la protección para las mujeres defensoras de derechos humanos “estamos sin garantías constitucionales, las mujeres defensoras seguimos enfrentando la criminalización de la defensa del territorio”.
Las comunidades Santa Rosa Arriba, Santa Rosa Abajo, San Francisco y otros cantones afectados en conjunto con Nayarit Mujeres y Juventudes, ADESCOS, Asociación Mujeres Ambientalistas de El Salvador -AMAES- y El Movimiento Ecofeminista esperan el informe de la inspección realizado por la Jueza Ambiental Oneyda Cáceres el pasado 1 de mayo 2023 y que sea favorable para las comunidades y El Cerrito de Quezaltepeque.