Voces que inspiran: el poder del apoyo femenino

Por: Madelinne Pimentel

Soy Madelinne Pimentel, tengo 15 años y tengo una gran pasión por la escritura, especialmente sobre temas que afectan a las mujeres. Mi meta es ser reconocida por mis escritos, en los que hago análisis reflexivos y opiniones fundamentadas. 

Me encanta informarme y deseo que más mujeres tengan acceso a conocimiento sobre cuestiones que les conciernen. Actualmente, participo en talleres para mujeres, como «Leer para Soñar: Mi Poder, Mi Voz», donde he aprendido muchísimo y he encontrado un espacio de apoyo.

Soy coautora de un libro que explora las 12 técnicas para el desarrollo de la autoestima juvenil, en colaboración con el programa de Jóvenes Escritores Latinos (#JEL) y mis compañeros coautores. Esta experiencia ha sido increíblemente enriquecedora y me ha permitido profundizar en un tema esencial para el crecimiento personal de las y los jóvenes.

Hoy quiero compartir mi perspectiva sobre la importancia del apoyo entre mujeres, un tema que me apasiona profundamente. Durante la escritura del libro, he enfrentado momentos de desánimo al darme cuenta de que no siempre es común ver a mujeres escritoras recibir el apoyo que merecen. Sin embargo, me siento orgullosa de contar con un apoyo que me permite dedicarme a lo que realmente amo.

Cada palabra que escribo lleva consigo la convicción de que estoy dando voz a muchas mujeres que, en el pasado, no tuvieron la oportunidad de expresarse. Este proceso me recuerda las luchas silenciosas que tantas mujeres han enfrentado, y a la misma vez, esto me motiva a seguir haciendo lo que más amo hacer: escribir.

Mi deseo es que, a través de mis escritos, pueda inspirar a niñas y jóvenes que sueñan con escribir o seguir cualquier otra pasión.

Quiero decirles que no tengan miedo de seguir lo que aman, porque sus voces son valiosas y tienen el poder de marcar la diferencia. Nunca permitan que los obstáculos o la falta de apoyo apaguen su creatividad. Siempre habrá personas dispuestas a acompañarlas en su camino, tal como me ha sucedido a mí.

Recuerden, cada palabra cuenta, cada sueño importa, y el mundo necesita escuchar sus historias.