El 10 de junio, agentes del CAM notificaron a las vendedoras y vendedores de su desalojo en 72 horas. Este jueves 13 de junio, las vendedoras esperan que la promesa de un bono se cumpla y que los planes de reubicación garanticen un beneficio para ellas y su trabajo.
Por: Ana Gómez
El pasado lunes 10 de junio, agentes del CAM notificaron a las vendedoras y a los vendedores del distrito de Soyapango que tenían 72 horas para desalojar los alrededores del centro comercial de Plaza Mundo, donde algunos tienen más de 15 años de vender sus productos para la subsistencia de sus familias. La notificación sólo fue de palabra, sin ningún documento que respaldara el aviso.
La notificación del CAM fue una sorpresa para las vendedoras, donde una gran mayoría son mujeres de la tercera edad que no tienen otra forma de ganarse la vida. “Nos sentimos mal porque no esperábamos esto, han pasado otros alcaldes y nunca nos habían desalojado, no sé cuál es el plan de ellos, tienen prioridad para los ricos y no para el pobre”, dijo una de las vendedora, de 65 años, que tiene más de 15 años de vender golosinas y bebidas. Las ganancias de su venta son para los pagos de comida, luz, agua y salud.
El martes 11 de junio, el Alcalde José Chicas compartió en su cuenta de X el comunicado de la alcaldía de San Salvador Este, donde se refieren al desalojo de las personas vendedoras en la zona de Plaza Mundo y “el compromiso de entregar una capital semilla”. Sin embargo, las vendedoras afirmaron que José Chicas no ha entablado comunicación personal con ellas, todo ha sido por medio de representantes.
Finalizando las 72 horas, ayer jueves 13 de junio, la mayoría de vendedoras y vendedores desinstalaron sus puestos y solo se dedicaron a vender los últimos productos, a la espera de la reubicación a los mercados y entrega de bono.
La promesa de Chicas es reubicarles en los mercados Las Palmas y Las Margaritas, pero las vendedoras consideran que son espacios pequeños, solitarios y que no aseguran las mismas ganancias que en Plaza Mundo, ya que sus productos son golosinas, frutas, galletas, bebidas que las personas compran de camino a sus trabajos o a sus hogares.
“Yo quisiera un puesto donde se venda porque trabajamos con dinero prestado”, señaló otra vendedora, con más de 14 años en el comercio de ropa interior, su preocupación es el pago de los créditos prestados al banco para mantener su venta.
Por otro lado, las vendedoras que se encuentran en la parte de la pasarela de Plaza Mundo están a la expectativa que este próximo lunes 17 de junio les notifiquen su desalojo. “No sé cuál es la mentalidad de ellos y la respetamos, pero que también nos respeten porque nosotros no somos cualquier cosa”, dijo Gloria Menjívar, vendedora que desde su adolescencia empezó a vender en la zona y ahora a sus 53 años exige respeto por parte de las autoridades.
Muchas de las vendedoras son mayores de 50 años, afirman que no tienen la suficiente fuerza para oponerse y que ahora por el régimen de excepción, se les hace fácil a las autoridades señalarlas como delincuentes.
Si la Alcaldía de San Salvador Este persiste en los desalojos, las vendedoras buscarán otras alternativas para sus ventas, ya sea instalarse en nuevos lugares o de manera ambulante, lo que significa un esfuerzo para las mujeres adultas mayores y madres que tienen a su cuido sus hijas e hijos.
El jueves 13 en la tarde, el Alcalde José Chicas publicó en su cuenta de X, en la que afirmó que los desalojos fueron voluntarios y la reubicación son espacios seguros para las vendedores y vendedores. Asimismo, señaló que hubo u proceso de dialogo, lo que las vendedoras desmienten
Estamos muy contentos de anunciar que, gracias al diálogo y la disposición de los vendedores, logramos reubicarlos en un lugar más seguro y con mejores oportunidades para todos. En nuestra ciudad, creemos en la importancia de construir consensos a través del diálogo y la… pic.twitter.com/ZG4QYytozI
— Jose Chicas (@josemariachicas) June 14, 2024
Carmen Urquilla de ORMUSA, señala que las mujeres que trabajan en el sector informal ya han enfrentado otras vulneraciones de sus derechos económicos y laborales y que ahora ante los desalojos de sus puestos por motivos de atracción turística, las mujeres están atravesando una situación de emergencia