En el marco del Día Internacional de la Mujer Rural, las mujeres organizadas de diferentes municipios, destacaron las alternativas que construyen junto a otras, ante la crisis de inseguridad alimentaria en el país. Las variaciones climáticas extremas han provocado una disminución significativa en la producción de alimentos en las zonas rurales del país. El informe del Análisis de Inseguridad Alimentaria Aguda de la CIF menciona que 907 mil personas en El Salvador se encuentran en condición de crisis o emergencia y requiere acciones urgentes.
Por: Fátima Cruz
Durante el Festival: “Defendiendo la tierra, conquistando derechos”, participaron mujeres organizadas de Zacatecoluca. Olocuilta, San Antonio, Masahuat, Santiago Nonualco, San Pedro Masahuat, San Luis Talpa y Ciudad Arce, quienes buscaron promover un enfoque nutricional hidrobiológico, mediante el consumo de productos saludables. Además, aprovecharon para exponer y comercializar productos agroecológicos cultivados en huertos caseros, como: loroco, plátanos, mangos, piñas y granos básicos. Además, incluyeron otros emprendimientos de las mujeres como ropa teñida con tintes naturales artesanales, artesanías, materiales de barro, vinos, bisutería, marroquinería, jaleas, encurtidos y otros.
Ana Kelly Rivera, coordinadora del Programa de Género y Justicia Ambiental, explicó que la actividad buscó visibilizar el rol de las mujeres rurales y su importancia, así como destacar el trabajo y la productividad como un aporte fundamental hacia la seguridad alimentaria en los territorios y la protección del medio ambiente. En este caso, Clara Lizarbelainez, coordinadora del Convenio Manos que Alimentan de ACPP, explicó que también se busca generar distintas estrategias desde un enfoque de sostenibilidad ambiental y de género, para tratar de promover el desarrollo socioeconómico sostenible en las comunidades de rurales de distintos municipios de El Salvador.
La representante de las mujeres rurales de los municipios, Mariela Fernández, destacó que realizar estas actividades es reconocer a las mujeres y contribuir a desarrollar seguridad alimentaria. Asimismo, mencionó que entre las mujeres rurales existe una gran diversidad, por lo que no solo se debe dirigir la mirada hacia las que se dedican a cultivar la tierra, sino también a las que realizan otros emprendimientos lejos de la agricultura. Agregó que aún se deben mejorar las condiciones de este sector, ya que las mujeres que cultivan lo hacen en parcelas alquiladas y, en menor proporción, prestadas.
La mujer agricultora gana apenas $152.00, que es prácticamente la mitad del salario mínimo. Estamos conscientes que sacar un salario mínimo de $360.00 o $370.00 no cubre la canasta básica de una familia
Mariela Fernández
En este sentido, el desempleo en áreas rurales, sumado a la poca escolaridad de las mujeres y a las tareas de cuidado, limitan las oportunidades de acceso a empleo formales con prestaciones, la mayoría sobrevive en actividades económicas informales y en condiciones precarias. La Encuesta de Hogares con Propósitos Múltiples (EHPM) del 2022, reveló que 29.6% de hogares se encuentran en situación de pobreza en el área rural.
Mujeres que cultivan
María Eugenia Portillo
Como agricultoras cultivamos para poder llevar alimento y también dinero a casa. Para nosotras es importante estas iniciativas como la Escuela de Hortalizas. Desde ahí hemos estado cultivando pepino, tomate, chile verde. También, al festival hemos traído unos plantines que ya van a ir a la tierra.
La escuela también significa aprender sobre agricultura, en donde nos reunimos 27 personas, quienes hemos cultivado en grupo pipian, rábano, cilantro y otras -plantas-. También, cada una tenemos un lugar donde sembrar de forma individual y al festival traemos esos frutos. Como nosotras no tenemos tierra donde sembrar, hay quienes alquilamos. Yo alquilo un pedacito para poder sembrar loroco, todo lo que tenemos en el festival lo cultivamos en un pedacito. Como mujer rural, también invito a las personas a que compren nuestros productos.
Rosa Platero
Creo que el Día Internacional de La Mujer Rural es un reconocimiento muy merecido que aporta a la visibilización. Es una fecha muy reciente que coloca el rol importante que las mujeres realizan.
Me siento muy orgullosa de ser parte del festival y de la organización de las mujeres, que también desde ahí podemos producir la tierra y generar alimento, más en estos momentos de crisis alimentaria. Yo me he involucrado directamente en cultivar verduras y gestionar espacios informativos para que podamos producir la tierra y un alimento más seguro.
Considero importante ver nuestras economías desde los diferentes puntos. Por eso hay que motivarnos para aplicar la agricultura también desde el cuidado de la tierra, es un momento importante para aplicar otros insumos orgánicos para la recuperación de suelos. También, hay que seguirnos motivando como mujeres, a organizarnos ante el cambio climático que nos está haciendo daño al causar pérdidas en una gran parte de cultivos.
Lo más gratificante para mí, como una mujer rural, es cuando nos encontramos las mujeres y nos unimos para un bien común que es hacer producir la tierra. En ese intercambio conocemos experiencias de cultivo y nos alegramos cuando vemos nuestras cosechas. El tener los alimentos en nuestra mesa nos satisface y nos empodera. También, económicamente nos hace independientes. Mi satisfacción también es ver mujeres jóvenes, en mi grupo hay jóvenes involucradas directamente en la producción y comercialización. Pero, también quiero mencionar, que en su mayoría, la tierra buena para la agricultura está en manos de los hombres, las mujeres no tenemos tierra para cultivar y si lo hacemos es porque estamos alquilando o si tenemos alguna porción de terreno para cultivar, (se encuentra) en zona vulnerable.