Desde 2019, la partida presupuestaria para los programas de Ciudad Mujer han sido reducidos. Para este 2022 hubo un recorte de más de $5 millones, significando una disminución en la calidad de servicios que brindan las seis sedes en el territorio.
Por Eugenia Olán y Clanci Rosa
Ayer, en la plenaria número 68, la Asamblea Legislativa aprobó un paquete de reformas a la Ley del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU), esta contempla, entre otras disposiciones, modificaciones en la conformación de la Junta Directiva del ISDEMU, se condiciona la participación de las organizaciones de mujeres y se retira la representante de El Salvador ante la Comisión Interamericana de la Mujer y el programa Ciudad Mujer pasa a ser administrado por el ISDEMU.
Ciudad Mujer fue fundada en 2011, con el objetivo de garantizar los derechos fundamentales de las mujeres salvadoreñas, a través de servicios especializados como; salud sexual y reproductiva, atención integral a la violencia de género, promoción de los derechos de la mujer y empoderamiento económico.
Inicialmente, Ciudad Mujer fue dirigido por la Secretaria de Inclusión Social, pero esta secretaría fue eliminada por el Gobierno de Nayib Bukele y el 4 de junio de 2019, el Presidente Bukele anunció por medio de twitter que el programa Ciudad Mujer sería administrado por el Ministerio de Desarrollo Local, a cargo de María Chichilco. Ahora, nuevamente este programa es reubicado. Los diputados y diputadas del partido oficialistas presentaron reformas para que sea dirigido y administrado por ISDEMU.
Estos cambios se dan pese a que, en semanas anteriores, la Comisión de la Mujer recibió visitas de diferentes instituciones estatales, donde se reconocieron los programas y proyectos que se ejecutan en conjunto con Ciudad Mujer.
En la plenaria, diputadas de Nuevas Ideas lanzaron críticas al funcionamiento de Ciudad Mujer e incluso, la diputada Suecy Callejas, manifestó que la fundación de este programa estaba relacionado con corrupción de la exprimera dama, Vanda Pignato en los gobiernos del FMLN. Ahora, con el nuevo gobierno de Nayib Bukele, aseguraron que todo es transparente, así como el interés de este gobierno por los derechos de las mujeres salvadoreñas.
No obstante, esta aseveración riñe con los datos sobre asignación de presupuestos. De acuerdo con datos de Panorama Económico, se recortaron $22.1 millones en programas específicos o con sesgos implícitos hacia las mujeres en la ejecución del presupuesto del 2020, gestión del Gobierno de Nayib Bukele.
En específico, el programa Ciudad Mujer ha tenido recortes de más de 5 millones en cuatro años, de 2019 a 2022.
“La incapacidad de ISDEMU para desarrollar los proyectos se debe a la falta de presupuesto, en los últimos años, a la desmantelación de la mayoría de programas y ante la incapacidad de atender los temas que afectan a las mujeres”, dijo la diputada Marleni Funes, del FMLN.
Otro de los argumentos de Callejas, fue que debe haber una sola política pública de prevención de la violencia contra la mujer y de desarrollo, y esta debe ejecutarse en todos los niveles. Sin embargo, no se refieren a aumentos de presupuestos para que estas políticas se conviertan en una realidad.
Para Keyla Cáceres, activista feminista y asesora legislativa, el modo en que se introdujeron las reformas violan nuevamente el debido proceso, ya que se hizo a través de la dispensa de trámite, figura establecida para una emergencia o suceso con carácter de urgencia.
Sobre las nuevas asignaciones al ISDEMU, considera que no tienen nada de actualización como detalla en el objeto de la reforma “por el contrario condicionan la participación de las organizaciones de mujeres y feministas en la junta directiva. No cuenta con el personal técnico para desarrollar las estadísticas que realizaba la extinta DIGESTYC y mucho menos queda claro cómo se crea la red de participación y atención de mujeres, tampoco la de Red de cuidados. Lo que queda claro es que no hay un interés real en fortalecer la políticas públicas para las mujeres y niñas, todo es en base de la improvisación cómo lo ha hecho este gobierno desde el inicio” explicó.
La participación de organizaciones de mujeres de sociedad civil se condiciona al registro de la Red de Atención y Protección para Mujeres
Otra de las nuevas atribuciones al ISDEMU es crear la Red de Atención y Protección para Mujeres. La participación de las organizaciones de mujeres y feministas en el ISDEMU, como parte de la sociedad civil organizada, queda condicionada a pertenecer a dicha Red. Sin embargo, no se ha brindado mayor información sobre ella. Las propuestas de reforma solo inlcuyen un párrafo ambiguo:
«La Red de Atención y Proteción para Mujeres estará formada por el conjunto de Asociaciones y fundaciones sin fines de lucro, que establecen vínculos entre sí e instituciones públicas para beneficiar a las mujeres. Para ser parte de la Red, la entidad debe acreditar al menos un programa, considerar dentro de sus fines la garantía de los derechos de las mujeres y registrarse ante el ISDEMU».
Para activistas feministas, que prefieren no identificarse por temor a represalias, este registro podría tratarse de otro mecanismo del gobierno para controlar a las organizaciones de mujeres. “Estos datos son peligrosos en manos de un gobierno que se ha caracterizado por atacar a quienes no se alinean a sus discursos y prácticas”.
Estas reformas se suman a la eliminación de la Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC) que, entre otras actividades importantes, recolectaba estadísticas específicas sobre las condiciones de las Mujeres en El Salvador, datos esenciales para poder evaluar y medir el impacto de las políticas públicas en esta materia.
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