En el marco de su aniversario, Católicas por el Derecho a Decidir reflexiona sobre su trayectoria y contribución hacia la libertad de conciencia y la lucha por los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos.
Por: Redacción Revista La Brújula
Católicas por el Derecho a Decidir El Salvador (CDD El Salvador) nació en 1994 por mujeres que se reunían y participaban en Comités Eclesiales de Base -grupos pequeños reunidos en comunidades urbanas o rurales para reflexionar sobre la biblia y la realidad social-. Este espacio fue un movimiento popular y ecuménico donde se reflexionaba todas las desigualdades sociales y de género.
Ahí, un grupo de mujeres católicas se dieron cuenta que eran marginadas y relegadas en sus aportes a la lucha por la justicia social, económica y política.
Griselda Mata Linares, activista feminista, defensora de derechos y presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir El Salvador, comentó que, durante estos años, se comenzó a cuestionar el rol de la iglesia católica, las desigualdades e injusticias que enfrentaban las mujeres en su derecho a la salud, dignidad y autonomía. El grupo de mujeres comenzó a participar de otros espacios de sociedad civil y feministas con posicionamientos visibles sobre el derecho a decidir de las mujeres en un contexto de cambios y retrocesos en el código penal salvadoreño de 1998.
“Luego se creó el grupo de biblistas populares, quienes reflexionaban y analizaban los textos bíblicos desde una mirada teológica feminista y liberadora para las mujeres. Además, el grupo tomó de referencia la revista Conciencia Latinoamericana y comenzaron a ser invitadas a participar de espacios regionales e internacionales de la Red Católicas por el Derecho a Decidir de América Latina y el Caribe. La Red surgió a finales de los años 80´s, el libro “Una historia para contar” describe el surgimiento de las Católicas por el Derecho a Decidir y relata cómo se fortalecieron las articulaciones en los 10 países de América Latina y el Caribe”.
Para CDD El Salvador, participar de los encuentros regionales de la Red, permitió conocer más de cerca la labor que se realizaba desde una teología hecha por mujeres. Ahí crearon un punto de contacto con El Salvador y comenzaron a formar a las referentes de las CDD´s de los países y fortalecer la agenda por los DSDR y el Derecho a Decidir.
El 10 de julio de 2011, CDD El Salvador se legalizó como Asociación de Mujeres Católicas por el Derecho a Decidir- CDD El Salvador.
“Encontrar un espacio donde se integra la fe y el feminismo es lo que hace diferente la agenda progresista de CDD El Salvador. Las mujeres que se unen a nuestros espacio colectivo, feminista y sororal son mujeres feministas que no quieren dejar de ser creyentes y que cuestionan el rol y pensamiento del vaticano, y como limita los derechos de las mujeres, autonomía y libertad de conciencia”, expresó Griselda.
A lo largo de 30 años, han enfrentado distintos desafíos como parte del movimiento feminista, como la reforma al código penal de 1998, con la penalización absoluta del aborto en El Salvador, el rechazo hacia la educación sexual integral en las escuelas y los ataques de grupos fundamentalistas. “En el año 2000, el ministro de salud, José Francisco López Beltrán, presentó el manual: “De adolescentes para adolescentes”. El manual fue modificado por abordar temas sobre prevención de embarazo, homosexualidad y masturbación. La modificación se hizo por presión de la Iglesia y de grupos fundamentalistas”.
«También acompañamos la visibilización del caso de Manuela, una mujer acusada injustamente por el delito de aborto y, en 2009, el caso de Beatriz, una mujer a quien el Estado le negó su derecho a abortar. Casos que ponen en evidencia la sociedad ultraconservadora que niega los derechos humanos, vida y salud a las mujeres, al criminalizar la pobreza de las mujeres y vulnerar su derecho a un futuro próspero y cumplir con un proyecto de vida”, recordó.
La presidenta del CDD El Salvador, considera que, actualmente, enfrentan desafíos en la promoción y defensa de los derechos de las mujeres, en un contexto de debilitamiento democrático y el discurso en contra de la dignidad de las mujeres.
Pese a esta realidad, ellas consideran que sus redes a nivel nacional e internacional se han fortalecido y se suman a los procesos formativos, campañas y mensajes que amplifican la incidencia por la salud sexual y reproductiva de las mujeres y niñas.
“Hemos desarrollado formación con docentes y estudiantes de centros escolares del departamento de San Salvador y La Libertad, hemos realizado foros por la autonomía de las mujeres desde una mirada teológica feminista, prevención de embarazos en niñas y adolescentes, la escuela de teología feminista y campañas en contra de los fundamentalismos religiosos y a favor del derecho a decidir de las mujeres”, dijo Mata Linares.
Sin embargo, ella considera que a nivel nacional no existen avances en DSDR. Por el contrario, “parece que cada vez se vuelve más difícil promover los derechos en las comunidades, instituciones educativas y los espacios religiosos. Hemos mantenido nuestro trabajo de concientización en las comunidades, con liderazgos comunitarios y religiosos, la academia, organizaciones feministas y de sociedad civil, y nuestro último sondeo de opinión refleja que más del 80% de la población creyente está de acuerdo el aborto, este derecho sigue pendiente en el país”.
Para el futuro, CDD El Salvador espera la despenalización de conciencia y autonomía de las mujeres, que puedan tomar decisiones sobre sus cuerpas y sus vidas; políticas y programas integrales en salud sexual y reproductiva para las mujeres; el derecho a una vida libre de violencia espiritual y religiosa. Mientras tanto, seguirán recordando a quienes administran el Estado que deben respetar su carácter laico.
“¡No se gobierna con la biblia, se gobierna con la Constitución!”, concluyó Griselda Mata.