Por Reiny Ponce y Fátima Cruz
Comunidades organizadas, iglesias y organizaciones sociales realizaron un plantón en las afueras de la Asamblea Legislativa ante la preocupación de la posible derogación de la Ley de Prohibición de la Minería Metálica, aprobada en el 2017, logro de las lucha organizada.
Para las comunidades es importante la defensa de la vida, la salud y el bienestar de la población salvadoreña que se vería amenazada ante los proyectos mineros. “Es absurdo considerar extraer minerales, a costa de matar de sed a las comunidades, o desmejorar su calidad de vida contaminando sus fuentes de agua, superficiales y también acuíferas”, expusieron en una carta dirigida a la Asamblea Legislativa.
El daño principal de la minería metálica es el uso excesivo y contaminación del agua. Los departamentos de Santa Ana, Cabañas, Chalatenango, Morazán y La Unión son zonas donde se encuentran yacimientos de minerales metálicos y son las áreas más frágiles en relación al agua.
“He venido a defender el líquido que es tan poderoso para nosotras las mujeres y para todo el pueblo, porque sin este líquido vamos a morir y las grandes empresas se están apoderando de este. No tenemos agua, las grandes empresas se la están llevando”, comentó Francisca Herrera, proveniente de San Bartolomé Perulapía.
Las afectaciones del agua y la biodiversidad a causa de la minería metálica, afecta principalmente a las mujeres que asumen el trabajo de los cuidados y administración del agua en sus hogares.
“La minería afecta a todo mundo, menos a los poderosos porque ellos son los que se benefician, pero a los que somos pobres nos afecta muchísimo” dijo Rosa, que llegó desde Soyapango al plantón en la Asamblea.
Las comunidades y organizaciones de la sociedad civil piden mantener la prohibición de la minería metálica para proteger la biodiversidad, evitar la contaminación del Río Lempa, que es la principal fuente para millones de familias; que se archive cualquier petición de revertir o modificar la ley contra la minería; y advierten de los graves efectos de contaminación química.
“Me he presentado para repudiar el proyecto de muerte de la explotación de la minería metálica aquí en El Salvador, porque sabemos que esta explotación del oro nos va a traer más enfermedades, más muertes, los ríos se contaminan, la tierra queda vulnerable”, expresó Martina Fides, de Apopa.