Cuestionable│“Presidente Bukele logra extensión del TPS, un alivio para 250 mil salvadoreños en Estados Unidos”

Fotografía tomada de internet

Según un comunicado de la Secretaría de Prensa de la Presidencia, por medio de negociaciones políticas con el gobierno de Estados Unidos, Nayib Bukele logró extensión del TPS. En La Brújula verificamos y este dato es cuestionable. La academia analiza las razones por las cuales el país norteamericano concede periodo adicional al beneficio. 

Por: Karen Moreno

Los catedráticos de la Universidad de El Salvador (UES) analizan la extensión del Estatus de Protección Temporal (por sus siglas en inglés, TPS), anunciada por el Presidente Nayib Bukele y el Embajador de los Estados Unidos, Ronald Johnson, el pasado lunes 28 de octubre.

La celebración de Bukele

El aviso se realizó por medio de las redes sociales oficiales de Bukele con un video en el cual Johnson expuso que en Washington D.C.  firmó “un acuerdo que extiende el TPS para los salvadoreños que residen en el país norteamericano por un año más; esto es un reconocimiento de los logros y buen trabajo del Gobierno del Presidente Nayib Bukele”.

También la Secretaría de Prensa de la Presidencia emitió un comunicado en el que se expresa que el mandatario logró “extensión del TPS”. De igual manera lo hizo la Embajada de los Estados Unidos en El Salvador “EE.UU. extiende permisos de trabajo”.

Sin embargo, el presidente Trump declaró en 2018 que el beneficio finalizaría en septiembre de 2019 para la comunidad salvadoreña. Así como, anteriormente, suspendió el programa para la población haitiana y nicaragüense.

Por esa razón, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) aclaró que no se trata de una ampliación del programa, sino un período adicional para que cerca de 200 mil salvadoreños regresen al país ordenadamente.

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) aclaró que “esta no es una extensión de TPS. Es una extensión del periodo de cierre paulatino durante el cual los permisos de trabajo de los ciudadanos salvadoreño con TPS serán válidos mientras se preparan a regresar a su país”, esto contrasta con lo declarado por el Órgano Ejecutivo.

Nelson Cuéllar, docente de la Escuela de Relaciones Internacionales de la UES, recuerda que ante dicho anuncio sobre la eliminación del programa y el subsecuente período establecido para que los salvadoreños arreglaran su situación migratoria, el ex Ministro de Relaciones Exteriores, Hugo Martínez, y demás funcionarios de la administración efemelinista pasada, lo hicieron ver como una extensión del TPS.

La embajada estadounidense extendió un comunicado en 2018 aclarando que la Extensión Automática de Autorización de Empleo (EAD, por sus siglas en inglés), fue extendido por 180 días hasta el 4 de marzo de 2019 y que “este proceso de rutina no cambia el hecho que el TPS para los salvadoreños finalizará el 9 de septiembre de 2019.”

El TPS es un programa de protección temporal para quienes atraviesan una situación bélica o desastres ambientales en sus países. Inició en 2001 en la presidencia de Francisco Flores. Fue otorgado por el gobierno de George W. Bush, tras los terremotos que afectaron a El Salvador.  Desde entonces, “ha venido llevándose una serie de prórrogas a través de todas las administraciones que ha tenido El Salvador, ya sea de doce o de dieciocho meses”, rememora Cuéllar.

Fallo judicial de juez en California

La cancelación anunciada por Trump se vio interrumpida. El juez federal Edward Chen, en San Francisco, emitió una medida cautelar en octubre de 2018 para prohibir al gobierno terminar con el TPS para personas salvadoreñas, nicaragüenses, haitianas y sudaneses, ya que encontró racismo en la decisión del presidente estadounidense. La demanda causó prórroga hasta enero de 2020 y podría tener un beneficio de un año extra compensatorio, dependiendo si la Casa Blanca llegase a ganar las demandas judiciales en contra el TPS para reactivar la eliminación del beneficio.

El anuncio de Bukele y el embajador han provocado diferentes reflexiones sobre el motivo por el cual el Estado norteamericano no mantuvo la decisión de culminar el período para que 200 mil salvadoreños y salvadoreñas resolvieran su estatus migratorio hasta septiembre del presente año; posturas de distintas personalidades del panorama político y enfoques periodísticos de medios de comunicación en sus redacciones, que discuten si la prórroga es debido al resultado de la gestión del presidente o debido a resolución del juez.

El enfoque periodístico de El Faro refleja que el TPS se amplió por la Casa Blanca; mientras que para Revista Factum la prórroga de TPS es debido al fallo judicial.

Cuéllar reconoce que “ha habido una actividad bien fuerte de la actual administración, por buscar una solución a esto, para que no se haga efectiva la deportación masiva a nuestro país. Hemos visto cómo la canciller (Alexandra Hill) ha estado ahí yendo a cada rato a los Estados Unidos, reuniéndose con diversas personalidades, entonces este año más sí es un logro.” Entre las diferencias entre el proceder del actual gobierno y el anterior está que el expresidente Sánchez Cerén nunca fue a cabildear, a diferencia de Bukele, indica el catedrático.

Carlos Cordero, docente de Derecho Público en la UES, considera que la nueva prórroga se debe a “las buenas relaciones que mantiene el Gobierno de El Salvador con el pueblo y Gobierno de los Estados Unidos, producto también de los diferentes acuerdos a los que se han suscrito orientados a detener la migración”, entre ellos: Acuerdo de Seguridad Fronteriza y el Acuerdo del Programa de Intercambio de Datos Biométricos.

Al respecto, Cuéllar explica que en las relaciones de los países lo que persisten son los intereses e insiste en que “necesitamos conocer los documentos que se firman. ¿Por qué no se publican? Yo le voy a decir porqué: porque hoy la gente lee. La academia está más pendiente […] (El Gobierno de los) Estados Unidos es pragmático. A ellos no les interesa si es de derecha o izquierda el gobierno, siempre y cuando sus intereses estén bien”.

Por otra parte, la decisión no es solo resultado de las buenas relaciones, también se debe a las organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, de los indocumentados en los Estados Unidos que han hecho su lucha, menciona Cordero, y la resolución del juez, que consideró que no era procedente la finalización del TPS.

El eterno retorno del problema

A pesar del nuevo periodo para realizar correctamente el proceso de repatriación, no representa una solución permanente al problema para todos los tepesianos. Cuéllar dilucida que nuestro país no está en condiciones para atender un regreso masivo de personas que tienen un estilo de vida diferente al nuestro, con respecto a salarios, seguridad, entre otros aspectos. Esclarece dos posibles escenarios: “que mucha gente se fuera para Canadá. En tema migratorio es un poco más abierto, sobre todo cuando hay menores de edad. Y la otra opción que les podría quedar es pasar a ser del grueso indocumentados, pasar a la clandestinidad para el resto de su vida”.

Para Cordero, la permanencia de la población salvadoreña en el país norteamericano “es sumamente difícil; si hubiese habido voluntad de los Estados Unidos, inmediatamente le hubieran dado trámite.” Cuéllar clarifica que, para lograrlo se debe realizar una reforma migratoria integral. “Las leyes no emanan del ejecutivo sino del Congreso”, aunque “puede hacer una propuesta el ejecutivo”.

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