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Redacción La Brújula
La Mesa de Soberanía Alimentaria en el día de la conmemoración de las Luchas Campesinas expone su preocupación ante las desigualdades existentes en las poblaciones rurales, indígenas y campesinas que se han visibilizado de mayor manera durante la Emergencia por COVID-19, pues son las responsables de alimentar a las ciudades y generar servicios ecosistemáticos expresan en un comunicado.
En este contexto que vive el país “las mujeres rurales son las más afectadas por la marginación histórica que la agricultura familiar campesina ha sufrido, ya que se encuentran en situación de empobrecimiento a mayor escala” expone.
Las mujeres son la población mayoritaria en el país “pero apenas manejan el 18% de la producción agrícola, realizan la mayor parte de tareas de cuidado, reciben solo el 10% de los créditos, poseen apenas el 12% de la tierra y reciben el 5% de la asistencia técnica».
La población rural es altamente vulnerable al cambio climático y a los fenómenos socioeconómicos. De acuerdo al primer reporte de las Naciones Unidas sobre la situación del COVID-19, el país reportó alrededor de 630 mil personas están en situación de inseguridad alimentaria; y al menos el 17% de las familias que viven en el campo y el 9% de la ciudad no consumen los alimentos necesarios para tener una vida sana y activa.
La Mesa de Soberanía Alimentaria comenta que las medidas implementadas por la Emergencia por COVID-19 tendrá repercusiones “Los medios de vida de la población salvadoreña se verán afectados por la suspensión de las actividades económicas y las restricciones al derecho a la libre circulación, por lo que se prevé un incremento significativo en las personas en situación de inseguridad alimentaria en el corto plazo”.
Por ello demandan al Estado la aprobación de la Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria y la Ley General de Aguas; reconocer la importancia de la agricultura e incrementar el presupuesto del Ministerios de Agricultura y ganadería y proteger los medios de vida de las familias campesinas durante Emergencia por COVID-19.
A la administración del presidente, Nayid Bukele, exhortan “que desista de continuar debilitando nuestro frágil sistema democrático mediante estrategias de desinformación y represión hacia la población de la disputa machista con los Órganos Legislativo y Judicial”. Añaden que resuelve los problemas a través del diálogo y cese al acoso hacie medios de comunicación y organizaciones defensoras de derechos humanos.