Las personas LGBTIQ que votamos por él, hoy nos sentimos mucho más desilusionadas

Por Clanci Rosa 

Monica Linares es la Directora de la Asociación ASPIDH Arcoiris Trans, una de las organizaciones pioneras en la lucha por la ley de identidad de género. ASPIDH se creó en 1996 como una organización de trabajadoras sexuales trans que solo pedían se les permitiera trabajar. Posteriormente se organizaron y legalizaron la asociación que en el presente año participó en la mesa dogmática de sociedad civil para una propuesta de reformas constitucionales. 

Después de las declaraciones del presidente Nayib Bukele, donde ha dejado claro no apoyar nada que tenga que ver con matrimonio igualitario, Linares reflexiona y lamenta que todo el esfuerzo de la mesa haya sido en vano, falso y utilitario, aunque estas declaraciones del presidente, advierte, no la sorprenden. 

“Por lo tanto he decidido, para que no quede ninguna duda, no proponer ningún tipo de reforma a ningún artículo que tenga que ver con el derecho a la vida (desde el momento de la concepción) el matrimonio (manteniendo únicamente el diseño original: un hombre y una mujer)”, manifestó Nayib Bukele en una publicación de Facebook el pasado viernes 17 de septiembre. Dos días después de la masiva marcha contra su gobierno. 

Estas declaraciones han generado diversas críticas y opiniones en las organizaciones que participaron del proceso. Linares expresa que, por primera vez, como mujeres trans se sintieron incluidas y de buena fe acudieron a la convocatoria que les hizo la mesa dogmática donde se revisarían reformas del artículo 1 al 70, entre esos están los referentes a la Ley de identidad y uniones civiles.  

“Nosotras nos sentimos felices al ver reformado el Art. 3. que en la actual constitución dice:  ‘Todas las personas son iguales ante la ley. Para el goce de los derechos civiles no podrán establecerse restricciones que se basen en diferencias de nacionalidad, raza, sexo o religión’. Con la reforma nosotras incluimos: ‘independientemente de su orientación sexual, identidad y expresión de género’, es decir, no tiene cambios drástico-significativos para la sociedad, pero si va para nosotras en positivo. Entonces de buena fe asistimos a la convocatoria”.

Esta mesa era dirigida por el vicepresidente Félix Ulloa y en algunas sesiones llegó el abogado Fabio Castillo, indica Linares. “El día que se discutió la reforma al derecho al nombre , él (Fabio), con todo y su forma de pensar, llegó a estar de acuerdo con nosotras y que el nombre sí era necesario modificar y que debería estar dentro de la Constitución para que no tuviésemos que hacer otros trabajos como una Ley de identidad de género, por ejemplo. Nos pareció perfecto e hicimos nuestro planteamiento” dice, Linares. 

Ante la publicación del presidente Bukele, Mónica manifiesta que no sabe si todo era un plan desde el inicio y el vicepresidente estaba al tanto o a él (Félix Ulloa) también lo engañaron, pues expresa que se mostró muy a favor de las reformas propuestas. 

De igual forma, Fabio Castillo, quien les asesoró en el tema de matrimonio igualitario, “él se mostró totalmente de acuerdo con lo que proponemos, solo sugirió quitar la palabra matrimonio para no meternos en problemas con la iglesia. Acordamos uniones civiles. Y así había quedado”, explicó. En este punto, Linares aclara que que no se está peleando un matrimonio de “yo vestida de blanco”, sino la garantía de los derechos que podrían tener como parejas del mismo sexo. 

Al final del proceso de reformas en la Mesa Dogmática las personas participantes recibieron un diploma. Foto/cortesía.

Para Linares las posturas de Bukele resultan un revés para la población LGBTIQ que votó por él.

“Muchos y muchas de nosotras votamos por un castigo a los partidos tradicionales, fue más eso que tener esperanza. Quizás al final de cuenta la medicina salió peor que la enfermedad. Pero él (Nayib) obtuvo la mayoría de votos, entre esos, los de una gran parte de población LGBTI, incluyéndome, y esas personas que votamos hoy nos sentimos mucho más desilusionadas, quizá más las que estamos en el trabajo organizativo, porque al final una persona LGBTIQ no organizada y que desconozca sus derechos es más vulnerable a no entender lo que sucede y guiarse por la propaganda”, explica. 

Sin embargo, Linares manifiesta que desde el momento en que como organización decidieron entrar a la mesa, fueron conscientes de la posibilidad que el gobierno no retomara sus reformas: “quiero dejar bien claro que nosotras no podemos echar toda la fruta en un solo costal. No podemos hacer la lucha en una sola vía. Estamos en las calles, estamos en los medios, y fuimos a esa mesa tratando de hacer algo en favor de los derechos humanos, de nuestro derecho al nombre. Quien ha actuado mal aquí es el gobierno. Nosotras vimos una oportunidad de ser partícipe de algo bueno para nuestra población trans y participamos”. 

Para Mónica, tras las declaraciones del presidente, solo queda el hecho de seguir organizadas y luchar desde las calles pues no piden más que derechos básicos que todo ser humano debe tener. 

Actualmente, el proyecto de reformas está siendo estudiado por el presidente, Nayib Bukele, y posteriormente será enviado a la Asamblea Legislativa donde los y las diputadas votarán por las reformas. Sin embargo, al ser mayoría los diputados y diputadas oficialistas, no se espera discusión, tal como ha pasado con todos los proyectos de reformas y leyes que son enviados por el presidente. Por lo tanto, la posibilidad de tener derechos relacionados a población LGBTIQ y despenalización del aborto por casuales, se reduce.

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