La exposición “Tejer memoria: el legado de quienes nunca dejaron de buscar” son las historias de personas que fallecieron sin conocer el paradero de sus familiares desaparecidos y desaparecidas. Uno de los retratos presenta a Marcela del Carmen Ayala, quien murió el 24 de julio de 2022 y no dejó de buscar a su hija Marisela Cecibel Aristondo, desaparecida en 2006 mientras migraba hacia Estados Unidos.
Por: Ana Gómez
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) inauguró la exposición “Tejer memoria: el legado de quienes nunca dejaron de buscar”, para retratar la historia de las personas que fallecieron y no tuvieron respuesta sobre el paradero de sus familiares desaparecidos provenientes de El Salvador, Guatemala, Honduras y México.
La exposición presenta el recorrido que enfrentan las personas en la búsqueda para conocer la ubicación de sus familiares que desaparecieron en contextos de conflicto armado, violencia, migración y eventos climáticos extremos.
Los retratos fueron intervenidos con bordados realizados por colectivos de familiares y personas buscadoras. “Nos recuerda que la búsqueda no es un asunto individual es un esfuerzo colectivo es un tejido que se construye con el reconocimiento, el cariño, la solidaridad y el arropamiento”, señaló Lizeth Campos jefa adjunta del CICR.
Tejer memoria incluye la historia de Marcela del Carmen Ayala, quien murió el 24 de julio de 2022 y no dejó de buscar a su hija Marisela Cecibel Aristondo, que desapareció el 22 de marzo de 2006, en la ruta migratoria de El Salvador hacia Estados Unidos.
Su situación de salud empezó a empeorar dos meses después de la desaparición de su hija, se agravó con los años hasta que falleció en 2022. Ahora don Héctor Aristondo continuará con la búsqueda, son 18 años que no conoce el paradero de Marisela.
Karina Ramírez, de la Asociación de Comité de Familiares Migrantes Fallecidos y Desaparecidos de El Salvador (COFAMIDE), expresó que es importante que las entidades del gobierno faciliten la búsqueda de las personas que son desaparecidas en la ruta migratoria a Estado Unidos, que se ejecuten los mecanismos existentes y que se creen nuevos a la mano de las familias buscadoras.
“Más de 300 casos que tenemos en nuestro comité sin saber dónde están […] un día se fueron buscando el sueño americano pero en su momento se convirtió en una pesadilla”, dijo Karina Ramírez.
También, Lizeth Campos afirmó que hay impactos en la salud física, psicológica, emocionales como: ansiedad, depresión y que las desapariciones conllevan necesidades económicas y jurídicas. Por lo que es importante que los estados realicen políticas integrales y focalizadas a las mujeres y a las personas adultas mayores que buscan a sus familiares desaparecidos.
Además de la historia de Marcelina del Carmen en El Salvador, se encuentran las historias de Lupita Rodríguez y María Demetria Martínez en México; a Paula Martin Yo’ol y Consuelo Dorantes de Guatemala; y Gustavo Banegas y Teodolinda Morán de Honduras.
La exposición se ha presentado en México y en Honduras. Las piezas estuvieron desde el 23 de septiembre hasta el 7 de octubre en la Universidad Tecnológica de El Salvador en el marco de su XIX Semana del Migrante, y luego la exposición se trasladará a Guatemala.