La violencia contra las mujeres es una violación de los derechos humanos. Es un problema social, un problema de salud pública y un obstáculo al desarrollo económico de los países. Todas las mujeres, de todas las nacionalidades, etnias, culturas, credo religioso, clase económica, identidad sexo-afectiva y edades: tenemos derecho a vivir vidas libres de violencia.
En 2010, la investigadora méxicana Julia Monárrez, propuso la necesidad de nombrar los femicidios infantiles, definidos como “el asesinato de niñas en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder que les otorga su situación adulta sobre la minoría de edad de la niña”.