Prepotencia, acoso e intimidación: Así fue la restricción del ejercicio periodístico en el escrutinio final

La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES),  junto a observadores internacionales, periodistas y medios de comunicación denunciaron agresiones y vulneraciones al ejercicio periodístico durante el escrutinio final presidencial y legislativo. Exigen que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) garantice la libertad de prensa.

Por Ana Gómez

El miércoles 7 de febrero, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) inició el escrutinio de votos de las elecciones del 4 de febrero. Tanto en el escrutinio presidencial como legislativo, periodistas, medios de comunicación, observadores internacionales y la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) señalaron que hubo vulneraciones y agresiones a periodistas que documentaban las demandas de los partidos políticos  e irregularidades del proceso. 

La cobertura periodística fue limitada por el propio TSE. En el Hotel Hilton, la prensa solo tenía acceso a las mesas de escrutinio en horarios establecidos y en el Gimnasio Nacional “José Adolfo Pineda” se ubicó a la prensa lejos de las mesas de conteo, y no se permitió realizar entrevistas a colaboradores y digitadores. Sin embargo, el Canal 10, medio estatal, fue el único que se le permitió instalar cámaras cerca de las mesas de escrutinio. 

Por redes sociales, APES, periodistas y medios de comunicación  denunciaron que vigilantes del partido de Nuevas Ideas tuvieron una actitud dominante e intimidante contra periodistas, representantes de otros partidos políticos y observadores. Las agresiones fueron de manera física y verbal, además hubo acoso, amenazas, seguimiento físico y expulsión de las áreas de mesas del escrutinio.  

A pesar de estas dificultades, la prensa logró recopilar las irregularidades en el proceso como la recalificación de votos a favor de Nuevas ideas , fallo del sistema, ingreso sin credenciales a las instalaciones del escrutinio, conformación de las mesas de conteo, las condiciones de entrega de paquetes electorales, inconsistencias de las actas y papeletas. 

También funcionarios de gobierno, influencers y youtubers obstaculizaron el ejercicio periodístico. “Simpatizantes y funcionarios de gobierno han mostrado actitudes de prepotencia […] el acoso constante de supuestos youtubers o influencers que en lugar de documentar el proceso, más bien son una extensión del aparato de propaganda del gobierno y utilizan sus equipos para acosar e intentar intimidar a periodistas”, afirmó Angelica Cárcamo, presidenta de la APES, en un pronunciamiento publicado el 19 de febrero en X (antes Twitter).

Tal como le ocurrió al periodista Marvin Díaz, quien fue amedrentado físicamente, acosado e intimidado por Geovani González, de la Junta de Vigilancia Electoral (JVE) delegado por la Nuevas Ideas, mientras documentaba lo que ocurría en una mesa de conteo. 

“Al Tribunal Supremo Electoral dirigido por la magistrada Dora Esmeralda Martínez le exigimos que garantice la libertad de prensa”, dijo Angélica.  La legislación electoral e instructivos de las Juntas Receptoras de Votos, de las Juntas Electorales Municipales y Departamentales señalan el derecho de los medios de comunicación a dar cobertura antes, durante y después el proceso electoral sin interferir en el desarrollo de las diferentes actividades. 

Asimismo, la observación internacional se pronunció sobre los ataques a las prensa en su informe: “La Misión considera fundamental que el TSE asuma el control del proceso de escrutinio generando un espacio que brinde condiciones de equidad y transparencia para todos los funcionarios, representantes de partidos, observadores nacionales e internacionales y la prensa”, señaló la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (MOE/OEA).