Redacción Revista La Brújula
Son mujeres jóvenes, artistas, estudiantes, profesionales, trabajadoras, malabaristas, bailarinas, creativas, diversas, feministas que en el año 2010 forman la Colectiva Amorales, con el objetivo de crear una identidad desde la ética AMORAL”, así lo describen en su portafolio.
A las Amorales, como usualmente las llaman, las están criminalizando por su labor en pro de los derechos de las mujeres. En el posicionamiento emitido a través de sus cuentas de redes sociales explican que enfrentan un proceso judicial por los delitos de “calumnia y daños al honor”, demanda interpuesta por Ricardo Mendoza quien se ha desempeñado como docente de la Universidad de El Salvador (UES) y director teatral, encargado del “Diplomado Superior en Teatro Universitario” en la misma institución. Mendoza ha sido señalado de acoso y abuso sexual por estudiantes de la UES como se menciona en una publicación de un periódico CONTRAPUNTO titulada “AMORALES, Yo les creo”.
Asimismo en un reportaje de otro diario, bajo el titular “Los abusos que esconde el escenario”, se refieren al acoso por parte de este director de teatro y otros más que se han mencionados como implicados de este tipo de delitos. Esta publicación, aseguran las Amorales, es el precedente de historia del teatro salvadoreño donde actrices rompieron el silencio con respecto a los casos de acoso y abusos sexuales que sufrían en estos espacios pero que también ocurren en las universidades.
En entrevistas en diferentes medios de comunicación las Amorales narran que desde 2016 acompañan las denuncias sobre casos de estudiantes que han sufrido acoso y abusos sexuales en la universidad, su labor como defensoras fue exponer a los agresores y los delitos cometidos hacia las estudiantes y actrices, lo que conllevó a que en mayo Ricardo Mendoza las demandara.
La aboga defensora de las Amorales, Bertha Deleón, ha manifestado durante todo el proceso “No estamos dispuestas a conciliar, vamos a señalar y a oponernos a este tipo de acciones de criminalización en contra las mujeres”.
El movimiento feminista respalda la labor que como defensoras ejercen las Amorales. Una de las voces jóvenes feministas que ha “gritado con fuerza” de sororidad es la de Sara García diciendo: “Ante este proceso judicial que si bien, busca ser un castigo y amenaza a las luchas feministas, es relevante que sepan los machistas y agresores, que ante las violencias nosotras nos unimos y tomamos más fuerzas, que no nos cansamos de decir que cuando agreden a una, respondemos todas”.
La UES, la casa de estudios donde se ejerce violencia hacia las mujeres
El Reglamento Disciplinario de la UES en su artículo 11, literal “p”, establece como infracción grave el acoso sexual, sin embargo, las Amorales relatan que desde 2016 tienen conocimiento de casos de acoso y abuso sexual por parte de docentes del recinto universitario debido al acercamiento de las estudiantes, que ante la falta de acciones de las instancias del Alma Máter, recurrieron a ellas en busca de apoyo y justicia.
La Unidad de Género de la UES realizó el estudio “La Universidad de El Salvador como espacio de la reproducción de la violencia de género” donde especifica la opinión de la comunidad estudiantil y detalla que las más violentadas, dentro de esta institución, son las mujeres (64.82%) y como muestra que esta violencia es ejercida mayormente por hombres (55%). Asimismo menciona que la violencia en un 31% es cometida por parte del sector docente, y los tipos de violencia que se reproducen en mayor medida son la psicológica y emocional en un 65.75% y la sexual en un 15.53%.
El mismo estudio de la Unidad de Género revela que el 84% de las personas de la institución consideran que la violencia de género se sigue reproduciendo debido a que no existe un buen proceso de atención a las denuncias.
La Ley Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres (LEIV) en el artículo 4, principios rectores, literal “f”, establece el respeto del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia en cualquier ámbito.
Azucena Ortíz del Movimiento de Mujeres Mélida Anaya Montes, considerada una referente de mujeres defensoras y que respalda la labor de las Amorales expresó que “El movimiento de mujeres estamos para que se respeten nuestros derechos, que se ponga en vigencia lo articulado en la LEIV, que esto no quede en la impunidad”.
Ortíz reiteró “Vamos a tumbar todas esas medidas patriarcales, vamos a tumbar todas esas agresiones que los machistas están implementando y desarrollando en contra todas las mujeres en nuestro país”.
En el mes de julio y bajo la lucha de organizaciones de mujeres jóvenes feministas, entre ellas las Amorales, la Asamblea Legislativa aprobó la reforma al artículo 21 de la LEIV que establece obligatoriamente a las instituciones de educación superior implementar protocolos de atención para la violencia en contra de las mujeres.
Teniendo todas estas leyes, reglamentos y estudios la UES no ha emitido ningún comunicado respecto al caso del profesor Ricardo Mendoza.
Ante el silencio que embarga al Alma Máter, defensoras de los derechos de las mujeres como Morena Herrera se han pronunciado ante el caso de las Amorales “En las universidades ocurren casos de acoso sexual y de violencia en contra las mujeres pero esa ley va a quedar como papel mojado si no existen colectivas, grupos, mujeres como las Amorales que están dispuestas a denunciar cualquier hecho de violencia que ocurre”.
“Que sepa Ricardo Mendoza que quiso mover una piedra y ha movido un promontorio de piedras y que si no se calla y no retira sus denuncias, estas piedras se van a convertir en realidad y lo van a enterrar como docente universitario, que sepa, que no sabe lo que ha movido”, afirmó Herrera.
Amorales, una colectiva de artistas
Las Amorales surgen en 2010 con el nombre de “Colectiva Amorales Teatro”, en un principio estaba integrada por cuatro mujeres quienes vieron la necesidad de abordar temáticas relacionadas al cuerpo de las mujeres.
“En ese momento no existían grupos artísticos conformados únicamente por mujeres y mucho menos que se auto determinaran como feministas siendo “Colectiva Amorales Teatro”, la primera colectiva de mujeres artistas y en específico formada por mujeres dedicadas al teatro, en toda la historia del arte en El Salvador”, cuenta la artista, Edith Elizondo, quien además es integrante de Amorales.
Las Amorales sientan no solo un posicionamiento artístico vacío sino que se posicionan políticamente como mujeres feministas en el ámbito artístico salvadoreño.
La bandera de lucha es la defensa por los derechos de las mujeres en temas como la despenalización del aborto y la violencia en contra de las mujeres.
Al inicio estuvo integrada por cuatro jóvenes y posteriormente se vio ampliado su número de integrantes por mujeres que procedían de diferentes espacios de formación en teatro.
Jazz Miranda, quien forma parte de las Amorales, comenta “En un principio nuestra motivación era hacer teatro desde las mujeres. Era importante hablar desde nuestros cuerpos y hacerlo desde una propuesta joven, lejos del elitismo y adulto centrismo de mundo teatral (y artístico) de nuestro país”.
“Ha sido un caminar desde 2010, de comenzar a creer y legitimarnos entre nosotras. El proceso de las Amorales ha sido bastante interesante para todas las que formamos parte de él así como para el movimiento feminista joven”, expresó Elizondo.
Despenalización del aborto y violencia
Las Amorales realizan diversas acciones de incidencia, performance, teatro de calle, festivales para la recuperación de espacios públicos por parte de las mujeres a través del arte, ejecución foros, talleres, debates y conversatorios.
“Nuestra base es la despenalización del aborto, pero además tenemos un punto más en la agenda: denunciar las prácticas misóginas que esconden los escenarios. Muchas de nuestras integrantes llegaron porque no lograban encajar en las artes escénicas por diferentes razones, pero creo que en el fondo siempre fue porque los directores se paraban desde el punto androcéntrico donde las mujeres siempre vamos a ser inferiores o simplemente un pedazo de carne que se puede tomar cuando el hombre quiera”, comenta Keyla Cáceres, historiadora y artista de las Amorales.
La defensa de los derechos de las mujeres por medio del arte
Las Amorales realizan la defensa de los derechos de las mujeres a través del arte.
“En un estado de derecho, nosotras somos humanas, somos ciudadanas, somos sujetas del derecho, por consiguiente adoptamos una la idea de la construcción de una ciudadanía activa, en nuestro caso, el empoderamiento de las mujeres por medio del arte, nosotras defendemos derechos”, asegura otra de las artistas de las Amorales, Lissania Zelaya.
Zelaya afirma que “el arte es nuestro medio de comunicación, una forma de lenguaje donde las experiencias y sentires privados se politizan para llevar una reflexión, una protesta, una exigencia, la transgresión del arte radica en que para ello se pone el cuerpo”.
Las Amorales tienen diversos espacios que comparten con mujeres como es su festival artístico denominado AKELARRE “Creado desde las Amorales para que por una noche no exista más protagonistas que las mujeres artistas, un espacio para reivindicar a las mujeres víctimas de la caza de brujas. Desde que empezaron los akelarres fueron para denunciar con fuerza, que a través del arte se puede visibilizar, la gran brecha de desigualdad en la que vivimos las mujeres actualmente”, afirmó Cáceres.
Las Amorales a través de sus obras visibilizan temáticas relacionadas a las mujeres: “SEMPITENA” que trata sobre los diferentes tipos de violencia; “Liberen a barbie” también pone en evidencia la violencia de género; “Las Muchachas”, refleja la violencia económica, patrimonial, violencia sexual, física y psicológica; “MUJERES DE SAL” aborda la vida y rol de la mujer salvadoreña dentro del conflicto armado; “Zapatos, Vestidos y Realidades”, obra en apoyo a la despenalización del aborto.
Luna de Anatolia
Las Amorales crecieron y se dividieron en dos ramificaciones: Amorales Teatro y Luna de Anatolia (el proyecto musical), y en conjunto formaron lo que actualmente se conoce como Colectiva Amorales.
“Luna nace con la necesidad de diversificar la Colectiva”, comenta Rocío Velasco, artista de Luna e integrante de las Amorales.
En el marco del #CasoAmorales la Asociación de Mujeres Jóvenes Femistas Ameyalli les enviaron un mensaje “Queremos que las Amorales sigan CANTANDO LAS INJUSTICAS”.
#YoLeCreoALasAmorales
La fuerte campaña de redes sociales que las Amorales llevan a cabo es apoyada por todo el movimiento feminista tanto a nivel nacional como internacional.
La Red Salvadoreña de Defensoras de Derechos Humanos desde el comienzo del proceso judicial que enfrentan acuerpó a las Amorales.
Alejandra Burgos, integrante de la Red, comenta que las Amorales representan el #YoTambién de El Salvador además de ser una voz incómoda al denunciar las violencias contra las mujeres.
Burgos afirmó “Vamos a seguir acompañando la labor de defensa legítima que realiza la Colectiva Amorales tanto en la Universidad de El Salvador como en otros sectores. Es una oportunidad para que las autoridades de la institución pueden generar un ambiente libre de violencia para las estudiantes”.
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