Abigail López: de la cancha del barrio a soñar con el mundial

Abigail López es una de las legionarias que está brillando en la Liga MX con el equipo de las cañoneras. Llegó para anotar goles, crecer y compartir cancha con otras salvadoreñas. 

López tuvo que migrar para seguir su sueño y continuar creciendo en su carrera como futbolista, fichando con equipos como el Real Estelí y actualmente en Mazatlán. Esto la ha llevado a dejar sus raíces y familias, pero con la firme convicción que su camino ayudará a otras que sueñan con ser futbolistas.

Por: Redacción

Abigail López descubrió el fútbol a los seis años, frente a su casa en una comunidad de Zacatecoluca, La Paz. Mientras sus amigos corrían detrás del balón, ella era la única niña que se atrevía a entrar al juego. 

“Siempre fui la única, primero en la escuelita del barrio y luego en los equipos municipales”, recuerda. Esa determinación temprana la llevó a destacar en un deporte que, en El Salvador, sigue siendo visto como terreno masculino.

Su recorrido la llevó por varios equipos incluyendo la selección nacional. Foto: Cortesía

Su recorrido la llevó del FAS al Sonsonate, luego al Alianza —equipo donde sintió el mayor respaldo—, y más tarde a la selección nacional. Pero su carrera no se quedó en casa: Nicaragua la recibió con el Real Estelí, donde jugó seis torneos, ganó tres campeonatos y aprendió lo que significa vivir del fútbol fuera de su país. “En lo personal crecí mucho, me di cuenta que no todo es fácil y que no todas las personas llegan para bien”, expresó.

La migración se convirtió en parte de su vida. Tras su paso por Centroamérica, México la recibió con nuevos retos en el Mazatlán FC. Allí enfrenta entrenamientos más intensos, exigencias físicas mayores y la presión de una liga que crece día con día. 

“Acá no hay comparación con lo que vivimos en Centroamérica. La intensidad es otra y uno tiene que adaptarse rápido”, asegura.

Su determinación temprana la llevó a destacar en un deporte que, en El Salvador, sigue siendo visto como terreno masculino. Foto: Cortesía

López sabe que el camino no ha sido sencillo: desde la fractura de clavícula que la obligó a detenerse en Nicaragua hasta los momentos de frustración en los que los goles tardaban en llegar. Sin embargo, también reconoce que esas pruebas la han hecho más fuerte: “Una futbolista siempre tiene baches, pero nada dura para siempre. Hay que persistir”.

Hoy, con apenas 24 años, se reconoce como una futbolista migrante y como referente para muchas niñas que sueñan con salir de las canchas de tierra hacia escenarios internacionales. 

Con cariño y admiración reconoce que las luchas de sus compañeras Brenda Cerén, Victoria Meza y otras, abrieron camino para que ella y otras futbolistas llegaran a fichar en la liga mexicana.

Hoy, con apenas 24 años, se reconoce como una futbolista migrante y como referente para muchas niñas que sueñan con salir de las canchas de tierra hacia escenarios internacionales. Foto: Cortesía

También habló sobre sus goles: “Cuando anotas con tu selección es diferente, es representar a tu país, sentir el escudo. Ese es mi mayor motor”, dice.

El orgullo también lo carga su madre, quien aunque al inicio temía dejarla partir, hoy presume a su hija entre amistades y vecinos. Y López sonríe, porque sabe que “lo hago no solo por mí: es por todas las que vienen detrás, buscando un espacio en la cancha”.