El INJUVE de Marcela Pineda: un legado de retrocesos

Por Gabriela Turcios

El 12 agosto de 2019 es recordado como el día en que el Instituto Nacional de la Juventud de Marcela Pineda, a sólo un par de meses de haber tomado la dirección de la Institución, decidió cerrar el programa Jóvenes con Todo (JCT), de forma arbitraria, sin consultas ni alternativas coherentes (mucho menos con la claridad técnica de llevarlas a la realidad inmediata).

Jóvenes con Todo era un esfuerzo resultado de la consulta y participación de las juventudes, quienes, aunque a Marcela Pineda y su equipo les parezca difícil de creer, tenemos la capacidad de dar rumbo y decidir sobre las políticas públicas que tienen repercusión directa en nuestras vidas en todos los niveles.

Marcela Pineda y su equipo de asesores decidieron en aquel momento, continuar con la narrativa de confrontación y cancelación promovido desde CAPRES para desbaratar programas sociales existentes, aunque estos tuvieran impactos positivos en la población salvadoreña y hubieran surgido de un meticuloso estudio técnico y de consulta popular. El revanchismo político de este Gobierno ha sido claro desde el día 1 de su toma de posesión y ha continuado de esta forma sin planes alternativos a lo que decidieron concluir.  

Quiero recordarle a Marcela Pineda que la decisión política partidaria de cancelar un Jóvenes con Todo representó para más de 30 mil jóvenes en situación de vulnerabilidad el acceso a estudios de Educación Media y Bachillerato, a tener la primera experiencia de empleo, a contar con una remuneración económica en la modalidad de Pasantías Laborales y el financiamiento de emprendimientos, beneficiando a miles de madres jóvenes, personas con discapacidad y personas LGBTIQ+, quienes fueron las poblaciones priorizadas para participar en este programa.

Al momento de tomar la decisión arbitraria de cancelar JCT, Marcela declaró que el programa era utilizado para “pagar militantes y activistas políticos”, aludiendo a una posible malversación de fondos, y, sin embargo, jamás pudieron comprobar estas acusaciones, claramente resultando ser un discurso plagado de mentiras que contradecían la opinión pública y el testimonio de las juventudes beneficiadas de todo el país.

A más de un año de esta coyuntura, la pregunta que exige tener una pronta rendición de cuentas es: ¿Qué ha hecho el INJUVE de Marcela Pineda con el presupuesto de 4 millones de dólares para el año 2020 contemplados en el Presupuesto Anual de la Nación, y aprobados por la Asamblea Legislativa en diciembre del 2019?

Ya entramos a la segunda mitad del 2020, y a estas alturas aún no hay claridad de qué es OPORTUNIDADES, programa propuesto por la administración de Pineda, tampoco sabemos cuáles son sus mecanismos, su plan estratégico territorial, en qué fase se encuentra en estos momentos, etc. El impacto del COVID-19 no puede ser la eterna excusa del abandono institucional de INJUVE a las juventudes salvadoreñas, más allá de actos proselitistas de escaso impacto.

 Al contrario, un programa bien estructurado como JCT pudo haber sido la pieza clave para sacar a miles de jóvenes de la incertidumbre económica que agudizó la pandemia.

Con este panorama, surgen más inquietudes: ¿Cuál es el papel concreto de Salvador Alas como Comisionado de Juventud? ¿Qué está haciendo Slipt Marroquín como responsable de la “reconstrucción del tejido social” en estos momentos claves donde las juventudes estamos sintiendo el impacto de la crisis?

Parte de las acciones más visibilizadas de esta administración a un año de asumir la dirección del Instituto es la asesoría a organizaciones juveniles para su legalización, proyecto que culminó semanas antes de empezar el proceso de elecciones para elegir a 7 de 14 representantes del Consejo Nacional de la Persona Joven CONAPEJ.

Proceso que hasta la fecha ha sido tratado con mucho secretismo; y como una característica global de este gobierno, ha sido llevado a cabo con poca transparencia y arbitrariedades en las tomas de decisión, como la que asumió Evelyn Galdámez, en su calidad de presidenta de Junta Directiva de INJUVE, al declarar que las elecciones se celebrarán este 29 de agosto en modalidad virtual. Decisión que contradice a la Ley General de Juventud y su Reglamento. Con esta modalidad virtual se vulnera el Art. 34 de la Ley General de Juventud que especifica que las elecciones del CONAPEJ se realizan mediante Asambleas Regionales, donde las juventudes son las responsables directas de velar por la transparencia y el debido proceso, donde lxs candidatxs son electxs mediante una votación libre, directa y secreta.

¿Bajo qué clase de análisis la Directiva de INJUVE consideró pertinente imponer la modalidad virtual cuando en esta pandemia se ha hecho más que evidente el gran abismo de diferencias de condiciones en la que nos encontramos las juventudes en cuanto al acceso y uso de Internet?

No existe ningún mecanismo que garantice el derecho de participación directa de las organizaciones juveniles en el proceso, y teniendo en cuenta que la única referencia que tenemos por elecciones virtuales fueron las que realizó el partido Nuevas Ideas para sus internas, es evidente que NO es un mecanismo transparente ni confiable.

Marcela Pineda como candidata a diputada de NI e Ivania Handal Secretaria Nacional de Juventud de NI (quien también es Sub Directora de Participación Juvenil de INJUVE), deberían saber a estas alturas que como funcionarias públicas no pueden imponer líneas partidarias por sobre lo que les mandata la Ley que rige la Institución para la que trabajan. La eliminación de JCT respondió a agendas político partidarias y ahora la decisión de amañar el debido proceso de elección del CONAPEJ, órgano contralor de las políticas públicas de INJUVE, también va por el mismo camino.

Es por eso que como Juventudes Organizadas estamos convencidas que no permitiremos que capturen el único espacio de representación que tenemos dentro del INJUVE, como lo es el CONAPEJ. La Junta Directiva liderada por Evelyn Galdámez debe retroceder en la decisión, y las elecciones al CONAPEJ deben realizarse de forma presencial.

Las Juventudes somos muy capaces de atender las medidas de bioseguridad y al mismo tiempo respetar las disposiciones de la Ley General de Juventud para hacer de este proceso una celebración democrática transparente, inclusiva y participativa.

Por último, me es evidente que Marcela Pineda utilizó su cargo público como trampolín para su candidatura a diputada por NUEVAS IDEAS, y en ese sentido no nos queda más que esperar su pronta renuncia tal y como mandata la Constitución de la República.

 

Gabriela Turcios es artista feminista, comunicadora popular, cineasta comunitaria y miembra de diversos espacios de incidencia social y política de El Salvador.

1 Comment

  1. Como siempre este gobierno «con odio intrínseco y revanchismo enfermo político» tratando de borrar todo rastro de las buenas obras de gobiernos del FMLN, es una lástima ver jóvenes siendo atraídos por el sensacionalismo propagandístico hipnótico del gobierno donde se les fomenta el desprecio a toda obra y logros de gobiernos anteriores, hay pelear fuego contra fuego

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